EN COLABORACIÓN CON TURISMO DE ARAGÓN

Este verano, prueba a disfrutar de un ‘resort’ en plena naturaleza

«Un ‘resort’ en plena naturaleza». Así define ‘campin’ el presidente de la representación autonómica y empresarial del sector, José Manuel Ferrero.

Disfrutar de un entorno al aire libre en ubicaciones de excepcional belleza convierten las zonas de acampada en una opción turística muy demandada.
Las zonas de acampada van a ser una opción turística muy demandada en la temporada estival.
Asociación de Campings de Aragón

¿Por qué va a ser este el año propicio para hacer campin? El máximo responsable de la Asociación de Campings de Aragón, José Manuel Ferrero, considera que son muchos los motivos para elegir la acampada como el plan perfecto de estas vacaciones, pero destaca, sobre todo, que se trata de un destino 100% seguro, idóneo para estos tiempos poscovid. Es una estancia al aire libre, en contacto con la naturaleza, en la que «si no quieres, no coincides con nadie», apunta. El presidente señala, además, el esfuerzo que se va a hacer desde los cámpines aragoneses para cumplir sobradamente con las medidas y protocolos que marcan las autoridades sanitarias y que redundarán, más si cabe, en la sensación de tranquilidad de los campistas.

Del mismo modo, las expectativas para esta temporada estival son muy halagüeñas si se tiene en cuenta el previsible tirón del turismo nacional y, concretamente, del aragonés, que, en muchos casos, va a renunciar a pasar sus vacaciones en el extranjero para reencontrarse con los destinos de su propio territorio. Tanto es así que, desde la asociación autonómica, se espera alcanzar este verano el 80% de la facturación que se registró en 2019, lo que da sobrados motivos para el optimismo.

Acampar implica diseñar unas vacaciones a medida. Caravana, autocaravana, furgoneta, bungaló, apartamento, tienda de campaña... el abanico de opciones para el alojamiento es muy amplio y diverso, lo que permite, a su vez, adaptar el presupuesto a las circunstancias.

Igualmente, las instalaciones y servicios de estos recintos están pensados para público de todas las edades. Se organizan actividades deportivas, culturales y de ocio que garantizan la diversión y favorecen la convivencia. Dicen los fieles al campin que se trata de una filosofía de vida, más que de una forma de hacer turismo, y que recuerda la vida de aquellos días en el pueblo.

Destinos de lujo en alojamientos de primera calidad

Dormir en pleno Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, compartir un vermú a la orilla del Mar de Aragón o salir ‘a la fresca’ por la noche en el Matarraña son solo algunas de las experiencias que se pueden vivir desde los cámpines de Aragón. En total, se calcula que hay un centenar repartidos por las tres provincias, aunque la mayoría se ubican en las cordilleras y sierras altoaragonesas. De hecho, la provincia de Huesca es la novena a nivel nacional en número de pernoctaciones en el sector, la primera sin costa, tal y como confirman desde la Asociación de Campings de Aragón.

Es la ubicación, precisamente, uno de los puntos fuertes de este tipo de alojamientos, que suelen establecerse en zonas rurales de extraordinaria belleza. Rodearse de ríos, montañas, bosques, prados y pequeños municipios es una inyección para la salud y el ánimo, así como la mejor forma de desconectar del día a día. En la Comunidad, hay cámpines de alta montaña, donde se puede acampar a 1.700 metros de altura, y junto a grandes embalses a tan solo 100 de altitud. Los hay pequeños, con poco más de 50 parcelas, y grandes, que pueden albergar a más de 1.000 personas.

Los cámpines permiten una amplia diversidad de alojamiento.
Los cámpines permiten una amplia diversidad de alojamiento.
Asociación de Campings de Aragón

Cada lugar de acampada ofrece un sinfín de alternativas para disfrutar del ocio y del tiempo libre en familia y con amigos. Practicar el turismo activo, descubrir la red de senderos del entorno o conocer las costumbres y gastronomía de la zona son solo una pequeña muestra de todo lo que se pone al alcance de un campista en la Comunidad. Incluso hay alojamientos especializados en deportes de aventura, actividades naúticas o de nieve. Y es que también los hay que están abiertos durante todo el año y los que son exclusivos de temporada.

Los cámpines aragoneses cuentan con una elevada demanda, avalada por el millón de pernoctaciones que registran al año, solo de carácter turístico. También cuentan con una probada calidad en instalaciones y servicios, reconocida incluso por clubes de campistas a nivel europeo, lo que justifica que sea el primer sector de la Comunidad en la recepción de turistas procedentes del extranjero. Cabe reseñar que es el único destino de interior a nivel nacional que arroja estas cifras tan positivas.

La diversidad de alojamientos es una de las claves de esa calidad. Hoy en día, se puede disfrutar, incluso, de apartamentos con yacusi o iglús perfectamente acondicionados que se adaptan al más exigente de los turistas. En total, en Aragón se disponen de más de 1.000 alojamientos especiales, entre los que se cuentan los bungalós, los ‘mobil homes’ y las habitaciones, lo que representa unas 4.000 plazas.

Instalaciones y filosofía

Los cámpines han evolucionado mucho con los tiempos y cuentan con piscina, bar-terraza, restaurante, salón de televisión, parque infantil, zona de recreativos, supermercado... algunos de ellos hasta cuentan con espá, salas de masajes, cine y biblioteca, entre otras instalaciones. En todos, la oferta gastronómica se cuida mucho, llegando a ser puntos de referencia en la zona desde el punto de vista culinario.

Es por ello que los cámpines suelen considerarse un destino vacacional por sí mismo, dado el elevado nivel de los equipamientos y la gran variedad de experiencias que ofrecen al visitante. No obstante, generan un efecto dinamizador en la zona donde se ubican. Datos de la Federación Española de Empresarios de Campings indican que el campista gasta hasta un 60% de su presupuesto en servicios externos.

Por último, debe reseñarse que el grado de satisfacción de los clientes es muy elevado. En Aragón, más del 50% repiten por dos o más temporadas. La mayoría encuentra en este tipo de alojamientos un clima de convivencia único. Una apacible experiencia donde los niños juegan, los mayores comparten una charla y los días pasan relajadamente... como ocurría en los pueblos aragoneses hace años. Los adeptos aseguran que vuelven más felices tras pasar unos días en el campin.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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