Naturaleza

Descubre los ibones más impresionantes y bellos de Aragón

Estos lagos de origen glaciar cosechan año tras año un éxito arrollador en los planes familiares de la época estival y cuentan con una destacada presencia en la Comunidad.

Una estampa del Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, rodeado de bosque de pino negro.
Una estampa del Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, rodeado de bosque de pino negro.
Laura Uranga

La conocida riqueza natural y paisajística con la que cuenta Aragón se refleja de forma clara en parajes como sus ibones. Así, estos lagos de origen glaciar registran cada año un éxito notable en los planes familiares veraniegos tanto de locales como de visitantes. La gran fascinación que generan viene favorecida por su emplazamiento, al ubicarse en enclaves naturales de gran belleza, lo que los convierte en miradores únicos, siendo atalayas en medio de paisajes asombrosos.

Asimismo, destaca su condición de espejos naturales de límpidas aguas donde se reflejan picos, crestas y nubes bajo un cielo que siempre parece más azul.

Por otro lado, cabe resaltar que son absolutamente singulares en lo relativo a su formación, además de escasos en la Península Ibérica. Por ello, tienen un considerable valor científico y cultural, acumulando un agua que es necesaria para regular los ríos de las montañas.

A continuación se detallan tres de los más destacados de Aragón.

Ibón de Piedrafita

Ibón de Piedrafita.
Ibón de Piedrafita.
Laura Uranga

Muy cerca del Parque Faunístico de Lacuniacha se encuentra uno de los principales atractivos del valle de Tena para turismo familiar: el ibón de Piedrafita. Accesible a través del tren turístico de Tramacastilla de Tena y también en coche, desde el aparcamiento situado junto al del parque la ruta está señalizada en todo momento y la distancia total de ida y vuelta ronda los seis kilómetros. La caminata se emprende siguiendo la pista por la que se ha llegado con el coche, cruzando la barrera que indica que los vehículos ya no pueden pasar. Con la sierra Tendeñera al frente, conforme se avanza por un sendero firme y en buen estado, va apareciendo al otro lado del valle la majestuosidad del macizo del Balaitus, los picos del Infierno y la zona de Bachimaña. A unos dos kilómetros de la salida se llega al barranco del Boj, donde está indicado el desvío hacia el ibón, dejando a la derecha el refugio de Telera. Durante los siguientes 20 minutos el terreno es más de montaña. Se trata del último tramo antes de llegar al ibón de Piedrafita, situado a los pies de la Peña Telera, de 2.760 metros de altitud, mil metros por encima del lago.

Ibón de Truchas

Ibón de las truchas, en Astún.
Ibón de Truchas.
Laura Uranga

Situado en Astún, se llega en 45 minutos de sencilla caminata en zigzag o, si se prefiere, en el telesilla de la estación, que deja justamente en su orilla. Se trata del primer lago que se encuentra justo al bajar del telesilla y, junto al próximo de Escalar (situado a 10 minutos), alberga truchas que fueron introducidas hace un tiempo. Protagonista de un entorno muy llamativo y bien señalizado, el circo que sirve de cuenca dispone de un collado (denominado de Astún) que conecta con Francia y desde el que se obtiene una esplédida vista del valle de Ossau y del Pico de Midi d'Ossau. Para los que deseen tomar algo mientras contemplan este marco incomparable, el ibon dispone de una cafetería cercana. Asimismo, constituye el punto de partida para muchas otras excursiones, como la famosa ruta de los 'Lacs de Ayous' (ya en la parte francesa).

Ibón de Plan

Ibón de Plan.
Ibón de Plan.
Laura Uranga

También conocido como Basa de la Mora, el ibón de Plan está cerca de la localidad de Saravillo y se puede acceder en coche hasta el refugio de Labasar por una pista que exige velocidad moderada. Desde ahí hay menos de una hora de caminata en descenso hasta un lugar realmente mágico, que se hiela en los meses fríos y que se llena de piedras ‘rebotonas’ lanzadas por los excursionistas para hacerlas patinar. El regreso, aunque obviamente es en subida, no se hace pesado en absoluto, y los estímulos visuales a izquierda y derecha lo hacen muy agradable. Se trata de una zona muy recomendable para las familias, siendo uno de los ibones más conocidos de todo Aragón y un lugar de leyenda, como la que cuenta que allí vive una princesa musulmana encantada. El lago se rodea por las murallas del macizo de Cotiella, con espesos bosques de pino, praderas y agujas monolíticas, y cerca del refugio de Labasar se encuentran los restos de tres 'cromlech', círculos de piedras megalíticos.

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