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Un plato imperial para recibir el Año Nuevo Chino en Zaragoza

El Año Nuevo chino se festeja a principios de febrero, pero este fin de semana ya se celebra en Aragón con delicados platos tanto dulces como salados.

Un plato imperial para celebrar el Año Nuevo Chino en Zaragoza
Un plato imperial para celebrar el Año Nuevo Chino en Zaragoza
Guillermo Mestre

Los hogares chinos ya están engalanados con farolillos y poesías en la puerta que auguran la llegada del Año Nuevo. Son varios días de festejos que arrancan el 10 de febrero, sin embargo, en Aragón se celebran este fin de semana para que los chinos puedan viajar a su cuna después de los años de la pandemia, ya que algunos no visitan su país desde 2019.

"Son días muy importantes", incide Luis Qiu, empresario hostelero que llegó a España cuando tenía 6 años. En su restaurante Xiaolongkan del centro de Zaragoza, donde recibe a compatriotas cuando cierran sus bazares, bares y otros negocios, ultiman los preparativos para dar la bienvenida al año del Dragón, sinónimo de poder, prosperidad y éxito.

Totalmente ambientado en China –hasta en la televisión se ven programas de gastronomía del país–, está especializado en 'hot pot' -olla calinete-. Se trata de unas marmitas en el centro de la mesa donde el propio comensal se cocina los ingredientes. Esta es una de las tradiciones que se siguen para despedir y dar la bienvenida a los años en China, en especial en la zona de Sichuan. La olla imperial se divide en varios sabores, en el caso de Xiaolongkan, un caldo suave, otro intermedio y un tercero picante, que solo prueban los más atrevidos. Para algunos chinos también es tradición beber los caldos resultantes, que se vierten con unas grandes teteras de aires orientales.

En él se sumerge carne de distintos animales y corte. "Este filete es de vaca y también tenemos librillos del tercer estómago, que hay que introducir siete u ocho veces para que quede en su punto, con una textura crujiente", explica una camarera de este restaurante de la calle de Francisco Vitoria. Y de ahí, al recipiente de salsa, que le brinda un sabroso toque de crema de cacahuete. Además de vacuno, puede ser cerdo o cordero.

En los mismos jugos, se introducen piezas de marisco o corvina, en este caso en unas cestas ya que se deshacen fácilmente. Cuando se mueven los palillos en las ollas se puede 'pescar' también verduras, trozos de mazorcas de maíz, puñados de setas, tomate... o tofu, que en Xiaolongkan preparan de forma casera.

"Las 'gyozas' son habituales de Año Nuevo, lo que no se ven son rollitos de primavera"

En la cocina se mezclan las indicaciones en español y chino. Platos con delicados bocados, grandes ollas doradas para las mesas, estilosas teteras... "Las 'gyozas' son habituales de Año Nuevo, lo que no se ven son rollitos de primavera", apunta Luis.

En los menús especiales por el Año Nuevo que se saborean en los hogares chinos se añaden, por ejemplo, los pescados al vapor con salsa agridulce o los 'dumplings', que pueden estar rellenos de carne, marisco, verduras o una combinación de todos ellos.

Cuando a Qiu se le pregunta por el sabor de su infancia en este tipo de celebraciones, le asalta a la memoria unos delicados bastones de 'nian gao'. "Se hacen con arroz y azúcar, a base de martillazos", expone. Es difícil comer solo uno.

El Año Nuevo chino se festeja a principios de febrero, pero este fin de semana ya se celebra en Aragón con delicados platos tanto dulces como salados

A diferencia de las costumbres occidentales, en las mesas chinas se alternan los sabores salados y dulces: "Se sirve todo y cada uno come lo que le va apeteciendo", menciona Qiu. Otro de los platos lamineros es el ximilú, una sopa que elaboran también en las ollas de las mesas y que se prepara con leche de coco y pequeñas bolitas de tapioca. Cuando se saca la cucharilla del bol se descubren alubias, que sorprenden en el paladar y completan la receta.

No obstante, en cada zona de China se siguen unas tradiciones diferentes. Incluso, en un mismo 'hoy pot' los sabores más suaves proceden del sur, los picantes del sureste y el intermedio del norte.

Largos fideos, larga vida

Las creencias se viven también en la mesa. "Las formas redondas están muy presentes", dice Luis mientras señala unas bolitas dulces de pasta de arroz y corazón de sésamo. Otro ejemplo son los fideos largos, que simbolizan la "larga vida". O los ya mencionados 'dumplings', que son como "una moneda antigua de oro o de plata, por lo que también simboliza riqueza", sostienen algunas fuentes.

"La fonética también es relevante", indica Qiu, ya que buscan ingredientes que se asemejan a palabras como 'fortuna'. Además, juegan con los colores, siendo el rojo y el amarillo los tonos que más atraen para estos días. Al igual que en las decoraciones de las casas, se reflejan en los productos, las salsas e, incluso, el menaje.

¿Y para brindar? "Tenemos el shochu, un licor de arroz, más fuerte que el sake, además de vino español", dice el hostelero chino.

Lo que equivale a la Nochevieja se suele festejar en familia, mientras que el día de Año Nuevo se deja paso a los encuentros de amistad. "Con la familia se celebra en los domicilios, pero después con los amigos, y cada vez más, los chinos prefieren cenar por ahí", analiza Qiu, quien vive a caballo entre ambos países.

En su caso recibirá el nuevo año en España por trabajo, pero lo celebrará antes. Este domingo, la música asiática pondrá el ritmo en el centro de Zaragoza y, después, Luis ofrece una comida privada con personalidades de ambos países en su restaurante para brindar por la llegada del Dragón.

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