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Edu Guillén, del baloncesto profesional a recorrer medio mundo grabando eventos deportivos con dron

El joven turolense montó hace tres años Dronlimits, un negocio dedicado a la elaboración de vídeos a vista de pájaro. Está especializado en carreras de bici, trekking y rally..

Hace tres años Eduardo Guillén lanzó Dronlimits, un negocio de grabación y edición de vídeos
Hace tres años Eduardo Guillén lanzó Dronlimits, un negocio de grabación y edición de vídeos
Dronlimits

Con solo 13 años, Edu Guillén salió de su Teruel natal para integrar las filas del CAI Zaragoza de baloncesto. De allí, pasó a jugar en otros equipos de Primera División, a vivir dos años en Lérida, otros tantos en Granada, cinco en Melilla, uno en Guadalajara y, finalmente, otro lustro en Alicante. En total, 17 años dedicado profesionalmente al basket que han forjado cómo es Eduardo actualmente.

Ahora, su vida no tiene mucho que ver con aquella etapa. Vive de nuevo en Teruel, a donde regresó hace poco más de tres años con la intención de prepararse las oposiciones de Magisterio de Educación Física. Pero, por circunstancias de la vida, aquella opción se descartó y Edu entró en contacto con el mundo de los drones. “Me iba de viaje con los amigos a Islandia y compré un dron sencillo para grabar vídeos. Después llegó la pandemia y, aunque no pudimos viajar, me quedé el dron y empecé a probarlo”, recuerda.

Pronto se dio cuenta de que pasaba horas y horas pilotando y no se cansaba porque era algo que realmente le llenaba. Así, aquello que empezó como una afición es su profesión y el único sustento de vida de Eduardo, que hace tres años montó Dronlimits. La empresa se dedica a la grabación, edición y montaje de vídeos de todo tipo, con imágenes tomadas desde el dron y también con cámara. Aunque sus servicios son amplios, ya que puede cubrir eventos de todo tipo y también realizar vídeos turísticos para instituciones, por ejemplo, está más centrado en el sector del deporte.

“He editado vídeos en un camión, en la parte de atrás de una furgoneta, de copiloto en un viaje, en un hotel…”

En este campo, su principal aliado es Roberto Bou. El turolense es uno de los corredores españoles más importantes en carreras de Bike Marathon y Edu Guillén lo ha acompañado en sus últimos viajes. “Cuando empecé me puse en contacto con él y le conté mi proyecto. A raíz de los primeros vídeos que hice con Roberto, me conocieron en su equipo y, desde entonces, voy a todas las carreras en las que participan”, explica. Así, anualmente viaja a Cabo Verde (Sudáfrica), donde se disputa la Cape Epic; a Brasil o al desierto del Sáhara, donde se organiza la Titan Desert. “Sudáfrica me sorprendió, por sus montañas altas y verdes. Me lo había imaginado de otra manera. Pero si me tengo que quedar con un paisaje es con el desierto”, asegura. 

Además de estos viajes internacionales, entre enero y mayo Eduardo está prácticamente todos los fines de semana fuera de casa, grabando eventos en distintos lugares de España. Así, su oficina es ambulante. “He editado vídeos en un camión, en la parte de atrás de una furgoneta, de copiloto en un viaje, en un hotel…”, enumera. Además, la inmediatez con la que entrega el proyecto final es uno de sus puntos fuertes, por lo que no puede esperar a llegar a casa para ponerse manos a la obra. “Lo que el mundo demanda ahora es contenido rápido. El 80% de las veces lo que me piden son vídeos cortos para instagram y lo quieren de inmediato. Si la carrera es por la mañana, por la tarde tiene que estar”, explica. 

Para conseguirlo, Eduardo ofrece un servicio múltiple, ya que él mismo es quien graba con el dron, con una cámara normal y también quien edita. “En los eventos a los que voy me encuentro con profesionales que son los mejores en lo suyo pero no hay muchos que presten el servicio integral de Dronlimits”, asegura. 

“Después de 17 años en el mundo del baloncesto, este es el camino que he elegido ahora y no lo cambiaría. Aquella etapa forjó la persona que soy ahora”

Todo lo que sabe lo ha aprendido haciendo cursos y de forma autodidacta. Cuenta con el título de piloto de drones y todos los proyectos que realiza están autorizados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). “Al principio tienes que volar el dron sentado porque, si no, es posible que te caigas al suelo del mareo”, reconoce. Después de aquel primer aparato que compró para divertirse con sus amigos, por las manos de Eduardo han pasado cinco o seis más y también ha invertido en comprar una cámara para tomar planos terrestres e incorporarlos en sus vídeos. En este tiempo, ha hecho también cursos de grabación y de fotografía, gracias, en parte, al tiempo libre que le brindó la pandemia. 

Para Eduardo, vivir de nuevo en Teruel es muy fácil y, aunque cuando se fue dijo que no iba a volver, al final la familia y los amigos han podido más. “Aunque la ciudad tiene sus limitaciones, estás a cinco minutos de todo, no hay tráfico y, hablando de negocio, la competencia es menor”, asegura. Comparando esta nueva etapa con la anterior, no se arrepiente de nada. “Después de 17 años en el mundo del baloncesto, este es el camino que he elegido ahora y no lo cambiaría. Aquella etapa forjó la persona que soy ahora”, explica.  

Eduardo ha viajado a Los Alpes suizos por trabajo y en el horizonte hay un viaje a Brasil en octubre. Aunque ve mucho mundo, desde que empezó con Dronlimits reconoce que no ha tenido vacaciones y que en los viajes apenas queda tiempo para el ocio. “Normalmente, como mucho, sales a cenar cuando acabas el trabajo pero hacer turismo como tal no se puede”, puntualiza. En cualquier caso, de momento se conforma con disfrutar de paisajes que nunca imaginó, de poder grabarlos a vista de pájaro y de ver cómo su afición se convirtió en un negocio que va creciendo de manera exponencial.

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