El Real Zaragoza aún está a tiempo de todo

El Zaragoza ha doblado la punta de su crisis de resultados con la victoria contra el Leganés (1-0) y el empate en el campo del Espanyol (1-1), frenando así su caída en picado de los dos últimos meses y asentándose, de ese modo, en la tierra media de la Segunda División.

Sin embargo, ya sabemos cómo es la tierra media en la Segunda División cuando aún, ni siquiera, se ha completado la primera vuelta de la temporada. La categoría es fiel a su naturaleza incierta, impredecible y volátil. Como viene distinguiéndose en las últimas campañas, y la actual no es ninguna excepción, el escenario competitivo vuelve a estar comprimido al máximo. Cuesta observarle dominadores claros y tajantes, las dinámicas de buenos resultados apenas avanzan del medio plazo, las distancias entre las posiciones clave de la clasificación, al menos por arriba, aún son inconcretas y están abiertas…

La Segunda División sigue siendo la Segunda División, ese paisaje salvaje de igualdad, desorden en jerarquías, pronósticos vacilantes, sorpresas cotidianas…

La reacción del Zaragoza, en este sentido, en las dos últimas jornadas ha coincidido con el frenazo de los equipos de la vanguardia. Rivales que no terminan tampoco de encontrar un carril consistente de rendimiento.

Si la pasada semana perdieron los cinco primeros clasificados, en la actual, varios de los rivales clasificados en la zona de privilegio o por encima del Zaragoza tampoco han sacado adelantes sus partidos: el Espanyol, como se sabe, no pudo con los de Velázquez; el Sporting pinchó en casa (0-0) contra el Levante; el líder Leganés tropezó contra el Eldense (1-1) y enlaza su cuarto partido sin ganar; el Eibar patinó en Ipurúa contra el Andorra (2-2), el Elche perdió en su estadio frente al colista Cartagena (1-2), el Racing de Santander empató en El Sardinero frente al Oviedo (2-2) y el Racing de Ferrol cayó en Huesca (1-0). Solo el Valladolid ganó de los seis primeros.

Estos resultados le han dejado al Zaragoza una clasificación abierta. La segunda plaza, el ascenso directo, está ahora en manos de un creciente Valladolid, con 35 puntos, a nueve. Mientras tanto, el umbral de la promoción, la sexta plaza, el Racing de Ferrol, queda ahora a cinco puntos.

Aún en la jornada 19, está a tiempo de todo. También para lo malo. Pero por arriba, las diferencias aún no son definitivas. Este parón de la cabeza coincide con la recuperación del equipo aragonés, en el que las dos últimas jornadas antes del parón navideño, visitando en Lezama al Amorebieta y recibiendo en La Romareda al Levante, son de alta importancia para escalar puestos, recortar distancias y entrar en la segunda vuelta en una posición destacada.

El histórico

La experiencia de once temporadas en la categoría también le indica al Zaragoza que sus aspiraciones siguen vivas. Sus 26 puntos en las jornada 19 solo los ha mejorado cuatro veces en su actual travesía de once cursos seguidos en Segunda. En la 19-20, con 30 puntos, era sexto, la única que vez que ha estado entre los seis primeros a estas alturas de la temporada, aquel año de la pandemia en la que el equipo, luego, aún subió hasta la segunda plaza.

En el curso 15-16 era 9º con 28 puntos. Fue la campaña en la que el Zaragoza llegó a la última jornada cuarto clasificado, pero sucedió la debacle de Palamós contra la Llagostera y se quedó sin puesto de promoción. En el 14-15, era 7º con 27 puntos, el curso en que se finalizó sexto y se alcanzó la final del play off de ascenso contra Las Palmas.

También 27 puntos sumaba en la campaña 16-17, cuando era octavo, después de relevo de Agné por Luis Milla en un equipo que acabó desinflándose y lejos de las posiciones nobles.

La referencia en cuanto a remontadas la representa el Real Zaragoza de la temporada 17-18. Entonces, en la jornada 19, aquel equipo de Natxo González estaba 14º, con 23 puntos, tres menos que ahora. Tenía los puestos de ascenso directo a 12 puntos (ahora los tiene a 9) y la promoción a 9 puntos (ahora está a 5). El técnico estaba intensamente discutido, pero el club, de la mano del director deportivo Lalo Arantegui, redobló la confianza en él. El tiempo y el rendimiento del equipo les dio la razón. El Zaragoza trepó por la tabla hasta la tercera posición tras una segunda vuelta histórica. Al sexto clasificado acabó metiéndole una diferencia de 6 puntos (un parcial de +15 desde la jornada 19) y se quedó a cuatro puntos del ascenso directo (recortó ocho puntos al segundo).

Es un buen espejo donde mirarse y donde alimentarse de paciencia, confianza y optimismo. El Zaragoza aún tiene tiempo para todo. Lo primero, para seguir creciendo, agregando mejoras a su fútbol reparado por Velázquez y evolucionando su modelo. Lo segundo, para ir recuperando posiciones. Que el Zaragoza ya haya pasado la racha mala que todos los equipos en Segunda tienen todos los años es la clave: no puede volver a caer en un periodo largo de falta de resultados.