En colaboración con dkv

"Con la fotografía no busco el impacto, sino que sea una obra de arte"

El artista Ángel Marcos expone en el espacio f/DKV, centro de fotografía con causa, en Zaragoza, la muestra ‘Paisajes de Resistencia’, que se incluye en la programación del festival PhotoEspaña 2021.

El artista Ángel Marcos durante la presentación de la exposición en Zaragoza.
El artista Ángel Marcos durante la presentación de la exposición en Zaragoza.
Francisco Jiménez

Desde el pasado miércoles y hasta el próximo 29 de agosto, el espacio f/DKV, centro de fotografía con causa, ubicado en la sede de la aseguradora en el World Trade Center de Zaragoza, acoge la exposición ‘Paisajes de Resistencia’, de Ángel Marcos (Valladolid, 1955). Con esta muestra, que se incluye en la programación del festival PhotoEspaña 2021, el artista propone un acercamiento a la idea contemporánea de resistir desde una perspectiva social, política e histórica, situando al espectador en espacios anónimos pero históricamente relevantes, que cuentan con una gran carga emotiva.

Sobre el concepto que da nombre a la exposición, ¿qué significa resistencia y por qué es importante?

La definición más propia del concepto de resistencia es la acción, actitud o aptitud encaminada a la transformación o derogación de normas que ejerce algún tipo de poder o estructura. Posiblemente, la resistencia entendida desde un punto de vista contemporáneo no tiene parte de agresividad, aunque, históricamente, desde un enfoque más romántico, esta se oponía con las mismas armas que utilizaba el poder esablecido, fuera legal o ilegal. Aunque en la exposición hay imágenes de archivo, de tiempo remotos, mi concepto de resistencia tiene más que ver con la actitud en cuanto acción o la aptitud en personalidad que intenta producir cambios en una dirección casi siempre opuesta o desviada de los poderes establecidos.

¿Qué encontrarán en esta exposición quienes vayan a visitarla?

La exposición parte en la planta calle, donde se exhibe una pieza antigua que tiene que ver con la domesticación de la naturaleza, con un paisaje artificial. En esta parte de la muestra empezamos a hablar de la humanización de la naturaleza, puesto que ahora mismo, casi todo, más que naturaleza es paisaje. Todo está intervenido, explotado o, al menos, visitado por el hombre. En la planta de abajo es donde se encuentra el nuevo trabajo que se presenta aquí en Zaragoza. Es lo propio de ‘Paisajes de resistencia’, que hace alusión a la naturaleza intervenida, que tiene mucho que ver con la idea del fotógrafo viajero y de la resistencia. Hay una narración con fotos de archivo de lugares donde solo quedan restos de quienes allí habitaban para hacer una rememoración de los conceptos de siempre: una bandera negra ardiendo, gente yendo... para seguir hablando de la naturaleza como madre, refugio...

¿Qué es lo más difícil de plasmar en una fotografía?

La fotografía está muy usada, tanto desde los puntos de vista como desde las técnicas de aplicación. No puede responder a esta pregunta igual un fotógrafo de moda, un reportero o alguien como yo, que utilizo la fotografía como herramienta. No busco el impacto ni la noticia, sino un contexto dentro del arte contemporáneo y un criterio de coherencia. En mi caso, una fotografía tiene que ser una obra de arte y eso es muy difícil.

De todos los proyectos en los que ha trabajado, ¿de cuál se siente más orgulloso?

Haciendo memoria, recuerdo un proyecto en Cuba, que fue una iniciativa en la que convino mucho la utopía y el deseo de la propaganda revolucionaria, lo que pudo haber sido y no fue. Después está Rastros, en el que fui fotografiando una serie de altares que iba construyendo alrededor de mi pueblo natal, Medina del Campo, y que entronca con algunas de las imágenes que se puede ver en Paisajes de Resistencia. También hay un proyecto, que se llamó Rabo de Lagartija, que hacía un simil con estos reptiles, que cuando se sienten amenazados abandonan su rabo para confundir a los depredadores, y en el que reflexionaba sobre cómo los poderes –político, económico y religioso– se desprenden de sus rabos de lagartija si tienen algún problema. En la Subversión Íntima hablaba de la necesidad del afecto, de reconocernos y de hacerlo también a través de los otros.

¿Qué sueño le queda por cumplir profesionalmente?

Ahora estoy en un proyecto fotografiando los clubes de alterne de España. Empecé en las famosas cabañas de Santo Domingo. Los fotografío de día y por fuera, no haciendo antropología de la prostitución. Son figuras o garabatos del lugar, como historia, para que se vea el artificio de lo que luego se puede denominar deseo. Me interesa la tramoya. Llevo ya unos 260 fotografiados, 14 en Zaragoza, y seguiré.

f/DKV, Centro de fotografía con causa

En el año 2014, la aseguradora DKV trasladó su sede corporativa a una de las torres que conforman el World Trade Center de Zaragoza. Allí creó un espacio abierto a la ciudadanía en el que poder conversar sobre salud, arte y medioambiente, entre otros temas, a través de distintas disciplinas. Este lugar fue entonces la Sala Multiusos de la Torre DKV, que más tarde pasó a ser el f/DKV, centro de fotografía con causa, un espacio que nació con la pretensión de convertirse en un lugar de referencia en Aragón. Desde su inauguración, la sala ha acogido más de 30 proyectos expositivos de todas las disciplinas artísticas –pintura, escultura y dibujo–, tanto piezas de DKV como de otras colecciones y autores. Además, se han desarrollado más de 150 eventos dirigidos a públicos diversos, siempre bajo el enfoque de la promoción de los hábitos saludables y la salud.

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