Música

El emotivo debut de Teresa Lizaga con la Ronda de Boltaña

Se subió al escenario por primera vez en el Festival Castillo de Aínsa para cantar 'Nana de la nina Luna', la canción que Manuel Domínguez compuso para su hija cuando dio a luz en confinamiento.

El emotivo debut de Teresa Lizaga con la Ronda de Boltaña
El emotivo debut de Teresa Lizaga con la Ronda de Boltaña
La Ronda de Boltaña

Entre las muchas sorpresas que el pasado sábado, 8 de julio, hicieron vibrar el Castillo de Aínsa durante el concierto de Rozalén y la Ronda de Boltaña destacó una actuación inesperada que logró un "silencio sepulcral" en la plaza para escuchar a una de las protagonistas de la noche, Teresa Lizaga y su 'Nana de la nina luna'.

"Yo no soy cantante ni me dedico a ello, pero ha sido una experiencia preciosa el poder cantar en el escenario abrazada a grandes voces femeninas como Rozalén o Carmen París. Es un regalito que me llevo para siempre", cuenta esta boltañesa.

La historia de esta canción de cuna, que forma parte del disco 'La estación de las violetas', se remonta a hace tres años, cuando Lizaga se quedó embarazada de su hija Luna y dio a luz en casa en pleno confinamiento, acompañada de su marido, su hermana y su madre. 

Su padre, Manuel Domínguez, miembro de los 'rondadors', quiso tener un gesto especial con ellas, al no poder acompañarlas en ese momento a causa de las restricciones. 

"Como no pudo venir de Boltaña, recuerdo que conoció a Luna en vídeollamada, y me dijo: "¿estás sentada?". Sí. Pues ahora me toca darte el regalo por el nacimiento de Luna. Y entonces yo, con un combo de hormonas, de emociones, recién parida… me presentó la letra de esta canción con una preciosísima acuarela que pintó mi abuela y la melodía que había compuesto mi tío, y me eché a llorar. Creo que lloramos todos ese día", cuenta ahora con una sonrisa. 

La joven boltañesa, que es madre de una niña de tres años, se subió al escenario por primera vez el pasado sábado, 7 de julio, para cantar 'Nana de la nina Luna', la canción que su padre, Manuel Domínguez, miembro de La Ronda, compuso para ella cuando estaba embarazada y dio a luz en confinamiento.

Desde entonces, Lizaga no ha dejado de cantarle esta nana a su hija Luna, que ya la identifica como propia. "Para mí ha sido de los regalos más bonitos que me han hecho… Y recuerdo que me la aprendí ese mismo día, aunque luego ya mi padre la grabó y me mandó un audio con la melodía, la letra y todo… Pero desde ese primer momento se la he estado cantando a Luna, y ella en cuanto empiezan a sonar las primeras notas siempre dice: '¡mi canción, mamá, mi canción".

La sorpresa de su debut llegó a mitad de un concierto que agotó entradas el segundo fin de semana de julio. Pero a ella ese dato no le hizo temblar la voz. "Cuando me dijo mi padre esa mañana que se habían vendido las 2.600 entradas, pensé: ¡ostras! Pero la verdad es que ese día no estuve nada nerviosa. Me dio mucha más impresión que me lo propusiese mi padre, porque sabía que si decía que sí tendría que salir con todo, y me daba apuro no estar a la altura de un concierto con tal calidad de sonido y de artistas", confiesa Lizaga.

El emotivo debut de Teresa Lizaga con la Ronda de Boltaña
El emotivo debut de Teresa Lizaga con la Ronda de Boltaña
La Ronda de Boltala

Su actuación tuvo lugar justo después de que la Ronda de Boltaña tocase la mítica canción de 'La Condesa del Sobrarbe', un homenaje a Teresa y a todas las mujeres y niñas que han crecido en esa comarca. "30 años después de esa canción, primero me sigue emocionando, y mira que la habré escuchado veces. Y luego también me sorprende mucho que mi padre tuviera ya entonces ese lado feminista de darse cuenta de que la igualdad no existía ni mucho menos, y que si ser mujer ya de por sí era difícil, ser mujer en el Pirineo tenía su dificultad añadida. Él lo canta a su 'condesa', pero siempre ha dicho que condesas éramos todas las que nos sintiésemos identificadas, y todas las mujeres jóvenes que estuviesen buscando un porvenir. Que creciésemos fuertes, que no nos pusiesen ese velo en la cara, que no creyésemos que en la vida solo había ese papel", defiende Teresa, que salió al escenario dispuesta a cantarle a todos los presentes en el concierto de La Ronda cómo seguía esa historia. 

La plaza del Castillo de Aínsa, convertida en una fiesta gracias a los Titiriteros de Binéfar, de pronto se quedó callada para escuchar las primeras estrofas de esta canción de cuna y la voz de su protagonista. "En primera fila estaba mi hermana, porque justo mi hija se había dormido. Y yo se lo cantaba a ella porque aunque no sabía dónde estaba, eso hacía que no me temblase la voz. Luego mucha gente me dijo que estaba súper tranquila. La propia Rozalén me decía: '¡Parece que lo has hecho toda la vida. ¡Qué bonito lo has cantado!, ¡Me encanta tu voz!', y creo que es el mayor cumplido que he recibido conforme a mi voz, viniendo de una artista de su categoría", dice agradecida. 

Con la 'Nana de la nina Luna', Manuel Domínguez y la Ronda de Boltaña han querido conectar dos canciones y una historia que cumple más de 30 años sonando de pueblo en pueblo y sobre los escenarios. 

"Mi padre quiso contar una historia de una manera que fuera sorpresa, sin avisar. De hecho, en el disco ni siquiera aparece que soy su hija. Y como yo me cambié el apellido antes de que naciera Luna, para que ella tuviera los apellidos de las madres, tanto de la mía como de la de Fernando (el padre), entonces la gente tampoco la ubicaban. Algunas personas, bastantes de hecho, se le acercaban a mi padre y le decían: '¿y esta Teresa Lizaga, ¿quién es? Y él les decía: mi hija", cuenta entre risas.

A su juicio, 'La Estación de las violetas', al igual que el concierto del pasado sábado en el Festival Castillo de Aínsa, bebe también del feminismo y la lucha que se ha "respirado" en su casa desde que era una niña. "Yo creo que este disco de 'La estación de las violetas' va de eso, es un homenaje a la lucha de las mujeres. Por eso la participación de voces no solo como la de Rozalén, Carmen París y María José Hernández, sino también de nuevas voces femeninas que van a revolucionar un poco el panorama musical de ahora, como es Esther Vallejo y su hermana Bea, y las otras dos chicas que actuaron, Emma y Ana. Creo que si algo tienen -tenemos- en común todas las participantes en ese concierto es el feminismo. Demostrar esa fuerza y el poderío de la mujer. Y luego para mí también es muy importante que ese mensaje vaya calando en Luna y en toda su generación, para que todo esto acompañe y llegue a buen puerto, por el bien de nuestras hijas y de la sociedad en general", concluye esta boltañesa. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión