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¿Pueden tratarse con láser las piedras en el riñón? El doctor Navarro contesta

El especialista de la clínica Quirónsalud de Zaragoza ha resuelto las dudas sobre Urología que los lectores han enviado a Heraldo.es.

Un 67% de las quejas registradas en Atención al Usuario del Salud en Aragón estuvieron motivadas por demoras en las listas de espera
Quirónsalud responde a las dudas que los lectores han enviado al consultorio de Heraldo.es.
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Internet es una fuente inagotable de conocimiento. Por eso, muchos usuarios recurren a él cuando quieren resolver sus dudas sobre salud, aunque no toda la información que puede encontrarse en la web es fiable. Para evitar confusiones, el urólogo Joaquín Navarro, miembro del equipo médico de Quirónsalud Zaragoza, ha contestado a las preguntas que los lectores han enviado al consultorio médico de Heraldo.es.

Para un diagnóstico más concreto, los especialistas recomiendan la visita a un profesional.

Olor corporal

Pregunta del lector: Últimamente, a pesar de llevar las mismas rutinas de higiene, mi pene desprende un olor muy fuerte. ¿A qué puede deberse?, ¿debería preocuparme?

Respuesta del doctor: Existen diferentes razones por las cuales el olor corporal, incluido a nivel genital, puede variar e incluso resultar desagradable. Lo más lógico es que, si este signo no se asocia a ningún otro síntoma, no estemos ante ninguna situación importante ya que las en las condiciones patológicas suelen reconocerse unos indicios que nos orientan a pensar en determinados procesos.

Evidentemente una higiene inadecuada o insuficiente puede ser una razón por la que se identifique mal olor. Lo recomendable es utilizar jabones neutros sin perfumes o componentes que puedan alterar el ph de la piel y favorecer infecciones o alteraciones dermatológicas. Es importante también secar correctamente ya que la humedad puede favorecer la aparición de hongos. El olor corporal puede cambiar incluso por la ingesta de determinados alimentos aunque suele ser algo muy sutil.

En varones, sobre todo no circuncidados, es más probable que el esmegma quede acumulado y también pueda tener como resultado un cambio en el olor. El esmegma es una exudación blanquecina que resulta del recambio celular y de la secreción de las glándulas genitales. Su acumulación excesiva puede provocar inflamación del glande (balanitis), del prepucio (postitis) o de ambos (balanopostitis). Es por eso que la higiene ha de ser apropiada y descartar que no exista fimosis (dificultad para retraer la piel del prepucio).

Dentro de las causas patológicas, la más común es la balanitis por hongos. Favorecido por el calor y la humedad, se trata de una situación relativamente frecuente, en la que el paciente también suele reconocer picor o ardor en la zona y cambio en el aspecto de la mucosa del glande, tales como áreas enrojecidas, punteado de color rojo o secreción blanquecina que cubre la superficie mucosa del glande. En este caso, además de una buena higiene, un tratamiento con antifúngico tópico suele ser suficiente ya que no se trata de una patología grave.

Las infecciones urinarias también pueden ser una posible causa. Se trata de la colonización, generalmente por bacterias, de la vía urinaria que sean capaces de generar una respuesta inflamatoria. En esta situación los síntomas mas evidentes son molestia durante la micción, escozor, aumento de la frecuencia miccional, mayor sensación de urgencia al ir a orinar, dolor en la parte baja del abdomen o en el periné, entre otros síntomas.

Por último, otra de las causas que puede generar un olor desagradable en el pene son las enfermedades de transmisión sexual tales como la gonorrea, tricomoniasis o clamidia. Evidentemente en este caso existe un antecedente de relación sexual de riesgo, y como síntomas añadidos suele haber una secreción por la uretra, escozor y dolor por la uretra y un amento de la frecuencia miccional.

En conclusión y sin ser alarmista, si junto al mal olor se reconoce algún otro síntoma o signo, lo recomendable sería consultar con un urólogo para estudiar y tratar en consecuencia las diferentes situaciones.

Cólicos por piedras en el riñón

Pregunta del lector: Llevo años sufriendo cólicos por piedras en el riñón. El médico de cabecera me ha comentado que se pueden operar con láser… ¿es una técnica segura?, ¿en qué consiste?

Respuesta del doctor: Efectivamente existe una forma de tratar con láser los cálculos de la vía urinaria que ofrece unos resultados excelentes, con gran seguridad y permitiendo resolver cualquier tipo de cálculo. No obstante, no todos los cálculos van a precisar un tratamiento quirúrgico ya que las opciones pueden variar, desde vigilar sin tratar los cálculos, pautar un tratamiento farmacológico, fragmentarlos con litotricia extracorpórea o plantear un tratamiento quirúrgico.

Es fundamental individualizar el tratamiento de un paciente con urolitiasis (como se denomina técnicamente a las piedras de la vía urinaria), ya que no se puede generalizar las indicaciones terapéuticas. Los síntomas que presenta el paciente, el número, el tamaño y la ubicación del cálculo, los condicionantes anatómicos de la vía urinaria, la presencia o no de anomalías asociadas son variables que vamos a considerar para decidir que hacer con cada caso.

La endourología, entendiendo por esta aquellas técnicas quirúrgicas que se realizan gracias a la utilización de endoscopios, está en constante desarrollo y por ende, los procedimientos que realizamos cada vez nos permiten tratar casos más complejos con menor tasa de complicaciones. Un endoscopio es un instrumento muy fino que nos permite introducirnos por el interior de un conducto natural. En nuestro caso, los cistoscopios, ureteroscopios o nefroscopios son los tres tipos de endoscopios utilizados en dependencia de la región que vamos a explorar. Los endoscopios cada vez son más finos, ofrecen mejor visión y tienen mejor diseño flexible para poder acceder a cavidades que con instrumentos rígidos no era posible. Lo mismo ocurre con los diferentes instrumentos complementarios que usamos a través de los endoscopios. Estas finas cámaras tienen un canal de trabajo por el que podemos introducir pinzas, cestillos que atrapan cálculos, catéteres y fibras de láser.

En respuesta a la pregunta del lector, es cierto que el láser holmium ha supuesto una revolución en el tratamiento de los cálculos de la vía urinaria. Capaz de fragmentar cualquier cálculo independiente de su composición y de desarrollar diferentes formas de fraccionamiento (en pequeños porciones extraíbles o en arenilla que se elimine sin dolor con la micción) en función de cual sea la configuración del generador.

Por otro lado, la profundidad del disparo del láser es mínima por lo que es prácticamente imposible provocar un daño si el impacto llega a las paredes de la vía urinaria, lo que hace de esta técnica un procedimiento muy seguro.

Además es una técnica rápida ya que la velocidad de fragmentación ha mejorado con los modernos equipos. La fibra con la que se realizan los disparos es tan fina que permite introducirla por instrumentos flexibles sin limitar la movilidad de los endoscopios, lo cual no es posible con otros métodos de fragmentación.

Por lo general lo usamos en pacientes con cálculos de más de 8-10 mm; a los que les ha fracasado otras técnicas, como la litotricia extracorpórea; con múltiples cálculos o con alguna condición anatómica que no va a permitir la salida sencilla del cálculo. También es posible usarlo en pacientes pediátricos.

En conclusión, podemos afirmar del láser que es una técnica mínimamente invasiva que permite una alta tasa de resolución, incluso en casos complejos, con un riesgo mínimo y una rápida incorporación a la vida habitual de nuestros pacientes.

Marcador PSA

Pregunta del lector: Tengo 50 años y me acaban de dar los resultados de una analítica, que pone PSA LIBRE/PSA total (flecha baja) 13.51%. Estoy preocupado porque estoy leyendo que puede ser grave.

Respuesta del doctor: El PSA es un marcador que debe interpretarse con cautela y ha de contextualizarse e individualizarse. Es decir, no es prudente basar un diagnóstico en la cifra aislada que nos ofrece la analítica.

Existen diferentes datos complementarios que debemos incorporar a la información que manejamos de cada paciente para la toma de decisiones y orientar un diagnóstico.

El PSA se identificó en la década de los setenta y es producido por las células prostáticas. Es específico de la glándula prostática pero no del cáncer prostático. Es decir, un PSA alterado no confirma la existencia de una patología maligna, ya que la concentración del PSA varía en función de la edad, tamaño prostático e incluso de la raza. Su uso clínico, como se comentaba al principio de la respuesta, ha de contextualizarse en cada paciente y para manejar la información nos apoyamos en otros datos. El rango de edad, el tamaño de la próstata y su relación con la cifra del PSA total, el comportamiento del PSA (oscilaciones, ascensos o descensos), el tacto rectal, la información que nos aporta una resonancia nuclear son diferentes variables empleadas en la ecuación diagnóstica. Es este sentido, la relación entre al PSA libre y el total al que hace referencia el lector es otro dato más que aporta información para conducir nuestras decisiones.

El ratio PSA libre/total está aprobado como uso auxiliar en pacientes con PSA total entre 4 y 10 ng/dl. En el enunciado de la pregunta no se hace referencia al PSA total por lo que el ratio libre/total no debe interpretarse como valor independiente. Existen infinidad de estudios para tratar de concluir cual es el punto de corte en el cual el ratio nos aporte una información más fiable. Las Guías Europeas de Urología citan como un valor por debajo del 10% como una referencia con un mayor valor predictivo. Es decir, la cifra que se comenta en el enunciado no debería ser, a priori, una cifra preocupante, afirmación que debería manifestarse tras la valoración del PSA total.

Mi recomendación para este lector y para cualquier varón al que se le ha solicitado el PSA es que consulte con un especialista ya que la información que se puede extraer de publicaciones no oficiales puede inducir a error de interpretación y en definitiva preocupar al paciente. Los datos que se aportan en el enunciado no son completos por lo que no es posible resolver una determinación, pero no deberían ser, ni mucho menos, una alarma o un dato desfavorable.

El PSA no es una cifra asilada que confirme un diagnóstico y son muchos los datos indirectos que de forma conjunta han de valorarse para orientar, insisto orientar sin confirmar, un determinado caso. La interpretación de una analítica, sea cual sea el parámetro que estemos valorando, no es siempre sencilla y el mar de datos que encontramos actualmente, sobretodo en internet, pueden no ser buenos aliados a la hora de entender un resultado por lo que debemos consultar con un especialista que nos explique detenidamente antes de que la preocupación aparezca.