El superalimento cargado de fibra perfecto para tu dieta
Este alimento tiene mucho hierro, aporta calcio, fósforo o zinc y tiene un bajo contenido en grasa.
Hay comidas que no entran con facilidad en la infancia y acaban convirtiéndose en favoritos de la edad adulta. Esas cosas ocurren porque el citado alimento forma parte de la comida rutinaria del colegio, o es el plato rápido que salvaba las comidas en casa: la imaginación y las múltiples variantes que permite hoy la cocina en España a quienes se interesan en mejorar sus habilidades dan una segunda y tercera vida a esos platos que no alegraron precisamente nuestra niñez.
Entre las legumbres, los garbanzos son un clásico. Y resulta que tienen muchas propiedades interesantes para el organismo, empezando por su aporte a la salud de nuestros huesos y siguiendo por el factor de apoyo a nuestras digestiones, en contra de lo que muchos piensan. En cuanto al sabor, son muy agradecidos con las especias: la pimienta y el pimentón rojo le van especialmente bien, así como el ajo (sin pasarse) o el comino. No necesitan de mucha sal para conquistar a las papilas gustativas.
Obviamente, cuando las legumbres vienen con salsa gorda o en cocido con varias carnes caen más pesados, pero están de rechupete: si se quiere optar por ellos como aperitivo, parte de una ensalada o materia prima para el ahora popularísimo hummus (tahina, garbanzos, limón y especias como receta básica, con barritas de zanahoria como cuchara comestible) esta legumbre funciona de lujo.
Beneficios del garbanzo
Para empezar, tienen mucho hierro, y anda bien servido de calcio, fósforo o zinc. Además, son una fuente de hidratos de absorción lenta, un detalle clave para los diabéticos, que pueden comerlos sin temor a una subida rápida del azúcar en sangre y hacer que aprovechen más si se sigue una buena pauta de insulina y ejercicio.
Los garbanzos aportan fibra y apoyan el tránsito intestinal: además, su bajísimo contenido en grasa hace que sacien sin quedarse luego alojada esa grasa alrededor del ombligo.
