Reciclar es una práctica cada vez más instaurada en España. Así lo demuestran los datos de 2018, en los que quedó reflejada la concienciación de la sociedad sobre la contaminación, considerada como una de las problemáticas más importantes de este siglo. El compromiso de los españoles con el reciclaje de envases domésticos experimentó un fuerte crecimiento. Según los datos ofrecidos por Ecoembes –la organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España–, cada ciudadano separó y depositó en los contenedores amarillos de la calle, para su posterior reciclaje, 15,7 kilogramos de envases de plástico, latas y briks. Se trata del mayor incremento experimentado en los 22 años de historia del reciclaje de estos residuos en el país. Estas cifras son muy positivas y refuerzan una tendencia en auge que se aplica a todos los tipos de residuos. Sin embargo, no se queda ahí. ¿Cuáles son los principales datos que se esconden tras la transformación de desechos?

Papel

El reciclaje de papel aumentó en un 12,4% el año pasado, suponiendo un total de 18,1 kilos por ciudadano. Según diversos estudios, la cantidad de madera y papel que se tira en el mundo cada año es suficiente para calentar 50 millones de hogares durante 20 años. Un gasto que tiene efectos directos sobre el medioambiente. Cada minuto, se destruyen 400.000 metros cuadrados de bosques y es, principalmente, debido a la producción de papel. Solo en 2017, el mundo perdió tantos árboles tropicales como podrían caber en un país como Bangladesh o en una superficie que doble el tamaño de Andalucía. En total, desaparecieron 15,8 millones de hectáreas, lo que equivale a 40 campos de fútbol cada minuto durante los 12 meses. Este coste medioambiental es irrecuperable y va a más ya que el consumo es muy superior a la regeneración de las materias primas. Una planta tarda unos 20 años en convertirse en árbol, con el cual se pueden fabricar 700 bolsas de papel, que se utilizan en un supermercado normal en menos de una hora. Estos datos alarmantes demuestran la importancia del reciclaje. Por ejemplo, blanquear un papel reciclado tiene un gasto energético 70% menor a crear uno nuevo. Además, cada 1.000 kilos de papel tratado pueden ayudar a salvar 17 árboles, más de 1.300 litros de petróleo y reducir la saturación de los vertederos. Lo que supone menos contaminación del aire.

Materia orgánica

El 37% de los residuos sólidos urbanos en España son materia orgánica. Esto se traduce en un total de 21,5 millones de toneladas de desechos alimenticios cada año, suponiendo más de un kilo diario por persona. Unos restos que si se compostasen conllevarían la reducción de la misma cantidad de gases de efecto invernadero que retirar dos millones de automóviles de las vías.

Plástico

En el caso de la gestión de los plásticos el aumento en 2018 fue del 12,3%. Un porcentaje positivo ya que el reciclaje de una tonelada de plástico puede evitar gastar hasta 1.000 litros de gasolina y, recurriendo a un ejemplo de uso diario, tan solo con una botella de este material se ahorra la suficiente energía como para tener una bombilla de 60 vatios encendida durante tres horas.

Además de por este ahorro, la gestión adecuada de estos residuos tiene consecuencias directas en el ámbito medioambiental. A nadie le resulta extraño ver imágenes en las que los plásticos, arrastrados por la marea, llenan las costas. Un vertido abusivo en los océanos que acaba con su fauna, solo las bolsas matan a más de un millón de criaturas marinas al año.

Vidrio

En un país europeo de media cada familia usa al año unas 500 botellas y frascos de cristal, un gasto que afecta de manera directa al nivel de producción de estos objetos que, en caso de las empresas más grandes del sector, puede alcanzar el millón diario. Puesto que este material puede tardar hasta 4.000 años en degradarse, es importante su reutilización. Además, es 100% reciclable (pudiendo utilizarse una y otra vez) y con solo una botella se ahorra la suficiente energía como para tener un ordenador encendido por 25 minutos. Por otro lado, no hay que olvidar el ámbito económico, en el área de empleo. En total el reciclaje, la reutilización y el compostaje crean entre seis y diez veces más puestos de trabajo que los vertederos e incineradores

Casalé, expertos en la gestión de residuos

Fundada como empresa de transportes al servicio de la construcción en los años cincuenta, con el tiempo y gracias sobre todo a su apuesta por el I+D+i, Casalé se convirtió pronto en una compañía de referencia y pionera en gestión de residuos en Zaragoza.
Casalé Gestión de Residuos, S.L., muy sensibilizada con el medio ambiente y
comprometida con la sociedad, ha dado recientemente otro paso más hacia delante desarrollando su propio ‘Plan de Responsabilidad Social’. Un proyecto que incluye, entre otras iniciativas, un código ético y un ‘Proyecto saludable’ dirigido a mejorar la salud y el bienestar de sus trabajadores mediante el impulso de actividades de diversa índole, como fomento de la práctica del deporte, la sensibilización en la importancia de una adecuada alimentación y hábitos saludables, las mejoras en el entorno de trabajo o los beneficios sociales.
Cada vez son más las personas que quieren formar parte de la plantilla de esta empresa aragonesa, pequeña en tamaño pero grande en su gestión, en resultados y sobre todo en valores.

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