Una de las grandes dudas que surge cuando se piensa en comprar una vivienda es si estamos siguiendo el camino correcto, es decir, si los pasos que vamos a seguir llevarán a buen puerto. El comprador quiere que todo salga bien, pero son tantos los aspectos que hay en juego que es fundamental contar con una figura clave en todo este proceso: el asesor inmobiliario, que se encargará de que la experiencia sea lo más satisfactoria posible.

A la hora de buscar una definición de agente inmobiliario, la más completa es aquella que hace alusión a "una persona física que se dedica a prestar servicios de mediación, asesoramiento y gestión en transacciones inmobiliarias relacionadas con: la compraventa, alquiler, permuta o cesión de bienes inmuebles y de sus derechos correspondientes, incluida la constitución de estos derechos". Es decir, se trata de un profesional cualificado en el difícil y complicado mundo de las transacciones inmobiliarias, donde no todo es tan fácil como ver un piso y decidir comprarlo.

Se trata de una figura que en otros países, como por ejemplo Estados Unidos, o el norte de Europa, está muy desarrollada y que en España está haciéndose un hueco importante, sobre todo porque cada vez el comprador-vendedor dispone de menos tiempo para dedicárselo a la compra-venta de una vivienda y el mercado inmobiliario es más complejo y amplio.

En cada país la actividad de estos profesionales se rige por una ley particular. En España, para ejercer deben estar inscritos obligatoriamente en el Registro de Agentes Inmobiliarios. Y, en la región, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón lleva décadas velando por la deontología profesional, defendiendo los derechos de los consumidores y trabajando por el cumplimiento de la legalidad por parte de sus colegiados.

Eficacia

Al igual que ocurre en el resto de trabajos, para ser un buen asesor inmobiliario es importante estar bien preparados y contar con la formación necesaria para saber resolver cualquier duda que surja con celeridad y eficacia. Para ello, es clave conocer la situación del mercado en cada momento, así como los conocimientos legales necesarios para acometer los trámites.

Además, es muy importante que estos agentes sean personas empáticas y cercanas, que sepan ponerse en el lugar del comprador y entiendan sus dudas desde el primer momento que entablan relación.

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