FIN A 52 AÑOS DE TERROR (1959-2011)

El zarpazo de la banda terrorista en Aragón

La banda terrorista ha asesinado a 16 personas en tierras aragonesas. El primer atentado mortal se produjo en enero de 1987, aunque ETA ya habían actuado antes en Aragón, la primera vez en 1979.

Atentado de ETA frente a San Juan de los Panetes contra un autobús militar en 1987
Ángel José Ramos y Manuel Rivera, las primeras víctimas de ETA en Aragón
HERALDO DE ARAGON

ETA asesinaba por primera vez en territorio aragonés en 1987. El 30 de enero de ese año, un coche bomba estacionado en la avenida de César Augusto, junto a la iglesia de San Juan de los Panetes, acababa con la vida del chófer civil Ángel José Ramos Saavedra y del comandante Manuel Rivera. El número de heridos de diversa consideración ascendió a 41.


La espita del terror que la banda terrorista abrió aquella mañana no se cerraría hasta el 6 de mayo de 2001, cuando ETA asesinó por última vez en tierras aragonesas. Su víctima en aquella ocasión fue Manuel Giménez Abad, presidente del PP aragonés, quien caminaba junto a su hijo hacia La Romareda. Un pistolero interrumpió para siempre su paseo.


Algunos meses antes, el 20 de agosto del año 2000, la banda terrorista había acabado con la vida de dos jóvenes guardias civiles, José Ángel de Jesús e Irene Fernández, en Sállent de Gállego.


Pero de todas las heridas que el zarpazo de ETA ha dejado en esta tierra durante sus años de actividad, la más dolorosa fue la que se abrió el 11 de diciembre de 1987, en la avenida de Cataluña de Zaragoza. Otra vez un coche bomba, esta vez estacionado frente a un casa-cuartel de la Guardia Civil. 11 personas murieron, entre ellas seis menores de edad.


El primer atentado etarra en Aragón data de 1979 pero el primer asesinato se produjo en 1987. El primer atentado mortal del último están separados por 13 años y 16 vidas, entre ellas las de 5 niñas y la de un adolescente. Pero los etarras nunca entendieron de afectos, ni de sentimientos.


ETA ha repartido durante años artefactos explosivos por todo Aragón, ha enviado cartas-bomba a empresas y personalidades de esta sociedad, colocado bombas-lapa y sembrado el miedo sin miramientos.