El técnico del Real Zaragoza, Manolo Jiménez, tiene claro que el equipo no va a renunciar a la Copa del Rey. "Queremos ganarle al Sevilla y seguir adelante en la competición", ha asegurado el entrenador, quien también se ha mostrado preocupado por la carga de partidos que arrastran muchos de sus jugadores.

"Nos debemos a nuestros espectadores y ellos quieren seguir adelante en la Copa. Es un trofeo muy importante en la historia del Club, que ha hecho grande al Real Zaragoza", ha explicado Jiménez, quien deberá realizar algunos cambios "para no arriesgarnos a que se nos lesione alguien". Por ello, el técnico ofrecerá la lista de convocados este miércoles, tras una leve sesión de entrenamiento matutina en La Romareda.

"Estamos recuperando a la gente y no sabemos quien va a estar en condiciones para afrontar el partido, con un calendario cargado y con ausencias importantes. Hay jugadores con riesgo de lesión, pero es algo que no se puede medir y está la duda de si arriesgo o no arriesgo", ha continuado el de Aharal, quien también se ha quejado de los horarios de los partidos del Real Zaragoza: "No entiendo el trato que está recibiendo el club".

Sobre el rival de Copa, el Sevilla, el preparador zaragocista ha admitido que "el cambio de entrenador nos ha descolocado" y el planteamiento podría no ser el mismo. "Conocía bien al Sevilla, y conozco a todos sus jugadores, pero no tengo ni idea de lo que va a hacer Unai ni que sistema empleará y que prioridad le dará a la Copa y a la Liga", ha dicho. A pesar de ello, el equipo aragonés jugará sus armas sabiendo que "las victorias son el analgésico perfecto".

Mercado de invierno

Al respecto de las posibles incorporaciones en el mercado de invierno ha destacado que deben llegar varios jugadores aunque los refuerzos "van a tardar en venir", a la vez que recordaba que el partido de Valladolid lo afrontarán "sin lateral derecho" por la sanción a Cristian Sapunaru o que el delantero portugués Helder Postiga "nota jugar siempre". Una necesidad que se hace todavía más palpable después de que Carlos Aranda se haya declarado en rebeldía y haya comunicado al club que no jugará nunca más con el Real Zaragoza.