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Incontinencia urinaria y bótox o láser para los problemas de próstata: el doctor Joaquín Navarro contesta

Incontinencia urinaria y bótox o láser para los problemas de próstata: el doctor Joaquín Navarro contesta

El especialista del hospital Quirónsalud Zaragoza responde a las dudas sobre Urología enviadas por los lectores de Heraldo.es.

El doctor Joaquín Navarro, especialista del hospital Quirónsalud, responde a las dudas enviadas por los lectores de Heraldo.es.
El doctor Joaquín Navarro, especialista del hospital Quirónsalud, responde a las dudas enviadas por los lectores de Heraldo.es.
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La aplicación de mensajería Whatsapp es el canal por el que más bulos de salud se comparten, según el del informe ‘EHON ¿Cómo actuar frente al Dr. Google?’, realizado por el Instituto #SaludsinBulos. Ante la instantaneidad de este medio de comunicación, las confusiones sobre las consultas de salud están a la orden del día. Por eso, para evitar estos malentendidos, el doctor Joaquín Navarro Gil, especialista en Urología del hospital Quirónsalud Zaragoza, ha contestado a las dudas enviadas por los lectores a través del consultorio médico de Heraldo.es.

Para un diagnóstico más concreto, el miembro del equipo de Quirónsalud recomienda visitar a un especialista.

Incontinencia urinaria

Pregunta de la lectora: Soy una mujer de 44 años. He notado que, desde hace varios meses, después de haber orinado, al ponerme de pie sigue cayendo un poco más de pis. Solo me ocurre cuando voy a miccionar. ¿A qué puede deberse?

Respuesta del doctor: El síntoma que usted refiere se denomina goteo postmiccional y es una de las diferentes expresiones en las que la incontinencia puede mostrarse. Este síntoma es muy frecuente en varones de mayor edad justificado por un problema prostático. En mujeres también puede observarse, siendo la incontinencia urinaria de esfuerzos la causa más frecuente, entendiéndose por esta situación aquella debilidad de la musculatura del suelo pélvico que permite el escape de orina involuntario cuando aumenta la presión abdominal. Ocasionalmente ocurren situaciones algo paradójicas en las que los grandes esfuerzos o los aumentos de la presión abdominal bruscos (como la tos o el estornudo) no provocan escapes y aquellos menos intensos, como levantarse de una silla, si causan el escape.

Como otras causas más infrecuentes podemos encontrar todas aquellas situaciones que provoquen un mal vaciado vesical tras la micción, lo que conocemos con el nombre de residuo postmiccional. La causa más frecuente, aunque no a su edad, es el prolapso de la vejiga (cistocele), que en casos moderados-severos pueden facilitar cierta cantidad de orina residual tras la micción que puede escapar de forma involuntaria. Otras patologías más infrecuentes, como las alteraciones funcionales de la vejiga, también podrían provocar este goteo postmiccional.  En cualquier caso, en una mujer de 44 años la causa más frecuente sería, como se mencionó previamente, la incontinencia urinaria de esfuerzos, más aún si ha tenido partos previos. La rehabilitación del suelo pélvico sería el tratamiento de elección en un caso leve como el que estamos comentando.

No obstante, siempre es importante valorar de forma individual cada caso en el especialista, ya que esta respuesta se basa en las causas más razonables y frecuentes, pero siempre podemos encontrar patología atípicas e infrecuentes.

Tratamiento de bótox para la hiperplasia

Pregunta del lector: He leído algo sobre un tratamiento de bótox para la hiperplasia de próstata. ¿Qué hay de cierto en este tratamiento?

Respuesta del doctor: Es cierto que diferentes sustancias, entre ellas el bótox han sido utilizadas mediante inyección intraprostática para el tratamiento de los síntomas miccionales provocados por el crecimiento prostático, lo que se conoce como la hiperplasia benigna de próstata. El bótox ha sido utilizado en medicina con varios objetivos y en diferentes especialidades, aunque quizá su uso más popular sea con una intención estética. Ha sido usado por neurólogos, oftalmólogos y, en nuestro caso, su indicación más admitida es como inyección intravesical para pacientes con hiperactividad vesical alcanzando una mejoría evidente en un porcentaje elevado de pacientes.

El mecanismo por el cual actúa el bótox es a través de neurotransmisores favoreciendo la parálisis a nivel muscular. No obstante, en los estudios realizados sobre la próstata, el modo en el que funciona no es bien conocido, observándose que provoca apoptosis celular (muerte celular) y esto, en definitiva, atrofia la próstata y reduce su volumen. En el caso de la duda que plantea el lector, la evidencia científica no es tan contundente y su uso, hoy por hoy no es extendido ya que, según varios ensayos clínicos, los resultados muestran unos modestos beneficios clínicos. Incluso existen estudios serios y bien diseñados que han comparado placebo con bótox y no se encuentran diferencias significativas entre ambos grupos de pacientes. En conclusión, las principales guías de manejo clínico, entre ellas la guía de la Asociación Europea de Urología, recomiendan no ofrecer este tratamiento a pacientes con patología prostática ya que no existe evidencia de que su beneficio exista.

Operación de próstata con láser

Pregunta del lector: ¿En qué consiste la operación de próstata por láser? ¿Cuál es el tiempo estimado de recuperación y los posibles pros y contras? ¿Hay alguna incompatibilidad para pacientes con párkinson o diabetes?

Respuesta del doctor: La cirugía prostática endoscópica está sufriendo una evolución constante, apareciendo diferentes técnicas, instrumentos y métodos cuyo origen y punto de partida fue la resección transuretral de próstata con energía monopolar, antecesor de todas estas técnicas modernas. El objetivo de todas estas técnicas endoscópicas es común: el crecimiento de la próstata, denominado adenoma prostático, comprime y obstruye la uretra, dificultando de ese modo, el vaciado de la vejiga. Pues bien, sea cual sea la técnica utilizada, el propósito de cualquiera de estas intervenciones es reducir el volumen prostático y desobstruir la uretra para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

La mejora y evolución tecnológica ha permitido que desde aquella resección transuretral monopolar se hayan sumado diferentes fuentes de energía (energía bipolar, láser holmium, láser verde, etc.) que ayudan a reducir los tiempos quirúrgicos y de ingreso de los pacientes, sangrado intraoperatorio, días de sonda, etc. La versatilidad de estas fuentes de energía permiten que, a su vez, existan diferentes formas de eliminar el adenoma prostático (resección, enucleación, vaporización, etc). La elección de cada uno de los métodos no está basada en estrictos criterios médicos, aunque sí existen determinadas circunstancias que obligan a descartar o admitir una técnica para un paciente concreto. Factores como el volumen prostático, anomalías de la vía urinaria asociadas, patologías y edad del paciente e incluso las preferencias del urólogo que permitan sentirse más cómodo con una técnica concreta pueden influir en la técnica a elegir y ofrecer al paciente.

Los defensores del láser basan su elección en la reducción de los días de sonda e ingreso postoperatorio y en el menor sangrado intraoperatorio pero funcionalmente, no existen grandes diferencias entre las técnicas convencionales y aquellas que se realizan con láser. Es decir, los beneficios clínicos para el paciente, tasa de complicaciones intraoperatorias o, secuelas a largo plazo, entre otros, no son muy diferentes si comparamos las diversas opciones endoscópicas si la técnica está correctamente ejecutada. Con estas reflexiones no se trata de desmentir el mito creado entorno al láser, es un consideración para no despreciar la resección prostática ya que los instrumentos y fuentes de energía (energía bipolar) se alcanzan también unos resultado excelentes.

Responder a la pregunta sobre los días de ingreso y recuperación es difícil ya que depende de diferentes factores, como, fundamentalmente, el volumen prostático y la persistencia del sangrado, pero suele durar entre uno y dos días de media. Las patologías asociadas sí pueden condicionar los resultados postquirúrgicos, concretamente las dos citadas por el lector. El párkinson y la diabetes pueden provocar una situación denominada vejiga neurógena que podría ensombrecer los resultados y los objetivos de la intervención condicionando cierta frustración del paciente. Es por eso fundamental invertir tiempo en la consulta y explicar cuáles son los beneficios y las limitaciones de cualquier procedimiento para cada caso concreto. La generalización de una técnica para todos los pacientes no es lo adecuado y afortunadamente hoy en día tenemos un abanico enorme de ellas para poder ofrecer a nuestros pacientes en su beneficio.