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Ruta desde la presa de Bierge hasta la fuente de la Tamara, dos oasis en la sierra de Guara
Es un camino sencillo siguiendo el sinuoso cauce del río Alcanadre. Está señalizado y la distancia total de ida y vuelta es de 9,5 kilómetros.
La Sierra de Guara es el paraíso de las rutas fluviales y otras actividades acuáticas. Una de las propuestas más sencillas y, al mismo tiempo, gratificantes es recorrer el camino de la Fuente de la Tamara. El itinerario es uno de los muchos que recorren el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en el prepirineo aragonés.
La Fuente de la Tamara es una de las numerosas piscinas naturales que se esconden en este espacio, caracterizado por sus angostos cañones y sus formaciones rocosas. Durante la ruta, que sigue el sinuoso cauce del río Alcanadre, desde los miradores no dejará de sorprender el verde esmeralda de las aguas de ésta y otras badinas que se reparten por el territorio.
El itinerario es sencillo, planteado para que se pueda hacer en familia y con niños. La extensión es de 9,5 kilómetros de ida y vuelta, que se recorren en un tiempo estimado de tres horas. Eso sí, sin contar con las numerosas paradas que se harán durante el camino para tomar fotos o para refrescarse dándose un chapuzón.
La ruta comienza en el aparcamiento del salto del Bierge, una de las ZBC (Zona de Baño Controlado) más populares de Aragón. También es, por desgracia, de las más masificadas, por lo que desde hace unos años se controla el aforo y se cobra entrada. Como punto de partida no está nada mal para darse un primer baño antes de echar a andar.
Esta presa del río Alcanadre forma un salto de agua de nueve metros de altura, una gran tentación para los más atrevidos. Pero, aunque se siguen observando conductas de este tipo, saltar desde la presa está prohibido por el riesgo que supone. Lo que sí se puede es disfrutar de la playa natural a orillas del agua cristalina de esta piscina en plena Sierra de Guara.
De un oasis a otro, la Fuente de la Tamara es el destino de esta ruta de menos de diez kilómetros desde el salto del Bierge, por el itinerario señalizado como S-1 del Parque Natural. El camino, que va siempre a la derecha del río Alcanadre, sale desde el aparcamiento de la presa y el primer tramo es un paseo acondicionado para personas de movilidad reducida que finaliza en un mirador. Desde este punto se obtienen vistas del cañón con el Huevo de Morrano de fondo.
A partir de aquí, el camino se vuelve estrecho y sube y baja todo el tiempo durante el tramo más cansado de todo el recorrido, ya que se superan constantes desniveles. Tras una hora y media de ruta, aparece el desvío hacia la Fuente de la Tamara pero, unos metros hacia adelante, antes de coger la nueva senda, merece la pena asomarse para ver los estrechos de los Fornazos. Además, este es un sitio frecuentado por los barranquistas que están realizando el descenso de La Peonera, uno de los barrancos más populares de la zona.
Tras este tramo de subidas y bajadas, la recta final es un descenso con cierto desnivel que llegará hasta la Fuente de La Tamara. La recompensa de la caminata salta a la misma nada más llegar, cuando se contempla esta amplia piscina natural de aguas transparentes. Este paraje es el resultado del caudal que baja del estrecho de los Fornazos que, en este punto, confluye con la surgerencia de La Tamara. La estampa invita a darse un chapuzón aunque conviene saber previamente que el agua suele estar fría.
Los más valientes se bañarán y los demás puede que, al menos, metan los pies para descansar tras la andada. En cualquier caso, el lugar invita a tomarse con calma la ruta de vuelta y disfrutar primero de este oasis. Para la vuelta hay varias opciones. Se puede regresar a pie siguiendo el mismo itinerario recorrido a la ida o bien, si se cuenta con el material necesario, es posible descender por el curso del río. Es un sendero acuático que atraviesa los cañones y pasa por otras badinas, como la fuente de El Puntillo. Como tercera alternativa, el regreso a Bierge se puede enlazar con el sendero S-2 de Pacos de Morrano.
Otras rutas en el Parque Natural de Guara
La erosión del paso del agua durante años es la culpable del espectacular paisaje kárstico que ofrece el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Sus famosos cañones son estrechos y profundos barrancos por donde los ríos, cuyas aguas tienen un llamativo color turquesa, fluyen creando cascadas, sifones, cuevas y otras formaciones.
Para conocer este entorno a pie, el parque tiene señalizados 17 senderos. Están clasificados por dificultad y según el tipo de público al que se orientan. Siete de ellos se consideran familiares, como el ya citado de la fuente de la Tamara. El de los Quejigos Centenarios o el de la Sierra de Bonés son otras opciones fáciles.
También hay propuestas más exigentes para montañeros, cuatro en total, como la ascensión al Tozal de Guara, que suma una distancia total de ida y vuelta de casi 23 kilómetros. Para senderistas, que sería la clasificación intermedia, hay 15 senderos señalizados, como el del castillo de los Santos (ruta circular de 5 kilómetros también apta para niños) o el camino del barranco de la Pillera. Este itinerario tiene una extensión de unos once kilómetros y hay que cruzar el río por el cauce en varias ocasiones, por lo que conviene conocer el nivel del agua y la fuerza de la corriente antes de emprender la ruta.
El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara forma parte, junto con otros 17 espacios, de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Aragón. La componen parques nacionales y naturales, reservas, monumentos y paisajes protegidos que se extienden por las tres provincias aragonesas.
Todas las actividades, rutas tanto a pie como en bici y otras opciones para conocer la riqueza natural de la Comunidad en estas áreas protegidas se pueden conocer en la web de la Red Natural de Aragón.
