"Las patologías más prevalentes del adulto se instauran en la infancia y adolescencia. La labor del pediatra es fundamental"

"A lo largo de estos 50 años, la Pediatría ha tenido dos grandes avances: por un lado, el desarrollo de las especialidades pediátricas, y, por el otro, el de la pediatría de atención primaria", explica José Ignacio Labarta, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, que celebra ahora medio siglo de existencia. "Los avances han permitido mejorar las expectativas de vida, apareciendo un amplio grupo de niños con enfermedades crónicas que requieren una atención especializada. Las patologías más prevalentes del adulto –obesidad, enfermedad cardiovascular, osteoporosis...– se instauran en la infancia y/o adolescencia y, por ello, la labor del pediatra es fundamental", señala.

Para él: "Esta evolución ha ido en paralelo al desarrollo del Hospital Infantil. Se han creado Unidades de Clínicas en todas las áreas de la Pediatría, gracias a la especialización de facultativos y enfermería". Además, añade el doctor, "ha cambiado la forma de ejercer la medicina, se busca una atención integral del niño, no solamente a nivel biológico, sino también psicológico y social, en coordinación con atención primaria. Se persigue una humanización de la actividad asistencial y se ha pasado de ver al hospital como un espacio frío prestador de servicios a un hospital que quiere ser una continuidad del entorno personal y familiar de cada paciente, donde se buscan estancias cortas para todas las patologías".

«Actuamos como centro de referencia para Aragón y también para La Rioja y Soria. Anualmente atendemos 45.000 urgencias, 44.500 consultas externas, 5.067 ingresos y 3.700 partos. Eso da idea de nuestra actividad», apunta Labarta. Sobre este último servicio, el especialista indica: "Se busca un parto seguro y cómodo, sin dolor, menos intervencionista y haciendo que los verdaderos protagonistas sean la madre y el feto a través de un plan personalizado, facilitando la participación de la pareja". En cuanto a los datos, "se ha mejorado enormemente la morbimortalidad del recién nacido de alto riesgo y del gran prematuro. La mortalidad en los menores de 1.500 gramos alcanzaba cifras superiores al 30% en 1990 y en esta última década se sitúa en nuestro centro en torno al 6-10%, por debajo de la media nacional". "A nivel asistencial cada día se tiende más a minimizar ingresos y potenciar la actividad en consultas externas. En los últimos 10 años han aumentado un 27% y se realizan diagnósticos y tratamientos de enfermedades complejas de manera ambulatoria y actuamos en coordinación con otros hospitales de nuestra comunidad".

"Las vacunas ha sido un hito fundamental en el desarrollo de la Pediatría y en la mejora de la salud infantil. Para conseguir el objetivo de controlar la pandemia, será necesaria la vacunación infantil, ya que contribuirá a disminuir la transmisión comunitaria y prevenir las formas graves de la enfermedad en los niños y adolescentes vulnerables", concluye el doctor.

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