FIN A 52 AÑOS DE TERROR (1959-2011)

Más de una treintena de acciones terroristas desde 1979

ETA ha atacado en 35 ocasiones a la sociedad aragonesa. La primera en 1979, en Zaragoza y Torreciudad. La última en 2006, en Mallén.

Manifestación contra ETA en Zaragoza, tras el asesinato de Giménez Abad
Más de una treintena de acciones terroristas desde 1979
OLIVER DUCH

En 35 ocasiones ha atacado ETA a la sociedad aragonesa. En cuatro acciones, se ha llevado por delante la vida de 16 personas, en 31 solo ha causado daños materiales en instituciones, supermercados, carreteras, vías de tren... Cualquier escenario le ha sido de utilidad a la banda terrorista para sembrar su mensaje de violencia desde el año 1959, cuando comenzó su actividad.


La primera acción de ETA en Aragón data de 1979. Ese año estallaron dos bombas en la Société Génerale de Banque, en Zaragoza, y en el santuario de Torreciudad (Huesca).


Tres años más tarde, en enero de 1982, el doctor Julio Iglesias Puga, padre del cantante Julio Iglesias, fue liberado por la Policía Nacional en la localidad zaragozana de Trasmoz, tras 20 días de secuestro.


El siguiente escenario de la banda para actuar fue un supermercado Sabeco de Ejea de los Caballeros. El 16 de noviembre de 1984, un artefacto con 2,5 kilogramos de Goma-2 causaba cuantiosos daños materiales en el establecimiento, ninguno personal.


La acción de la banda no se dejaría sentir por tierras aragonesas hasta el 30 de enero del 1987, cuando desgraciadamente tuvo lugar el primer atentado mortal que causó la muerte de Ángel José Ramos y Manuel Rivera. La siguiente acción mortal de los terroristas en Aragón fue el 11 de diciembre, en la avenida de Cataluña, donde ETA asesinó a 11 personas.


Entre una y otra acción se produjo la detención de dos etarras en Zaragoza. Inés del Río y Ángel Luis Hermosilla fueron detenidos en julio en la capital aragonesa y un coche-bomba fue localizado en Torrero.


El 9 de abril de 1989, en Jaca, un paquete bomba remitido a la Escuela Militar de Montaña de Jaca provoca graves heridas a un sargento. Pocos días después, el 23 de abril, estallaba una bomba en las vías del tren a la altura de Rueda de Jalón. En agosto del mismo año, el día 5, otro supermercado de Ejea se convertía en objetivo de la banda. De nuevo fue un artefacto explosivo.


Hasta el 3 de agosto de 1991 la banda no actuaría de nuevo. Las amenazas contra varias vías ferroviarias paralizaron entonces la del Portillo de Zaragoza. Un artefacto fue desactivado en las cercanías de Alagón.


También en 1991, las fuerzas de seguridad fustraron los planes de la banda, que querían atentar a través de dos coches terroristas en la ciudad de Zaragoza. El 23 de octubre, los etarras Idoia López y José Luis Urrusolo fueron descubiertos manipulando un coche-bomba cargado con 35 kilogramos de amonal. El vehículo estaba situado en la calle de Lastanosa, en el barrio de Las Delicias. En diciembre fue descubierto el otro coche bomba. Unos meses más tarde, el 24 de marzo de 1992, la Policía descubría un piso franco situado en la calle de Julián Ribera, que fue utilizado precisamente por los etarras huidos.


Más de un año después, el 2 de diciembre de 1993, cuatro bombas estallaron en una de las líneas férreas que unían la capital aragonesa con Pamplona. Apenas 15 días después, los artificieros evitaron la catástrofe al desactivar una bomba cargada con 18 kilogramos de amonal que había sido colocada por los terroristas junto al cuartel de la Guardia Civil en Ayerbe.

Bombas en las vías del tren

1995 fue el año de los artefactos explosivos en las vías férreas aragonesas: el 18 de julio se localizó una cerca de La Cartuja, el 1 de agosto en Casetas y el día 15 del mismo mes otra bomba se halló en las vías de Santa María de Huerva.


El 9 de agosto de 1997, ETA fijaba su objetivo por primera vez en el cuartel de la Guardia Civil de Sallent de Gállego: una mochila-bomba cargada con 10 kilogramos de amonal hacía explosión junto al recinto. En esa ocasión no hubo que lamentar daños personales, pero el 20 de agosto del año 2000 los terroristas volvieron a Sallent y se cobraron, con una bomba-lapa, las vidas de Irene Fernández y José Ángel de Jesús.


Entre el 21 y el 23 de diciembre de 1999, se localizaron en Calatayud y en Alhama de Aragón un total de 1.700 kilogramos de explosivos distribuidos en tres furgonetas. Se evitó una masacre.


Unos meses más tarde, el 28 de julio, de 2008, fueron detenidos en el centro de Zaragoza los etarras Aitor Lorente y David Pla, quienes tenían intención de atentar contra el entonces alcalde de la ciudad, José Atarés. Apenas 15 días después también se hicieron añicos los planes de la banda cuando se localizó en Benabarre (Huesca) un vehículo con 100 kilogramos de explosivos en su interior.

Periodo de inactividad

Tras el asesinato de los guardia civiles de Sallent, la banda estuvo inactiva en Aragón hasta el 6 de mayo de 2001, cuando un pistolero disparó por la espalda al presidente del PP aragonés, Manuel Giménez Abad, quien caminaba junto a uno de sus hijos por Zaragoza camino de La Romareda.


La siguiente acción de la banda también tuvo lugar en Zaragoza: una furgoneta hizo explosión en el aparcamiento del Corte Inglés del paseo de Sagasta causando únicamente daños materiales.


El 30 de mayo de 2003, ETA asesinó en Navarra al agente de la Policía Nacional Julián Embid, natural de Saviñán (Zaragoza). Tras esta acción vuelven las colocaciones de artefactos en vías férreas. El 23 de diciembre de 2003, estalla una bomba en la vía férrea Zaragoza-Alsasua, en Luceni. El 26 de diciembre se desactiva otro artefacto en la vía en Samper de Calanda.

Un furgón cargado de muerte

A finales de febrero de 2004, una furgoneta cargada con 500 kilogramos de explosivos que se dirigía a Madrid es interceptada en Cuenca. El vehículo había pasado por Aragón. Las investigaciones revelan más tarde que los etarras tenían planes de atentar contra un cuartel militar de Jaca. En septiembre del mismo año, los terroristas colocan 12 kilogramos de explosivos en una torre de alta tensión en Bujaruelo (Huesca). Solo estalló parte del artefacto.


A las puertas de la Navidad del año 2004, el día 22 de diciembre, ETA se vuelve a fijar como objetivo la Guardia Civil, cuando coloca una mochila-bomba en un cuartel de Luna (Zaragoza). Desde esta acción, la banda se fija como objetivo diferentes infraestructuras aragonesas:


El 10 de junio de 2005, ETA atenta con lanzagranadas contra el aeropuerto de Zaragoza. El 27 de septiembre del mismo año, dos kilogramos de dinamita hacen explosión en una central eléctrica de Añón del Moncayo. El 12 de diciembre, los terroristas avisan de la colocación de un artefacto explosivo. De nuevo, el escenario elegido es el aeropuerto de Zaragoza. Se trata de lanzagranadas, que no aparecen hasta el 24 de octubre.


Recién estrenado el año 2006, el día 5 de enero, la banda terrorista coloca dos bombas en Sos del Rey Católico. Una la colocaron en un repetidor de telefonía móvil, otra en el Parador Nacional que no causa víctimas. Sin víctimas. Dos días más tarde, la Guardia Civil encuentra los restos de un artefacto explosivo en un transformador eléctrico entre las localidades oscenses de Borau y Aratorés.


La última acción de la banda en Aragón de la que se tiene noticia data del 9 de marzo de 2006, pocos días antes de anunciar el alto el fuego permanente, que llegaría el 22 de marzo. En aquella ocasión, las Fuerzas de Seguridad buscaron un artefacto en los alrededores de la autopista AP-68 a su paso por Mallén. Los restos de los explosivos aparecieron el 13 de marzo.