Una receta de ensalada aragonesa: rica, rápida e ideal para el verano

Este plato es una opción sencilla que ensalza la nobleza de la despensa de las tres provincias.

Una ensalada aragonesa según la fórmula más popular y repetida en los recetarios.
Una ensalada aragonesa según la fórmula más popular y repetida en los recetarios.
Montañés

Pocos jolgorios se pierde. La ensalada aragonesa es uno de los platos que más se ponen sobre la mesa para compartirlo en las comidas populares que estas semanas se celebran en los pueblos de la Comunidad -bien lo delatan las programaciones de las fiestas-. Esto no es ninguna novedad, muestra de ello es el banquete que se sirvió en Melilla para celebrar el día del Pilar de 1925. "El menú fue típicamente aragonés. Judías con chorizo y oreja de cerdo, ajo arriero, pollos a la chilindrón, ensalada aragonesa y vino de Cariñena bebido en bota", se publicó en las páginas de HERALDO.

Pero no es necesario festejar nada para degustarla, ya que su sencillez y la naturaleza de sus ingredientes la convierten en una recurrente opción para los días de canícula gracias a ser fresca y que se puede dejar preparada con cierta antelación.

Como ocurre en otros platos, no existe una receta definitiva, sino que varía según cada casa. En parte puede estar influenciado por los productos de cada zona o por los gustos del paladar. Incluso, puede depender de la temporada en la que se prepara. En cualquier caso se puede considerar una oda a los productos aragoneses, ya que se ensalza la nobleza de la despensa de las tres provincias.

Una de las fórmulas más repetidas en los libros de cocina tradicional consta de una patata, medio pepino, una cebolla mediana que se debe picar y dos dientes de ajo. También incluye media lechuga, dos tomates, atún en escabeche y dos huevos duros. Por último, las aceitunas del Bajo Aragón -preferiblemente negras, pero pueden ser verdes- y judías blancas hervidas, por ejemplo procedentes de la zona del Matarraña. En cuanto al aliño, las voces más expertas aconsejan que sea "con mucho aceite y poco vinagre". Obviamente, no olviden la sal al gusto. En otros recetarios también se cita pimiento -tanto verde como rojo-, jamón serrano o longaniza. Incluso, encuentran lugar piezas de caza escabechadas, como las codornices o las perdices desmigadas.

Su elaboración es sencilla. Después de hervir los tubérculos, preferiblemente con la piel, se pelan y se cortan en dados o en rodajas. Posteriormente se agrega el pepino, el ajo picado, la cebolla, la lechuga y los tomates, tal y como se describe en la receta de la agenda gastronómica de Aragón Turismo y del Gobierno de Aragón. El atún en escabeche se puede añadir con el jugo de la conserva para brindarle una nota especial.

Un truco de este plato es aliñarlo y dejarlo macerar durante una hora aproximadamente. Tan sólo queda adornarla con los huevos duros en cuartos, las aceitunas y las judías blancas. En apariencia, es una colorida paleta que invita a hincar el diente.

Otro matiz: en ocasiones se encuentra en las cartas de bares y restaurantes bajo el nombre de "ilustrada" o "mixta", aunque en origen cada una de ellas guarda un toque diferente.

Otras opciones de la tierra

Pero esta no es la única ensalada con la que se puede alardear de la riqueza de los productos aragoneses en los meses de verano. En los recetarios más populares se puede encontrar la de tomate rosa de Barbastro con cebolla dulce de Fuentes y encurtidos. También la de cecina y queso de Tronchón o la de cardo rojo y achicoria con flores.

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