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El primer riesling

Ya está aquí el primer monovarietal blanco de uva riesling elaborado en Aragón. Ha salido esta semana de Viñas del Vero, de la D. O. Somontano, después de que el consejo regulador autorizase esta variedad hace dos años. Tiene una estupenda relación calidad-precio.

La nueva referencia monovarietal ha sido puesta en el mercado por Viñas del Vero.
El primer riesling

Los aficionados aragoneses a los buenos vinos blancos estamos de enhorabuena. Aragón pesa cada vez más en el mundo por su oferta en vinos blancos de calidad. No hay más que ver los resultados de la última edición del concurso internacional Chardonnay du Monde (ver la página de al lado). Y si trabajamos como nadie la chardonnay, no digamos la gewürztraminer, que en el Somontano producen al alza cada vez más bodegas añada tras añada, agotando todas las existencias a los pocos meses de salir al mercado. Ahora, hay una nueva referencia monovarietal, que Viñas del Vero ha puesto esta misma semana en el mercado. Está elaborado con uvas de la variedad centroeuropea riesling, que ya se plantó como uva experimental en los inicios de la Denominación de Origen Somontano, aunque no fue entonces autorizada, trámite que sí obtuvo hace dos años.


En esta primera añada, la producción ha sido más bien corta, de unas 3.000 botellas, por lo que, dadas las características del vino, es previsible que se agote con rapidez. Digamos de entrada que estamos ante un blanco con unas características muy distintas a los gewürztraminer. Que nadie espere encontrarse con esos aromas tan especiados y exóticos que rápidamente despliega el ‘gewür’ y que tanto gustan al público femenino. Este riesling, que Viñas del Vero comercializa también en su línea de vinos de colección, aunque con una renovada imagen, es un blanco mucho menos comercial, mucho más sutil, de los que gustan a los más entendidos.


Perfecto equilibrio


Esta semana tuvimos la oportunidad de probarlo en primicia junto al enólogo de la bodega, José Ferrer, y dos expertos catadores: Pepe Puyuelo y Jesús Solanas, destacados profesionales de la gastronomía aragonesa y presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Asociación de Sumilleres de Aragón. También estaban presentes Enrique Artasona, director gerente, y Amparo Cuéllar, responsable de márquetin, de Viñas del Vero.


Las impresiones fueron inmejorables. El color dorado y limpio que exhibe en la copa anuncia los buenos momentos que esperan al catador. Le cuesta abrirse y va desplegando poco a poco sus matices olfativos –algo que para mí es una buena señal–, que en este caso tienen como seña identificativa las flores de azahar. Llegan más tarde referencias a frutas con hueso de verano, como el melocotón y el albaricoque, con un trasfondo de pieles de cítricos.


Esta complejidad en nariz tiene un distinguido paralelismo en la boca. Su acidez es la justa, más al estilo de los riesling alemanes que de los alsacianos, según la apreciación de Jesús Solanas. Pepe Puyuelo destacó su expresividad fina y elegante. Ambos expertos hicieron notar la buena relación calidad-precio del producto.


Estos halagos hicieron sentirse satisfecho al enólogo, quien destacó que la riesling es una uva difícil de trabajar. «Todo el mundo alaba estos vinos, pero pocos se arriesgan a cultivarla», destacó Ferrer. De hecho, no debe haber en España más de una docena de vinos monovarietales riesling. El responsable técnico explicó que lo difícil es conseguir la madurez justa de la uva, ya que tiene la piel muy fina y es muy sensible a la podredumbre. Para conseguir los mejores resultados es preciso, además, encontrar los terrenos adecuados.


Las uvas de este varietal se vendimiaron hacia mediados de septiembre. Después de fermentar, el vino estuvo en depósito durante mes y medio con sus lías para conseguir más cuerpo. El pasado marzo, se filtró y se embotelló. El grado alcohólico, 13,5, parece inferior gracias a su equilibrio.


Destacar, por último, que la botella renana en la que se vende es algo más estilizada que la de su hermano el gewürztraminer, aunque la próxima añada de este también se venderá en este envase renovado. El diseño de la etiqueta marca también la nueva tendencia en el ‘packaging’ de algunos vinos de la bodega, con trazos florales en las etiquetas y colores más definidos en las cápsulas.