¿Cómo funciona el desodorante?

Junto a una bueno higiene, son los mejores aliados contra el mal olor corporal.

El desodorante, un arma contra el mal olor.
El desodorante, un arma contra el mal olor.

Hablábamos hace unos días en esta sección del sudor y del mal olor que lo acompaña.

Para combatirlo, nada como una buena higiene que elimine en lo posible las bacterias que lo provocan. Pero como a veces eso no es suficiente, existen productos que nos ayudan a reducirlo.

Aunque en general usamos la palabra desodorante para describirlos a todos, hay que separarlos en dos grupos: los desodorantes, propiamente dichos, y los antitranspirantes.

Los primeros inhiben las bacterias que producen el mal olor. Con menos bacterias, olemos menos. Además, incluyen perfumes que enmascaran posibles restos del 'aroma' de la transpiración. Eso sí, la cantidad de sudor que produzca nuestro cuerpo será la misma que sin desodorante.

Los antitranspirantes actúan sobre las glándulas sudoríparas. Bloquean los conductos por los que el sudor escapa a la superficie y, de este modo, reducen la transpiración. En este caso, no olemos porque no hay sudor. La mayoría de los antitranspirantes, no obstante, incluyen también algún componente desodorante para que el sudor que pueda escapar no tenga mal olor.

La elección de uno u otro dependerá de cada persona. En los casos en que hay poca sudoración, bastará con utilizar desodorante. Quienes suden mucho, quizá deban recurrir a los antitranspirantes.

En cualquier caso -insistimos-, unos u otros siempre deben ir acompañados de una buena higiene. La ciencia no hace milagros y ni el mejor desodorante logrará ocular los efluvios de una axila que no haya pasado antes por la ducha.

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