transporte y logística

Procesos tecnológicos y eficientes definen los nuevos tiempos del sector

La apuesta por desarrollos innovadores, rentables y de mínimo impacto medioambiental, sigue marcando el rumbo de las empresas y operadores del sector logístico para este año.

El ahorro de costes en la cadena de suministro procede de la incorporación de medidas sostenibles y tecnológicas.
El ahorro de costes en la cadena de suministro procede de la incorporación de medidas sostenibles y tecnológicas.
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La logística cumple un papel fundamental en el desarrollo económico, pues sirve para dar respuesta a la demanda del mercado a nivel global. Tanto es así que desde la Organización Mundial del Comercio defienden que la competitividad de un país puede medirse a través de la efectividad de su cadena de suministro, de cuyo rendimiento depende el abastecimiento de la población, el dinamismo del consumo y la rentabilidad de la actividad empresarial.

Igualmente, todo vaivén económico tiene su reflejo en el desempeño logístico, como ya se comprobó con los desequilibrios causados por la pandemia hace un par de años, que ocasionaron los cuellos de botella por vía marítima, la falta de ‘stock’ y el correspondiente encarecimiento del transporte de mercancías. Si el año pasado, la recuperación pospandémica de la cadena de suministro fue el principal desafío del sector, en la actualidad la crisis energética, la inflación en los precios y la dilatada guerra entre Ucrania y Rusia son factores que exigen plantear nuevas formas de afrontar este año 2023 con las mayores garantías.

En este contexto, se baraja ahondar en aquellas medidas o estrategias que se han ido implantando en el tejido empresarial en los últimos años y que se tornan decisivas para el futuro de los servicios logísticos. Así, para lograr su excelencia, hay que realizar una clara apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia, así como por la innovación tecnológica, claves todas ellas en el progreso del sector.

Aquí y ahora

La incertidumbre sigue dibujando el presente escenario económico en el que se desarrollan las estrategias logísticas a nivel mundial. Muestra de ello es que ni importadores ni exportadores tienen un horizonte claro a la hora de calcular qué les va a suponer el coste del transporte de mercancías. Llama la atención en este sentido la constante actualización de los precios de los fletes marítimos padecida en los últimos meses o la fuerte dependencia energética que imponen ciertos países a otros.

Pese al complejo escenario económico y sociopolítico, se espera que el sector logístico siga creciendo a una media anual del 4,4%, de manera que si en 2022 ha movido un total de más de 16.000 millones de euros, en el 2026 alcance los 19.000, según datos publicados hace una semana en ‘El País’.

Se hace preciso combatir los escenarios de crisis con la aceleración en el proceso de transformación tecnológica para ofrecer un servicio eficaz. A este respecto, la gestión en tiempo real de la mercancía, la toma de decisiones a través de la inteligencia artificial, la seguridad en la preservación de los datos y el constante intercambio de información entre los agentes de la cadena de suministro son algunas de las aplicaciones más reseñables de la automatización del sector logístico, que ha derivado en un mayor control de las operaciones y en la eficiencia de los servicios.

Del mismo modo, los expertos afirman que esta total digitalización de la actividad exige unas competencias específicas, lo que pone al talento y a la formación en el centro del debate sobre la competitividad de la cadena de suministro. Así, cada vez son más técnicos los perfiles profesionales dedicados a la gestión de ‘stock’, el almacenamiento de la mercancía o su distribución, entre otras tareas.

Por otra parte, la sostenibilidad ya pasa a ser una asignatura obligada en la configuración del mapa logístico mundial, para la cooperación entre sus agentes y el éxito empresarial. Cuestiones como la electrificación y la apuesta por el hidrógeno se contemplan como las soluciones más a tener en cuenta en el medio plazo, lo que repercutirá en la reducción de costes de combustible y de energía y, por supuesto, en minimizar el impacto en el entorno.

Por último, la personalización de los servicios logísticos a medida del cliente también se consolidan como tendencia para el sector en este año. La necesidad de adaptarse a las demandas particulares y brindar una opción a la carta marcan la diferencia entre operadores y, en consecuencia, se convierten en factores clave para garantizar el éxito de cada una de las operaciones. En este aspecto, vuelven a cobrar importancia las innovaciones tecnológicas aplicadas al sector, que permiten al cliente hacer un seguimiento completo de su mercancía en todo momento. La conectividad entre los distintos eslabones de la cadena también favorece la reducción de tiempos y el ahorro de costes, lo que permitirá obtener una mayor rentabilidad. En definitiva, alcanzar la eficiencia en el sector depende de la adaptación a los nuevos tiempos. 

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.

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