Lapetra remite al Comité de Árbitros una queja oficial

El Real Zaragoza ha trasladado su malestar por la actitud y la conducta de Figueroa Vázquez durante el partido del pasado domingo

Carlos Lapetra, en el palco de La Romareda
Carlos Lapetra, en el palco de La Romareda
Oliver Duch

La indignación del Real Zaragoza con el arbitraje de Figueroa Vázquez en el partido del pasado domingo contra el Nástic ha cristalizado en una queja formal al Comité de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol. El club aragonés ha remitido al presidente del colectivo, Victoriano Sánchez Arminio, un escrito, con membrete del Real Zaragoza y la firma de su presidente, Cristian Lapetra, en el que traslada su malestar por lo sucedido en La Romareda el pasado fin de semana en un partido en el que, a juicio del club aragonés, el colegiado le castigó de modo desmesurado y alejado de un criterio equitativo.

La protesta oficial del Real Zaragoza al organismo arbitral se centra, principalmente, en la actitud y la conducta de Figueroa Vázquez durante y después del encuentro. En la carta, Lapetra muestra su preocupación por el trato de este colegiado a los futbolistas de la escuadra aragonesa. Al margen de cuestiones o errores de índole técnico más o menos puntuales, el Real Zaragoza hace hincapié en el talante inapropiado de Figueroa Vázquez a la hora de adoptar su decisiones disciplinarias.

Ya han trascendido varias conversaciones de dentro del terreno de juego en las que el árbitro andaluz manifestó un comportamiento desafiante con los jugadores locales. También cruzó palabras de tono imperativo con el delegado de campo Alberto Belsué y con varios de los miembros del banquillo del Real Zaragoza. Con un intimidatorio “os conozco, os conozco”, el árbitro sevillano interpretó que los futbolistas del conjunto aragonés simulaban las zancadillas, los empujones, los derribos, los agarrones. Así fue minando el ánimo de los hombres de Natxo González durante el primer tramo del partido, hasta que, mediada la primera parte, comenzó el carrusel de tarjetas amarillas -discriminado si se coteja el criterio con uno y otro equipo- que concluiría con la injustificada expulsión de Borja Iglesias por una agresión que no fue tal sobre el portero macedonio Dimitrievski. También a Febas le sancionó con una amarilla desproporcionada, después de sufrir varias faltas de los jugadores rivales. El jugador ilerdense bajó la cabeza y el colegiado lo entendió como desaire, en plena bronca de La Romareda, amonestándole.

Figueroa Vázquez no terminó su trabajo en el césped. Después, en la zona de vestuarios, redactó el acta como es habitual en cada partido y, en el apartado de otras incidencias, reflejó un episodio con Luis Carlos Cuartero, director general del Real Zaragoza, ocurrido según su testimonio en el túnel de vestuarios: "Una vez finalizado el encuentro y mientras nos dirigíamos a nuestro vestuario, en el túnel de acceso al mismo, una persona identificada por las fuerzas de orden publico como D. Luis Carlos Cuartero Laforga, Director General del Real Zaragoza se dirigió a nosotros en los siguientes términos: ¡No le ha dado, te lo has inventado! todo ello en repetidas ocasiones mientras nos seguía hasta nuestro vestuario. Increpándonos constantemente durante el trayecto de forma reiterada teniendo que ser finalmente apartado por las fuerzas de orden publico puesto que no remitía en su actitud". Figueroa Vázquez solicitó a la policía que identificara a Cuartero, aunque fue el dirigente aragonés, voluntariamente, quien le comunicó su nombre, apellidos y cargo al colegiado. 

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