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Aventura minera en Escucha, Utrillas, Mequinenza y otros museos de Aragón
La provincia de Teruel es la más prolífica en este tipo de yacimientos pero hay otras minas menos conocidas en el resto de la Comunidad que también se pueden visitar.
Pese a haber pasado a la historia como actividad económica, el pasado minero de Aragón sigue vivo a través de museos y explotaciones que se pueden visitar. Los espacios más populares de este tipo son los de las Cuencas Mineras. Como su propio nombre indica, esta comarca turolense es donde más fuerza cobró la minería. Actualmente, localidades como Escucha, Utrillas, Andorra y Alloza, rinden homenaje a sus años de gloria con sus museos mineros.
Tras el cierre progresivo de las minas, visitar cualquiera de estos pueblos hace posible conocer in situ cómo era la labor de los mineros y la vida de sus habitantes. El Museo Minero de Escucha se sitúa en una mina de carbón auténtica, a casi 200 metros de profundidad. Adentrarse en ella permite sentirse minero por un día y recorrer, con el equipo de protección correspondiente y con un guía, las distintas galerías subterráneas. Para visitarlo, es obligatorio reservar plaza, y está abierto de martes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 (los fines de semana y festivos abre una hora antes y cierra una hora más tarde).
En la vecina localidad de Utrillas hay montado un Parque Temático de la Minería. Ubicado en una de las minas más antiguas y emblemáticas de la zona, el pozo de Santa Bárbara, el mayor atractivo de este espacio es poder volver a ver en marcha las antiguas locomotoras que se empleaban en la época. No solo eso, sino que también se puede viajar en ellas. El tren minero vuelve desde hace unos años a rodar por sus antiguas vías para conectar el centro de Utrillas con el parque temático. Además, algunos fines de semana se ponen en marcha las locomotoras Hulla (1903) y Deutz (1930). Durante el mes de agosto, el museo está abierto todos los días excepto el lunes, de 10 a 14 y de 16 a 20.
Mwinas es el Parque minero de Andorra-Sierra de Arcos y es un amplio espacio expositivo al aire libre donde se puede ver parte de la antigua maquinaria que se empleaba para el trabajo en las minas. En Andorra, el museo se extiende en las instalaciones del pozo de San Juan, donde está el centro de visitantes y la principal área expositiva. La visita la completa un paseo en el tren minero y se puede acceder a las instalaciones de jueves a domingo y también los festivos, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.
Junto con Andorra, Mwinas engloba también los restos de la vecina localidad de Alloza, donde está el espacio de interpretación Restauración Ecológica de Zonas Mineras. A lo largo de unos siete kilómetros se da a conocer todo el proceso de explotación de una mina de carbón a cielo abierto a través de tres miradores. El recorrido es guiado, se realiza en autobús y sólo puede hacerse en grupo, previa petición en la oficina de turismo comarcal de Andorra.
Mequinenza y otros museos mineros menos conocidos
En el resto de Aragón hay otras zonas que también tienen su pasado minero y así lo muestran en diversos museos. Uno de los más conocidos, fuera de las Cuencas Mineras, es el de Mequinenza. La antigua mina se ha rehabilitado y adaptado como un espacio expositivo en el que hacer un viaje por la trayectoria minera de esta explotación. De la mano de un guía y pertrechados con casco y otros elementos de seguridad, los visitantes recorren las instalaciones para meterse en las entrañas de una mina auténtica. Durante el paseo se pueden ver herramientas, maquinaria e imágenes de archivo que dan fe de cómo fue evolucionando el trabajo en este yacimiento subterráneo. Las visitas duran dos horas y son los sábados durante todo el día y los domingos por la mañana, siempre con reserva previa.
Otra de las minas de la provincia de Zaragoza es la conocida como del Tío Calderón, en la localidad de Aguarón. En este pequeño yacimiento de unos cien metros de túneles se explotaba baritina y también pirita y óxidos de hierro asociados a la mineralización. Construida hace más de 30 años, actualmente la mina está abandonada y se puede acceder libremente.
Dedicada a la explotación de sal estaba la Mina de los Carabineros, entre Torres de Berrellén y Sobradiel. También abandonado, de este yacimiento se conservan los restos de un edificio, la entrada a la mina y una galería recta de unos 30 metros donde todavía se pueden ver las vetas de halita (sal gema) que se explotaba.
La constancia de minas en la provincia de Huesca es menor que en el resto del territorio aragonés pero los estudios llevados a cabo en esta dirección van aportando cada vez más información. Así, según los investigadores del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza (Museonat), hay indicios de que la plata y mucho plomo se fabricaron en explotaciones del alto Cinca como las minas de Chisagüés, Espierba, Parzán y Bielsa. También las hubo de plomo en Eriste, con una fundición restaurada, y en Panticosa, en Yenefrito. El cobre, también utilizado en monedas antiguas, era abundante en la Hoya de Huesca, producido en las minas de Barto, Ayerbe, Gaberdola, Lienas, Almunia del Romeral y Labata.
Esta información forma parte de un estudio sobre las minas olvidadas de Aragón a través del que el Museonat hace un llamamiento al ciudadano, sobre todo a los vecinos más longevos del medio rural, para que compartan cualquier información sobre el pasado minero en sus pueblos. La comarca del Sobrarbe, Aladrén (en el Campo de Cariñena), Libros (en las cercanías de Teruel) o Cerler, en el Pirineo, son otros de los muchos puntos de la geografía aragonesa donde poner en valor el pasado minero.
