Rescatar el trabajo de los artesanos y su tradición para dar una segunda oportunidad a los objetos ha sido el punto de partida de la colaboración de la firma de bebidas Lolea con la artista zaragozana Harsa, convirtiendo así los objetos olvidados en especiales obras de arte elaboradas a mano.

La colaboración está compuesta por dos botijos (uno grande y otro más chato), una bota de vino y una bolsa de tela. Todos ellos han sido trabajados por artesanos, y posteriormente intervenidos por Harsa, que los ha utilizado como esculturas para plasmar en ellos sus diseños.

La artista ha creado piezas que combinan la tradición y el arte contemporáneo. Inspirándose en la esencia de la marca, Harsa ha utilizado los lunares, rasgos característico de los productos de Lolea, en todos los diseños, que además le dan un toque de color a cada pieza que compone la colección. Además, no faltan los pequeños y discretos trazos y las ilustraciones del imaginario de Harsa.

Esta colección pretende dar una segunda vida a la tradición y cultura cotidianas representadas por estos objetos comunes que, a través de la visión de Harsa, adquieren un toque vanguardista.

Arte y refresco

Harsa es el alter ego de la artista Arantxa Recio, cuyo trabajo se diversifica entre festivales de arte, exposiciones, colaboraciones con agencias de publicidad y revistas, y proyectos artísticos independientes.

En esta ocasión se une a Lolea, la marca de sangría artesana aragonesa que ofrece distintas variedades de la bebida a base de vino. Esta elaborada a base de ingredientes naturales, sin conservantes ni colorantes, y si por algo apuesta la marca aragonesa, es por el diseño de topos de sus botellas.

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