sd huesca
La SD Huesca, un conjunto todavía por hacer
Los tres últimos tropiezos han mostrado un bloque endeble en defensa, falto de conjunción y con recursos por explotar.
Es una frase que han pronunciado Nacho Ambriz y los jugadores, "ni antes éramos tan buenos, ni ahora tan malos", un argumento con el que tratan de poner los pies en el suelo, recordar que han pasado por momentos mejores y pedir paciencia. Las dos ilusionantes victorias con las que la SD Huesca inició el curso han dado paso en los tres compromisos posteriores a una sucesión de derrotas, la última el lunes en Lugo (3-2), que han hecho aflorar las dudas. En ellas, el equipo ha repetido males. Le ha costado entrar en la dinámica de los partidos, se ha mostrado endeble en defensa y falto de conjunción. Ante todo esto, Ambriz ha hecho propósito de enmienda, ha prometido trabajo y se ha mostrado convencido de sacar adelante la situación. El curso todavía está amaneciendo, quedan 37 jornadas y todo es posible, pero, más allá de lo clasificatorio -los oscenses son undécimos a seis puntos del ascenso directo-, el domingo en la visita del Fuenlabrada a El Alcoraz (14.00) conviene recuperar la sonrisa
En proceso de adaptación
El Huesca está siendo la primera experiencia de Ambriz en Europa como máximo responsable de un banquillo y también cuatro de los fichajes, Buffarini, Florian Miguel, Gaich y Pitta, están conociendo por primera vez el fútbol español. Además Ratiu, criado en Aguaviva, no había competido en Segunda.
Cambio de sistema
El técnico apostó en los dos primeros partidos con el Eibar y el Cartagena, resueltos en ambos casos por 2-0, por el bloque de jugadores que había podido manejar durante la mayor parte de la pretemporada ordenándolos en un 4-3-3. Los primeros cambios los introdujo con la visita a Las Palmas dando entrada a Mosquera en el centro del campo y a Ratiu como extremo. Después, con Gaich ya disponible, se ha optado por un 4-4-2 que ha restado dinamismo. También, jugadores que de inicio fueron importantes como Joaquín y Nwakali han perdido peso.
Inicios fríos
El Huesca primigenio tenía una primera media hora arrolladora. Al que le ha seguido le ocurre lo contrario. Son sus oponentes los que le castigan en los compases iniciales. En las tres derrotas ha recibo al menos un gol antes del primer cuarto de hora. En Las Palmas, donde el marcador fue de 2-1, Jesé golpeó en el minuto seis de penalti y Pejiño, en el 14. Luego Florian Miguel redujo distancias en el descuento. Frente al Oviedo, Bastón logró el 0-1 en el 12’ y, aunque Escriche empató, Obeng cantó en el 80’ el 1-2. En el Anxo Carro, el primer varapalo fue en el 6’ y llevó la rúbrica de Gerard Valentín. El Huesca remontó, pero dentro de los últimos diez minutos permitió otras dos dianas.
Fallos defensivos
El Huesca sufre en el repliegue y con los balones a la espalda, algo que sus rivales han aprendido. Además, también se han producido errores individuales. Los de Buffarini y Andrés son los más recientes. Los azulgranas no roban con la rapidez de antes y permiten más llegadas. Trece veces disparó el Lugo, ocho a puerta. También hay que decir que en el diseño final de la plantilla, la zaga es la línea con más carencias. ConInsua lesionado, solo hay dos centrales puros disponibles, Miquel y Pulido, que aún no han jugado juntos, y un lateral izquierdo, Florian Miguel. Como remiendos se han empleado a Mateu en la banda y a Salvador en el eje. El medio zamorano ha ido de más a menos.
Los cambios
Ambriz dispone de 21 jugadores, veinte sin Insua, y para completar las convocatorias ha tenido que echar mano del filial. Todavía no ha agotado nunca los cambios ni ha ordenado uno antes de la hora de partido. Por regla general los emplea para refrescar, apurando muchas veces en exceso las energías del titular, y suelen ser de pieza por pieza. Es decir, no cambia el plan trazado de inicio.
