Ginger: cocina japonesa y cócteles clásicos

Ginger es más coctelería que restaurante, pero su cocina japonesa es de mucho nivel.

Allan Robles, sushi chef de Ginger Fizz ante algunas de las propuestas que ofrece.
Allan Robles, sushi chef de Ginger Fizz ante algunas de las propuestas que ofrece.
Vanesa Castellano

G?inger Fizz abrió sus puertas hace casi un año como un bar de copas y coctelería clásica donde la gastronomía estaba pensada como un complemento para tener el local ambientado durante muchas horas. A día de hoy, el planteamiento no ha cambiado, pero el concepto de picoteo ha ganado mucho más peso del que seguramente estaba previsto.


El caso es que Ginger ha dado con la tecla y casi a cualquier hora del día hay un buen ambiente. En lo gastronómico mira claramente a Japón pero no puede ser considerado un japonés; la música y la luz están más altas que en cualquier otro restaurante y no se reservan mesas; ni siquiera están montadas. Hasta es habitual que se compartan a la hora de comer o cenar.


En fin, que el planteamiento es muy informal, lo que no quiere decir que se descuide el contenido de los platos. Todo lo contrario. Y una buena muestra es que al frente de la propuesta gastronómica está Allan Robles, director durante cinco años de 99 Sushi Bar, uno de los mejores asiáticos de España. A él le queda la responsabilidad de trabajar una carta corta pero compleja en la que todo se hace al momento. La diferencia de un nigiri de calidad estriba ahí, precisamente, en prepararlo al instante evitando que el pescado se oxide.


Algunos de los platos más conseguidos son el soygre maki (atún desmigado, aguacate y tanuki), la tempura de langostino tigre o el nigiri de pez mantequilla con trufa. En todos los casos se trata de bocados equilibrados, nada agresivos, ya que por ejemplo se ha optado por no incluir el nigiri de anguila, un producto más difícil de asimilar que el atún o el salmón a la hora de iniciarse en la degustación del pescado crudo. En este sentido, la carta es de clara inspiración asiática pero con propuestas muy comerciales.


De martes a viernes, a mediodía, se ofrecen dos fórmulas de menú. La más corta incluye una ensalada del día, hosomaki (sushi roll con 8 unidades) y la bebida (10,90 euros), mientras que la versión larga duplica las piezas e incluye también el postre (16,90 euros).


El pescado es el gran protagonista en Ginger Fizz, pero también hay alguna referencia de carne como el tiradito de buey, que se presenta laminado y flambeado con salsa ponzu y patatas paja. El wagyu (buey japonés) no está en la carta, pero sí aparece habitualmente como sugerencia.


Esto es algo que también es habitual en este local, la presencia de tres o cuatro sugerencias para completar la propuesta gastronómica. Esta semana, por ejemplo se ofrecía una bolita de arroz con alga nori cubierta con tartar de atún o gyozas (empanadillas japonesas) al vapor rellenas de cerdo ibérico y puerro.


La oferta coctelera es un buen complemento para su cocina asiática. De ella se ocupa Narciso Bermejo, que durante mucho tiempo estuvo de director de la coctelería O´Clock de Madrid. Su apuesta es muy clásica, utilizando como base zumos y frutas de temporada.


Ginger Fizz Calle de Joaquín Costa, 16. Zaragoza. Horario: de12.00 a 1.00. Viernes y sábados hasta las 2.00 Descanso: lunes cerrado-Ver otros restaurantes recomendados

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