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Jubilación demorada: requisitos y beneficios

En los últimos años se contempla esta posibilidad legal que aumenta la cuantía de la pensión tras el cese definitivo de actividad.

Un hombre sentado en un banco.
Un hombre sentado en un banco.
Laura Uranga

A la jubilación se le llama de muchas maneras bonitas, como retiro dorado o descanso merecido tras una vida de entrega al trabajo. No obstante, hay muchas personas que no quieren dejar de trabajar a los 65 años, o 65 y 8 meses si no se alcanzan los 37 años cotizados para la pensión completa. Una alternativa que contempla la normativa (desde el Real Decreto-Ley 5/2013, de 15 de marzo) es la jubilación demorada, es decir, seguir trabajando un tiempo más después de las edades marcadas habitualmente para el retiro, hasta los 70 años incluso; después de esa edad ya no se acumula más para la pensión de jubilación.

Otro aspecto importante es el anímico: las personas de espíritu dinámico que tienen pánico al exceso de tiempo libre encuentran en esta opción un modo de alargar su vida activa en el plano laboral. La jubilación, excepto para algunos colectivos como los funcionarios, no es obligatoria en España.

Los requisitos para una jubilación demorada

Para optar a esta fórmula hay que cumplir una serie de requisitos obligatorios:

  • Cotización mínima de 15 años en la Seguridad Social, lo que garantiza recibir el 50% de la base reguladora. Es decir, si la base es de 1.100 euros, se reciben 550 euros al mes.
  • Hay que tener cumplida la edad mínima de jubilación obligatoria para el año en curso, que actualmente es de 65 años y 8 meses.
  • Tener menos de 70 años.
  • No cobrar ya la pensión máxima: la jubilación demorada no la aumenta. Seguir trabajando sería únicamente por determinación propia, pero no tendrá efecto en la pensión percibida posteriormente.
  • Lógicamente, esta alternativa no es compatible con la jubilación activa (que permite compatibilizar la pensión y el trabajo por cuenta ajena o propia), la flexible (posibilidad de compatibilizar la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial) o la anticipada. 

Los beneficios de la jubilación demorada

Los números son claros. La opción de la jubilación demorada puede ser muy rentable:

  • Cada año extra completo de cotización incrementa un 2 por ciento de la base reguladora, siempre y cuando se tuvieran cotizados 25 años. Cada año extra cotizado sube esa cifra.
  • Si se ha cotizado entre 26 y 37 años antes de optar por esta fórmula, el aumento de la pensión es de 2,75 por cada año jubilado.
  • Con más de 37 años cotizados, el aumento es del 4 por ciento. 

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