Volver a empezar

Narciso Juliá, que emprende la tercera revolución deportiva en cuestión de un año.

Narciso Juliá en una imagen de archivo junto al presidente Lapetra.
Narciso Juliá, el día de su presentación como director deportivo del Real Zaragoza, junto al presidente Lapetra.
José Miguel Marco

4,5 millones de presupuesto y una plantilla por hacer. Una vez evaluados los efectos económicos de no haber accedido al 'play off' de promoción, Narciso Juliá ofrecerá este miércoles una rueda de prensa (retransmitida en directo en HERALDO.es) para explicar la hoja de ruta de la que será la cuarta temporada consecutiva en Segunda División. El director deportivo, que goza de la "total confianza" de los dirigentes, afronta el reto de confeccionar un equipo capacitado para devolver al Real Zaragoza a la máxima categoría del fútbol español.


Para ello, habrá de emprender una auténtica revolución en la que nadie tiene la continuidad garantizada. La situación de los jugadores, señalados tras el descalabro de Palamós, es muy variada. Hasta 19 tienen contrato en vigor. Estos, por líneas, son: Whalley, Alcolea y Manu Herrera; Isaac, Cabrera, Rico y Abraham; Sergio Gil, Wilk, Erik Morán, Culio, Jorge Díaz, Pedro y Diamanka; Ángel, Dongou, Jorge Ortí, Diego Suárez y Adán.


Particulares son los casos de Culio y Dongou, quienes, si lo desean, podrán salir el 30 de junio a través de una cláusula de desenganche basada en no haber logrado el ascenso. También el de Erik Morán, a expensas de si el Athletic decide repescarlo. De lo contrario, pasaría a ser propiedad del Real Zaragoza.


En cuanto a las ventas, Cabrera y Rico son, a priori, los futbolistas con más cartel en el mercado. Si llegan ofertas, serán traspasados con objeto de -a corto plazo-compensar los casi dos millones que el club ha dejado de percibir por los derechos televisivos de las eliminatorias de ascenso. Además, dadas las limitaciones que se prevén para acometer futuras operaciones, será importante dar salida a las fichas más elevadas (Abraham y Pedro).


Otras marchas más que probables son las de aquellos jugadores que finalizan contrato. Los veteranos Dorca, Rubén y Marc Bertrán tienen pie y medio fuera de la entidad; Lanzarote, Guitián y Javi Ros quedan pendientes de la opinión de Juliá. Los tres llegaron en enero con su beneplácito, pero la situación ahora es bien distinta. El proyecto precisa de un profundo lavado de cara al que contribuirán Bono (Atlético de Madrid), Jaime (Udinese), Campins (FC Barcelona B), Hinestroza (La Equidad Bogotá) y Vallejo (Real Madrid), regresando tras cesión a sus clubes de procedencia.

Tres revoluciones en un año

Entre el pasado verano y este que está a punto de llegar, el Real Zaragoza ha sufrido tres intensas transformaciones. La primera, ejecutada por el antiguo director deportivo, Ángel Martín González, llevó al club a emprender la recién concluida campaña con 11 caras nuevas (Manu Herrera, Isaac, Marc Bertrán, Erik Morán, Diamanka, Wilk, Aria, Jorge Díaz, Hinestroza, Ángel y Ortuño). Llegaron para sustituir al grueso del plantel que, con Ranko Popovic en el banquillo, a punto estuvo de conseguir el ascenso en Las Palmas. Piezas fundamentales como Borja Bastón, Willian José o Eldin tomaron la rampa de salida.


Justo antes de finalizar el año y con el equipo alejado del ascenso, la directiva dio un volantazo al proyecto: Juliá y Carreras aterrizaron como sustitutos de Martín González y Popovic. Como nuevos responsables del área deportiva, aprobaron los fichajes de Campins, Guitián, Javi Ros, Lanzarote y Dongou en el mercado invernal, al tiempo que Mario Abrante, Aria y Ortuño ponían fin a su etapa como zaragocistas.


Cinco meses después, con el fracaso de no ascender consumado, el ajetreo vuelve a los despachos.

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