​Veinticinco años luchando por un Museo del Ferrocarril

Aragón cuenta con la mejor colección de coches cama de toda Europa.

Colección de la AZAFT
​Veinticinco años luchando por un Museo del Ferrocarril
M.Rived

¿Imaginan tener una vitrina vacía y el fondo del armario repleto de valiosos objetos? Esto es lo que ocurre con la numerosa colección de trenes de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvía.


“Llevamos 25 años luchando, hemos intentado instalarlo en varias localizaciones como Ayerbe, Calatayud o Canfranc”, asegura el vicepresidente de la AZAFT Carlos Abadías en referencia a la intención de crear un Museo del Ferrocarril.


El sueño de esta asociación fue rozado con la punta de los dedos cuando se proyectó la Estación Intermodal de Delicias. “La obra del museo se fue retrasando porque no era prioritaria”, comenta Abadías, “el ventanal frontal de la estación fue construido a modo de vitrina para estas piezas ferroviarias”. Para la asociación, este emplazamiento junto a la Estación Delicias es el idóneo. Además, tal y como asegura Abadías, se invirtieron “entre 700 y 800 millones de las antiguas pesetas” en el acondicionamiento del techo del parquin de la estación para que pudiese soportar el peso de las piezas. Asimismo se construyó un puente de salto de carnero para intercambiar los trenes entre vías. Zaragoza Alta Velocidad tuvo la última palabra descartando la creación de este espacio expositivo.

La colección

La asociación cuenta con valiosas piezas ferroviarias repartidas entre las localidades de Casetas y Canfranc. A pesar del valor histórico y visual de la colección, se mantiene oculta a la vista del gran público en hangares impracticables y con nula posibilidad de ser visitados.


“El patrimonio industrial no es para decorar una plaza o una fuente”, advierte Carlos Abadías que pone como ejemplo el paupérrimo estado de conservación de la locomotora expuesta junto al Puente de la Almozara de Zaragoza.


La colección de la AZAFT se divide en dos grandes secciones con aproximadamente medio centenar de piezas cada una. Por una parte, los vehículos fabricados por la compañía CAF, y por otra las piezas elaboradas por la Compañía Internacional de Coches Cama como por ejemplo el famoso Orient Express, protagonista de la novela de Agatha Christie ‘Asesinato en el Orient Express'


Entre las piezas conservadas por esta asociación se encuentran trenes de la Belle Époque que llegaron a España como consecuencia de la renovación de la flota en otros países, tres locomotoras de vapor cedidas por Endesa, o coches pertenecientes a altos cargos como los utilizados por Manuel Azaña, Franco o el rey Juan Carlos I.


Desde la asociación insisten en que la construcción de este reclamado espacio de exposición supondría una exclusividad, ya que sería el único museo de España especializado en coches cama.

Restauración de un histórico

“Entendemos la situación económica actual”, confiesa Carlos Abadías aunque insiste en que desde la asociación no se va a cejar en el empeño de conseguir exponer su colección.


Mientras esperan la llegada de un museo, centran sus esfuerzos en una campaña de mecenazgo para restaurar una locomotora de vapor construida en 1920, la ‘Baldwin I’ que trabajó durante una larga temporada en la ruta Andorra-Escatrón para transportar el carbón andorrano hasta la térmica de Escatrón.


Esta máquina se ‘jubiló’ en 1999 pero desde la AZAFT se reclama una tercera oportunidad –ya se sometió a una restauración en los 80- para que vuelva a circular por las redes ferroviarias aragonesas. La asociación busca financiación de particulares pero sobre todo de empresas ya que este mecenazgo ofrece sustanciosas ventajas fiscales.

"A favor" del tranvía

La asociación trata de poner en relevancia el pasado ferroviario pero también mira hacia el presente, en concreto al Tranvía de Zaragoza con el cual están “a favor”, según explica el vicepresidente de la AZAFT. “Nos parece imprescindible la construcción de la línea 2 del tranvía”, asegura Carlos Abadías que transmite que desde la asociación se considera a este medio de transporte como “el más rentable y lógico” para la malla urbanística de la capital aragonesa.