Una de las grandes ventajas de comprar pisos de nueva construcción es que son viviendas sostenibles, lo que quiere decir que intentan minimizar el impacto que tienen sobre el medioambiente en todos los aspectos. Desde que comienzan a edificarse los cimientos hasta que el piso o la casa son posteriormente habitados, todo el proceso busca aprovechar los recursos del entorno en el que se levanta el nuevo inmueble y, sobre todo, reducir el consumo energético, tanto en la fase de construcción como en los momentos posteriores en los que es habitada.

El objetivo es construir viviendas que sean respetuosas con el medioambiente, empezando por la reducción del consumo asociado a vivir en ellas y por su independencia energética, lo que además de al entorno, beneficia económicamente a sus habitantes y propietarios. ¿Cómo se consigue esta reducción del consumo necesario para mantener una vivienda en funcionamiento?

Pues, por ejemplo, ubicando el bloque teniendo en cuenta la trayectoria del sol y las corrientes de aire existentes en el lugar en el que se edifique (un factor que hay que tener muy en cuenta, sobre todo, en algunas zonas de Aragón). Prestar atención a estos dos factores ambientales puede ayudar a los habitantes a ahorrar en las facturas de la electricidad, al tener que encender menos la luz y el aire acondicionado, y del gas. En este sentido, las nuevas viviendas suelen construirse con materiales y con diseños que les permiten mantener el calor mucho mejor que los bloques más antiguos. De hecho, algunos estudios apuntan que las viviendas sostenibles de nueva construcción llegan a ahorrar hasta un 80% más que algunos pisos antiguos en consumos.

Sistemas de autoconsumo

Pero, además, muchos de estos bloques se proyectan incluyendo la instalación de fuentes de energía renovables para que puedan, si no totalmente, en parte; ser independientes en lo que a consumo se refiere. Así, es habitual ver que los nuevos pisos se equipan con paneles solares en la zona de la azotea o suelos radiantes como sistemas de calefacción.

Otra gran ventaja, sobre todo para el medioambiente aunque también para los habitantes, es que las nuevas viviendas utilizan materiales y recursos reciclados o reutilizados que respetan el entorno y las normas medioambientales. Estas materias primas ecológicas suelen tener propiedades aislantes que mejoran la habitabilidad de la vivienda en las diferentes estaciones del año.

El pasado 2020, la Unión Europea firmó una directiva en la que se determinó que todas las construcciones de obra nueva debían ser viviendas sostenibles, algo que asegura a los futuros compradores unos estándares de calidad, respeto al medioambiente y reducción de consumo en el momento de la adquisición de una vivienda de obra nueva.