El paraíso escondido en un pequeño pueblo de Aragón con cascadas y piscinas naturales
Recorrer el camino hasta este municipio de 80 habitantes de la Comarca de Calatayud y descubrir su piscina natural de aguas cristalinas es el plan perfecto para escapar del calor de los meses de verano.
Aragón es un territorio con gran variedad de paisajes. Su amplia geografía ofrece entornos plenamente alpinos como los ibones de las cumbres del Pirineo, amplios valles y desiertos espectaculares. Pero, quienes salen de las rutas más habituales pueden descubrir lugares algo más ocultos y poco conocidos que recuerdan el entorno de paraísos tropicales con sus cascadas y piscinas naturales. Un buen ejemplo de estos tesoros escondidos está en Calatayud: se trata del Pozo de los Chorros en la localidad de Bijuesca. Entre las rocas, el río Manubles se abre paso a través de una serie de pozas que terminan en una cascada de más de dos metros y una piscina natural rodeada de imponente vegetación.
Cómo llegar al Pozo de los Chorros del río Manubles
Cerca de la localidad de Bijuesca, un municipio de poco más de 80 habitantes enclavado en la Comarca de Calatauyud, se encuentra la piscina natural del Pozo de los Chorros. La cascada de los Chorros ha creado una poza realmente de más de 10 metros de profundidad y junto a ella se han instalado varias mesas para hacer pícnic.
El recorrido desde el pueblo está muy bien señalizado y es corto así que se puede realizar sin problema. Solo hay que caminar unos 300 metros aguas arriba siguiendo la carretera y tomar una pista que parte de la báscula para vehículos pesados del pueblo. No tiene pérdida. El recorrido termina en el Pozo de los Chorros y en verano suele tener bastante afluencia. Para quienes quieran alargar la excursión, hay otra cascada a unos 100 metros aguas arriba llamada Pozo Puntillas.
Qué ver en Bijuesca
La localidad de Bijuesca no solo cuenta con la maravilla natural del río Manubles sino que también se puede visitar la Fuente de los Caños, una de las más famosas de la comarca con 28 surtidores de agua que sale a 16 grados. Darse un paseo por el pueblo es imprescindible para cruzar el puente medieval, recorrer la plaza Mayor y un poco más adelante tomar la senda que lleva hasta la Montaña de Colorines, una singular formación geológica de este municipio.
