EN COLABORACIÓN CON TURISMO DE ARAGÓN

Chapuzones a escasos kilómetros de la capital aragonesa

Estos planes estivales requieren aprovisionarse de un bañador y un buen calzado para andar por el río. Por lo demás, es suficiente con elegir un destino atractivo y atender a las señalizaciones.

cascada
Pozo de los Chorros, en Bijuesca.
Laura Uranga

Los que tienen la suerte de poder pasar el verano en el pueblo lo saben bien. Raro es el municipio aragonés que no haga del río más cercano uno de los escenarios predilectos para pasar las calurosas jornadas estivales. Ya sea para meter los pies, buscar la sombra de algún árbol o, en el mejor de los casos, bañarse en alguna poza, estas riberas suelen encontrarse entre los destinos más demandados para disfrutar del ámbito rural.

Es por eso que se convierten en el motivo central para pasar el día fuera de casa o para justificar una escapada de fin de semana. Y no hace falta desplazarse hasta las altas montañas del Pirineo o al Sistema Ibérico turolense, pues en la provincia de Zaragoza hay muchas opciones para refrescarse y contemplar unos bonitos paisajes.

Son cinco las zonas de baño oficiales en el territorio según Náyade, el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baños, que recoge datos sobre la calidad del agua y las características de las playas. Sí, sí, playas, que en Zaragoza también las hay, aunque continentales y ubicadas en la ribera de los ríos. Concretamente, es posible remojarse en la que forma el embalse de San Bartolomé de Ejea de los Caballeros, en las playas de La Loteta, tanto en Boquiñeni como en Luceni, y en el Mar de Aragón, en Caspe.

En Zaragoza también hay playas, aunque continentales y ubicadas en la ribera de los ríos

Si lo que se prefiere es adentrarse en el curso del río para disfrutar de los saltos, cascadas y piscinas naturales, las opciones se multiplican, aunque eso sí, ya no se consideran zonas de baño oficiales y, por tanto, sus aguas no se someten a controles de calidad. Son los 'puntos de interés fluvial' señalados por el Gobierno de Aragón. A través de la web del Instituto Aragonés del Agua, se ofrece una información detallada de cómo acceder hasta ellos en la provincia y qué tipo de flora y fauna se puede encontrar. Algunos se ubican en los ríos de Espacios Naturales Protegidos.

En busca de naturaleza refrescante

Mapa en mano, es el momento de salir de la ciudad, escapar de las altas temperaturas y optar por alguno de los destinos más refrescantes de la provincia de Zaragoza. Más cerca, más lejos o próximos a alguna zona de interés turístico, las opciones en el territorio son numerosas y al alcance de cualquiera con tan solo recorrer unos kilómetros.

En primer lugar, las zonas de baño oficiales que se registran desde el Ministerio son una opción preferente, pues además de garantizarse la calidad de sus aguas, coinciden con enclaves perfectamente acondicionados para la práctica de deportes naúticos. Así, el embalse de La Loteta es conocido por ser una de las mecas del ‘kitesurf’ a nivel nacional, dada su ubicación en una de las zonas con más días de viento de toda Europa. Cuenta con su propio club, así como con escuelas para aprender a manejar la cometa y pasar un día inolvidable.

El Mar de Aragón es el embalse más grande de la Comunidad y cuenta con una amplia oferta de actividades naúticas.
El Mar de Aragón es el embalse más grande de la Comunidad y cuenta con una amplia oferta de actividades naúticas.
Laura Uranga

En el embalse de San Bartolomé, a poco más de diez kilómetros de Ejea de los Caballeros, la pesca es la actividad estrella, además del remo y la vela. Los bañistas suelen concentrarse al otro lado de la presa, si se toma como referencia el camino asfaltado que parte del municipio zaragozano, donde también es posible tomarse un refrigerio en el bar.

La última zona de baño oficial según el registro ministerial es la del embalse de Mequinenza, en el término municipal de Caspe. El conocido como Mar de Aragón es el más grande de la Comunidad y ofrece un amplio abanico de actividades deportivas y una importante infraestructura turística para alojarse y reponer fuerzas. La pesca reúne a aficionados de todo el mundo en la zona y alberga competiciones de talla internacional. Destaca también la formación que se imparte para hacer los primeros pinitos en kayak, ‘windsurf’, vela, ‘wakeboard’ o esquí náutico, la mejor forma de beneficiarse de un divertido chapuzón.

Tras el curso de los ríos

Es justo empezar la nómina de enclaves refrescantes señalando aquellos que permiten bañarse en el río Ebro, el más largo de España. Tomando como referencia la información del Instituto Aragonés del Agua, tanto los sotos y mejanas de Novillas y Boquiñeni, como los escarpes que forma el río a su paso por Remolinos, Torres de Berrellén y Sobradiel bien merecen una visita. Para acceder al primer punto, hay que tomar una pista que sale desde Novillas, donde desemboca el camino al río. En cuanto a los escarpes, son varios los accesos que permiten llegar hasta la orilla con facilidad.

En cuanto a las zonas preferentes en la provincia para darse un baño, cabe distinguir la que forma el río Arba, en las Cinco Villas, y que da lugar al conocido Pozo Pígalo, en Luesia, un lugar de extraordinaria belleza, cuyo acceso actualmente está regulado y obliga a pagar plaza en el aparcamiento. El mismo río, localizado en El Frago, ofrece un salto de agua muy apetecible en el barranco de Cerveruela.

Para los urbanitas de la capital aragonesa, una buena idea es dirigirse hacia Belchite, a menos de una hora en coche, y sumergirse bajo la cascada del Pozo de los Chorros del río Aguasvivas. Más cerca todavía está la localidad de Tosos, en la comarca Campo de Cariñena, adonde se recomienda ir y darse un baño en el embalse de las Torcas, situado en un entorno muy interesante desde el punto de vista ornitológico y medioambiental.

Al norte de Zaragoza, las aguas del Gállego hacen parada en Ontinar del Salz y en Zuera, con sendas paradas donde disfrutar del paisaje.

En esta selección de enclaves naturales es obligado destacar el atractivo que dibujan las hoces que bordean el río Mesa y que conforman el tramo que une las localidades de Jaraba y Calmarza en la Comunidad de Calatayud. Existen, además, zonas de recreo acondicionadas con merenderos, lo que favorece ir a pasar el día.

En la provincia de Zaragoza hay mucho más, de manera que no se pueden pasar por alto los parajes de Maella, Fabara y Nonaspe con los ríos Algars y Matarraña; el Salto de la Cueva, del río Guadalope en Caspe; los remojones en el Jiloca, entre Manchones y Murero, en la comarca Campo de Daroca; el Salto de la Requijada en Nuévalos, cerca del Monasterio de Piedra; las riberas del Manubles, con el azud de Bijuesca y otro Pozo de los Chorros; y las zonas de baño del río Jalón, en Purroy, Villanueva de Jalón y Murallas de Grisén.

Igualmente, es preciso tomar nota de los puntos de interés fluvial incluidos en los Espacios Naturales Protegidos de la provincia, como el Parque Natural del Moncayo, donde los ríos Huecha, Isuela y Queiles dibujan unos barrancos impresionantes en Añón del Moncayo, Purujosa y Los Fayos respectivamente. A su vez, el Parque Natural de los Galachos de la Alfranca, Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro incluye el denominado Meandro del Rincón Falso, como punto de interés acuático y medioambiental.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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