responsabilidad social corporativa
Nuevas medidas para una conducta responsable
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha actualizado recientemente sus Líneas Directrices en materia de RSC, que contemplan normas para lograr el desarrollo a nivel global.
Uno de los principales retos en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa es su universalización: que las empresas de todos los países cumplan con una serie de normas y directrices en base a los mismos principios y criterios. En un mundo globalizado, de nada sirve que una empresa de determinado lugar esté comprometida con el cambio climático o los derechos laborales si en otro punto geográfico del planeta no se respetan estas cuestiones.
En ese sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cuenta con las Líneas Directrices para empresas multinacionales sobre la conducta empresarial responsables, un documento que recoge una serie de principios y normas no vinculantes para que las compañías contribuyan positivamente al progreso económico, medioambiental y social en todo el mundo, al tiempo que mitigan el posible impacto negativo derivado de su actividad. Este documento es una de las principales referencias a nivel internacional sobre RSC y se publicó, por primera vez, en el año 1976. Desde entonces, ha sido revisado en varias ocasiones, la última este mismo mes de junio.
Qué medidas contempla
Esta actualización incluye recomendaciones para una conducta empresarial responsable en áreas tan esenciales como los derechos humanos y laborales, la tecnología, la integridad empresarial y la diligencia debida en la cadena de suministro o el cambio climático.
Sobre la protección del medioambiente, estas líneas directrices invitan a establecer y mantener un sistema de gestión ambiental adecuado a la empresa, en el que se contemple el impacto de las compañías en cuanto a cambio climático, pérdida de biodiversidad, degradación de los ecosistemas terrestres y marinos, deforestación, contaminación del aire, del agua y del suelo y mala gestión de los residuos.
En materia de corrupción, por ejemplo, se establece la importancia de desarrollar y adoptar controles internos adecuados, programas y medidas de ética, así como mejorar la transparencia de sus actividades en la lucha contra el soborno y otras formas de corrupción, fomentando una cultura de integridad.
En lo que se refiere a derechos laborales, el documento hace hincapié en el respeto a estos y en la abolición efectiva del trabajo infantil y forzoso, además de establecer principios de igualdad de oportunidades. También indica que las empresas deben dar empleo a trabajadores locales y mejorar sus niveles de capacitación.
También hay un capítulo dedicado a los intereses del consumidor en el que se especifica, por ejemplo, que se debe garantizar que los bienes y servicios que proporcionan cumplan con todos los estándares requeridos legalmente para su salud y seguridad, además de proporcionar información precisa, verificable y clara.
Diligencia debida
Recientemente, el Parlamento Europeo también ha votado a favor de implantar una nueva legislación sobre diligencia debida, con el objetivo de que las empresas adopten medidas de identificación, prevención y eliminación de los efectos adversos que su actividad tiene en el entorno en el que opera, tanto a nivel medioambiental como laboral y social.
Actuaciones clave
Las directrices actualizadas se publicaron el pasado 8 de junio en el contexto de la Reunión del Consejo Ministerial de la OCDE de 2023 .
Las actualizaciones clave incluyen:
- Recomendaciones para que las empresas se alineen con los objetivos acordados internacionalmente sobre el cambio climático y la biodiversidad.
- Inclusión de expectativas de diligencia debida sobre el desarrollo, financiamiento, venta, concesión de licencias, comercialización y uso de tecnología, incluida la recopilación y el uso de datos.
- Recomendaciones sobre cómo se espera que las empresas lleven a cabo la diligencia debida sobre los impactos y las relaciones comerciales relacionadas con el uso de sus productos y servicios.
- Mejor protección para personas y grupos en riesgo, incluidos aquellos que plantean inquietudes con respecto a la realización de negocios.
- Recomendaciones actualizadas sobre la divulgación de información sobre conducta empresarial responsable.
- Recomendaciones ampliadas de diligencia debida a todas las formas de corrupción.
- Recomendaciones para que las empresas aseguren que las actividades de cabildeo sean consistentes con las directrices.
- Procedimientos reforzados para garantizar la visibilidad, eficacia y equivalencia funcional de los Puntos Nacionales de Contacto para la Conducta Empresarial Responsable.
