Cómo lograr que no salte el aceite al hacer huevos fritos

Con este truco se consigue que no salte el aceite al hacer huevos fritos para evitar manchas o quemaduras. 

Huevos fritos
Huevos fritos
Olivia, vía canva.com

Freír un huevo parece una tarea sencilla, pero en realidad tiene su complejidad. Desde el momento en que el aceite salta al entrar en contacto con el huevo hasta el delicado equilibrio entre cocinar la clara sin quemar la yema o sacar la apreciada 'puntilla' en España. El primer paso es que el aceite esté lo suficientemente caliente para que se fría el huevo y no se cueza, pero, esto entraña sus riesgos, ya que puede saltar el aceite y manchar todo o quemarnos en el peor de los casos

No obstante, hay buenas noticias para los amantes del huevo frito porque existen dos trucos de cocina para que no salte el aceite. El primero, para los que quieren freír un huevo en poco aceite y el segundo para los que usan mucho aceite para conseguir uno con puntilla, es decir, esa fina capa crujiente que se forma alrededor del borde del huevo mientras se fríe y queda dorada y crujiente. 

El truco de la sal para que no salte el aceite al freír los huevos

Una de las cocineras más queridas de las redes sociales con más de 3,1 millones de seguidores en TikTok @alacocinaconjacobina ha compartido un truco perfecto para que no salte el aceite cuando frías un huevo. Además, con este 'tip' gastronómico tampoco se quemará ni pegará el huevo y conseguirás el querido huevo con puntilla, en vez de un huevo quemado. 

El primer paso es calentar la sartén sin el aceite y añadirlo después. Una vez que el aceite esté caliente, el truco es echar unos granitos de sal en la sartén. De esta manera el aceite no salpicará al freírlo y no necesitas mucho aceite. Aunque si prefieres hacerlo con más cantidad de aceite, te conviene este otro truco: 

El truco de la harina en los huevos fritos

En el caso de que vayas a utilizar más aceite, es más efectivo el truco de la harina. Es decir, añadir harina en el aceite caliente en lugar de sal. No es necesaria una gran cantidad, bastará con espolvorear un poco de harina. Y, justo después, verter el huevo sobre la sartén para freírlo sin riesgo de que se pegue o de que salte el aceite por toda la cocina. 

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