Cuatro claves para conseguir que el ajo no repita

Es un ingrediente básico de nuestra despensa, y aunque su sabor y aroma arreglan cualquier plato, tiene la capacidad de recordarnos tres o cuatro veces al día que lo hemos comido.

El ajo es un alimento con multitud de propiedades beneficiosas.
El ajo es un alimento con multitud de propiedades beneficiosas.

El ajo es uno de los productos más usados del recetario español y en crudo o cocinado aporta numerosos matices, aromas y sabores a cualquier plato al que se añada. Sin embargo, lejos de sus propiedades beneficiosas para la salud y la gastronomía, el ajo puede producir indigestión, consiguiendo que a lo largo de toda una jornada recordemos el momento en el que lo hemos consumido.

Gazpachos y salmorejos, boquerones en vinagre, guisos y sofritos... El uso del ajo forma parte de un sinfín de recetas que encantan a mayores y pequeños y a las que, desde luego, no estamos dispuestos a renunciar. Por eso, bajo estas líneas se pueden seguir algunos trucos que ayudarán a evitar la indigestión de esta delicia que tan bien alegra las comidas.

Cuanto más fresco, menos repite. Los ajos recién comprador, los que aún están tiernos, son mucho menos indigestos que los que ya llevan algunas semanas en casa. Para evitar tirarlos cada vez que se queden secos, lo mejor es comprar las cabezas por separado y reponerlas cuando realmente sea necesario. Quitar el germen, una solución rápida y sencilla. Es uno de los métodos más extendidos y además es muy fácil de seguir: tan solo hay que partir un diente de ajo pelado de manera longitudinal y sacar con la ayuda de un cuchillo la parte interior, que suele tener un tono ligeramente más verdoso. Escaldar los dientes tres veces. Una tarea más laboriosa que la anterior pero perfecta para aprovechar esos dientes de ajo que ya se han quedado un poco secos. Lo único que hay que hacer es poner en un cazo agua fría, introducir los ajos pelados y poner a calentar. Cuando el agua rompa a hervir, hay que desecharla y repetir estos pasos dos veces más.  El ajo entero, al microondas. El microondas ofrece muchos trucos a la hora de cocinar, y uno de ellos consiste en introducir una cabeza de ajo pelada durante 30 segundos para evitar que repita (según el tamaño del ajo habrá que dejarlo unos minutos más o menos). Este método es recomendable para ajos recién comprados y también para los que llevan más tiempo del debido en la despensa. Ir al suplemento de gastronomía

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