Los dirigentes del Real Zaragoza analizan la situación

Los dirigentes del Real Zaragoza, tal y como anunció en la noche del sábado en Palamós el presidente, Christian Lapetra, analizan a lo largo de la tarde de hoy las consecuencias más sensibles e inmediatas que provoca el hecho de no ascender a Primera División y, por lo tanto, estar obligados a acometer una nueva temporada -será la cuarta consecutiva- en Segunda. Va a ser una primera aproximación al nuevo escenario que plantea el inexplicable fracaso del equipo con la derrota por 6-2 ante el Llagostera en el último partido de la liga, que impide jugar la promoción. Unas coordenadas que obligan a revisar en profundidad, de manera perentoria, los presupuestos económicos del club en unas semanas en las que va a ponerse en marcha el convenio pactado en su día para pagar el concurso de acreedores al que se sometió el Real Zaragoza en su día y que ha estado suspendido durante tres años.

No subir a Primera implica, por el devenir de los acontecimientos, la previsión de que la SAD cuente el año que viene con un monto de dinero inferior para armar la plantilla del que ha tenido este año. Esa es la sensación inicial en una primera estimación, que requiere revisar y pulir los números al céntimo. Sin ir más lejos, la primera secuela procede del hecho de que el Real Zaragoza, tras su lacerante derrota en Palamós, haya acabado 8º en la tabla, perdiendo así la 4ª posición que ostentaba al inicio de la última jornada. De entrada, en la cola de la actual campaña, es obvio que el club pierde ingresos por el grifo de la televisión al no formar parte del cuarteto de participantes en la fase de promoción de ascenso. Y, asimismo, es evidente que las arcas dejan de ingresar el dinero de taquilla que podría haber llegado a través de uno o dos partidos más en La Romareda en los 'play off'. De cara al año venidero, en el que se pone en marcha el reparto proporcional a cada uno de los 22 clubes de Segunda de un porcentaje de dinero en virtud de su clasificación en la liga anterior, esa pérdida de cuatro puestos en la tabla va a suponerle al Real Zaragoza dejar de percibir alrededor de 1,7 o 1,8 millones simplemente por ese concepto.

Tras este primer análisis que va a llevarse a efecto en la tarde del domingo por parte de los directivos zaragocistas, la reunión formal del Consejo de Administración se concertará para la jornada del lunes, probablemente durante la mañana. Como quiera que, de todo el escrutinio de las nuevas pautas financieras a seguir, surgirá una derivada inevitable hacia el área deportiva, los regentes del Real Zaragoza tienen previsto que el director deportivo, Narciso Juliá, comparezca públicamente para definir los primeros trazos de lo que va a ser en las próximas fechas el tratamiento de la actual plantilla (que ya no va a entrenarse más) y sus finiquitos y, a continuación, hacia dónde puede ir encaminado el nuevo proyecto de equipo del cuadro zaragocista, que advierte de una gran revolución en el vestuario.