El bar de Zaragoza donde casi todo está prohibido... y muy rico

Mucho sabor y algunas prohibiciones es lo que destaca de este establecimiento que abrió sus puertas en 1928 y transporta a otra época con su decoración y ambientación general.

Casa Paricio en Zaragoza.
Casa Paricio en Zaragoza.
HERALDO

Tomarse algo rico en un entorno cálido y confortable es un ejercicio que todo el mundo debería hacer con frecuencia. No es solamente saciar la sed o deleitarse con una buena especialidad culinaria, también es un acto social que se disfruta solo con un buen libro o, mejor aún, en compañía de gente que comparte la pasión por el buen tapeo y la charla estimulante. Zaragoza tiene un montón de templos culinarios donde se puede conseguir esa suma de elementos interesantes.

En la parte vieja se añade la magia de los lugares que han visto muchas Zaragozas, aunque en el fondo hayan mantenido una identidad personal de puerta adentro con su propia forma de entender y manejar el negocio hostelero. En la Magdalena, en el número 188 del Coso, está uno de los más populares: Antigua Casa Paricio, que abrió sus puertas en 1928 y transporta a otra época con su decoración y ambientación general.

Casa Paricio de Zaragoza: buenas tapas y algunas prohibiciones

Casa Paricio abre todos los días, excepto los miércoles. También cierra las tardes de domingos y festivos. Por la mañana están al vermú y el almuerzo, de 12.00 a 15.00, y por las tardes de 19.00 a 22.00. El sabor de antaño está por todas partes, incluyendo un detalle que se puede apreciar en algunas tabernas de manera puntual y que aquí está por todas partes, aunque en un tono claramente humorístico: las prohibiciones.

Casa Paricio de Zaragoza
Casa Paricio de Zaragoza
Heraldo

El asunto del prohibido fumar ya se sobreentiende, dado que es una cuestión legal y está más que asumido por la sociedad, pero las prohibiciones de Casa Paricio van más allá porque son de higiene literal y emocional. “Prohibido escupir en el suelo” es un ejemplo: está claramente puesto en un papel sobre los grandes toneles del lugar. También se prohíbe “la blasfemia y la palabra soez” con otro aviso, una cuestión que mezcla la tradición católica española con la simple cuestión de etiqueta y buenas formas. También se advierte que está prohibido “hacer aguas menores, por razones de higiene”.

Lo mejor de todo está en la barra y en las barricas con el vermú casero, los vinagrillos, las gambas, las anchoas en salmuera, las conservas gourmet del Norte y, los fines de semana, las deliciosas bolas de bacalao, marca de la casa. Toda una experiencia. 

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