La deuda asfixia otra vez al Real Zaragoza

El Real Zaragoza necesita para sus flujos de caja de una inyección de 10 millones de euros. El Consejo estudia el escenario que supone quedarse atrapado en Segunda un año más.

Christian Lapetra, presidente del Real Zaragoza, charla con Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente.
Christian Lapetra, presidente del Real Zaragoza, charla con Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente.
Oliver Duch

Los consejeros del Real Zaragoza comenzaron a analizar en la tarde de ayer las consecuencias económicas a corto y largo plazo del tremendo e histórico fiasco ante el Llagostera en Palamós, repercusiones que en todo caso no van a ser de orden menor para la sociedad anónima deportiva aragonesa.


El hecho de que el equipo aragonés se haya quedado atrapado en Segunda División (por cuarta temporada consecutiva) hace que emerja de nuevo un horizonte financiero complejo para la entidad.


De acuerdo con las valoraciones primeras que efectúan algunos consejeros, el Real Zaragoza necesita de una inyección de capital de alrededor de 10 millones de euros para poder seguir adelante. Una posibilidad que se baraja en este sentido es llevar a cabo a una ampliación de capital, con el fin de que entren nuevos accionistas y que estos inyecten el dinero que resulta necesario.


En las circunstancias actuales, con un pasivo que ronda los 85 millones de euros y con el equipo instalado en Segunda División, el déficit de caja del Real Zaragoza ronda cada temporada los 10 millones de euros.

A este problema se hizo frente el pasado ejercicio, de modo principal, con el ingreso extraordinario que supuso la venta de Jesús Vallejo al Real Madrid, equipo que luego cedió al joven central a su club de formación.

Las inyecciones de capital de los actuales accionistas ya salvaron una situación límite en el verano de 2014, cuando el club estuvo a punto de entrar en causa de liquidación.


Ahora se presentan otra vez estas acuciantes exigencias de tesorería, a las que hay que añadir nuevas obligaciones financieras, como son los pagos derivados del convenio del concurso de acreedores.


Durante los tres últimos años, dichos pagos han estado congelados, a raíz de la inclusión de una cláusula suspensiva de cumplimiento de convenio si el Real Zaragoza estaba durante tres temporadas seguidas en Segunda, como ha ocurrido.


En este momento, la referida cláusula suspensiva ha dejado de tener vigor. Se activan, por tanto, las obligaciones marcadas por el convenio. Mientras tanto, siguen su curso las necesidades de pago a Hacienda, fruto del convenio singular firmado hace dos campañas, posiblemente el acuerdo más duro que haya impuesto el erario a cualquier club del fútbol profesional en España.


Desde que la Fundación Zaragoza 2032 adquirió el control accionarial de la sociedad anónima deportiva, era sabido que resultaba necesario el ascenso del equipo a Primera División, en un horizonte temporal máximo de dos años.


O se subía en este plazo a la élite, a la Liga BBVA, donde el Real Zaragoza se hace claramente viable con sus propios recursos económicos, o se presentarían graves problemas de naturaleza económica y, en consecuencia, de supervivencia.


Ranko Popovic se quedó el pasado ejercicio a siete minutos de la élite de nuestro fútbol y ahora Lluís Carreras ni siquiera ha logrado entrar en la promoción de ascenso. De esta suerte, reaparecen los viejos fantasmas, los riesgos que significa el elevado pasivo que lastra la vida societaria de la entidad, a pesar de que durante los dos últimos años se ha reducido el pasivo en 22 millones de euros.


Otra de las consecuencias de que el equipo se haya quedado atascado en Segunda es que el presupuesto de gasto en la plantilla para la próxima temporada rondará los 4,3 millones de euros, una cifra relativamente modesta dentro de la competición.


En este orden, estarán bastante por encima del Real Zaragoza los equipos que descienden de Primera, que cuentan con el importante ingreso de los fondos de ayuda al descenso. Por su parte, el Mallorca, apoyado en el nuevo accionariado, puede que cuente con un jugoso presupuesto. También se da por hecho que el Oviedo de Carlos Slim, una de las mayores fortunas del mundo, dispondrá de una plantilla cara. El Almería también estará por encima. Incluso es altamente probable que la Sociedad Deportiva Huesca, cuyo balance está saneado, cuente con mayor techo de gasto. En estos términos, el Real Zaragoza ocupará una posición de la zona media, un condicionante desde el origen.

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