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La SD Huesca ya apunta a la visita del Albacete de dentro de once días
Ziganda está trabajando de forma específica aspectos del compromiso con los manchegos, el primero de 2023 y de la segunda vuelta.
El miércoles la sesión fue doble y el viernes los jugadores también están citados por la mañana y por la tarde. Este jueves, la cita fue única, pero peculiar. Cuco Ziganda dividió a sus hombres en dos turnos para, dentro de un vestuario numeroso compuesto por 26 futbolistas de campo, poder realizar un seguimiento más personalizado. No es la primera vez que lo hace, pero tampoco resulta lo usual. La vuelta al trabajo de la SD Huesca tras el parón navideño está siendo intensa y en ella se está aunando la puesta a punto en lo físico con lo táctico. El último partido, el del 1-1 en Burgos del 18 de diciembre va quedando lejos y para el siguiente restan once días. Sin embargo, esa visita del Albacete a El Alcoraz del 9 de enero (21.00) está ya muy presente en el pensamiento del técnico, como se está observando sobre el césped del Pirámide. Empezar la segunda vuelta con buen pie y manteniendo la fortaleza como local es más que importante.
En el entrenamiento de este jueves, Ziganda incidió en conceptos como la salida del balón y el repliegue ante el juego en largo hacia el punta y por bandas que practican los manchegos. Aún sin Kento Hashimoto, que cuenta con un permiso del club hasta el 3 de enero, volvieron a estar disponibles Lombardo -si bien se retiró antes del final-, Mateu y Jorge Pulido. Los dos primeros finalizaron la primera vuelta con problemas físicos y el tercero fue operado la semana pasada de una fractura en el tabique nasal.
En el primer turno se ejercitaron Anglada, Valentín, Ratiu, Juan Carlos, Salvador, Rubén Pulido, Manu Rico, Kanté, Kevin Carlos, Tomeo, Joaquín, Miguel y Euse, mientras que en el segundo coincidieron Jorge Pulido, Timor, Nieto, Sielva, Soko, Mateu, Blasco, Vilarrasa, Villar, Lombardo, Escriche y Carrillo. Lejos de ensayar con tres centrales, sistema empleado en las jornadas previas al parón, ambos bloques formaron con el mucho más habitual 4-4-2.
Antes de llegar a los once contra cero se trabajaron aspectos como la defensa de los movimientos de los extremos de fuera a dentro y también los centros laterales. En esto llamó la atención quiénes fueron los encargados de enviar el balón desde la banda. Además, de los carrileros, también practicaron cuatro de los cinco delanteros, solo se quedó siempre como rematador Kevin Carlos. Kanté, que ya ante el Burgos fue situado junto a la cal, lo hizo por la izquierda, al igual que Escriche, mientras que por la derecha probaron Villar y Carrillo.
Durante los ensayos con once jugadores, en el primer turno Joaquín abandonó su más acostumbrada banda derecha para colocarse en la izquierda. Además, también formaron en punta durante varios minutos dos nueves, Kevin Carlos y Kanté. Atrás, Ziganda mantuvo una charla con Ratiu y Anglada trabajó como central. El canterano que había iniciado el curso siendo titular en esa demarcación, pasó después en los entrenamientos a formar como lateral derecho, rol que también asumió en la eliminatoria copera con el Torremolinos. Sin embargo, ahora con la llegada de Juanjo Nieto apunta a que volverá a contar como zaguero.
Ziganda, ya en el segundo turno, estuvo muy pendiente de esa pieza nueva. La incorporación, llegada a principios de mes libre tras desvincularse del Almería, podría ser inscrito de cara al cruce con el Albacete. En ese once fue reseñable la conjunción en el centro del campo de Timor y Sielva, que bien podría ser la titular en el regreso a la competición atendiendo a que Kento llegará tarde y a que Salvador deberá cumplir sanción al haber completado ciclo de amarillas. También estuvieron juntos Jorge Pulido y Blasco, la última pareja de centrales titular.
Las pruebas continuarán este viernes. La sesión vespertina, a puerta cerrada, se atisba como de primer ensayo general. Ziganda quiere aprovechar al máximo el tiempo.
