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Mariona Ortiz, el arte de liderar desde la tranquilidad

La directora de juego del Casademont Zaragoza se ratificó frente al DVTK como una de las mejores bases de Europa. La paz mental con la que rige su vida es una de las claves de su extraordinario rendimiento en la pista.

Mariona Ortiz marca una jugada, durante el partido frente al DVTK en la Euroliga
Mariona Ortiz marca una jugada, durante el partido frente al DVTK en la Euroliga
Álvaro Sánchez

Hace ya algunos años que la vida de Mariona Ortiz se rige por un mantra inquebrantable: "Si cuesta mi paz, es demasiado caro". Son solo siete palabras que dejan entrever un pasado duro y repleto de dificultades, pero que, al mismo tiempo, sirvió para que el paso del tiempo edificase un carácter diferencial y una personalidad arrolladora. Tras ambos se esconde la directora de juego del Casademont Zaragoza, actualmente una de las mejores bases de Europa, que lidera al conjunto de Carlos Cantero con la misma tranquilidad que rige su cotidiano día a día.

"Mi verdadera recompensa es estar tranquila emocionalmente", aseguraba hace 10 meses en una entrevista con este periódico, después de alcanzar la primera internacionalidad con España. El último partido de Euroliga, la agónica victoria en la prórroga ante el DVTK, ejemplificó con una exactitud infalible quién es Mariona Ortiz.

En apenas 35 segundos, con el Casademont Zaragoza cinco puntos abajo, la catalana obsequió a los 4.445 asistentes al encuentro con su enésima lección sobre una pista de baloncesto: capacidad para asistir, recuperar, correr al espacio, penetrar, ejecutar tiros decisivos sin fallo…

Acciones determinantes en momentos decisivos. Como los dos últimos libres, con solo 8 segundos por jugar, que permitieron enviar el choque a la prórroga. La base sorteó la presión que sí había mermado a la visitante Lelik, adquirió la responsabilidad con naturalidad y armó el brazo como si estuviera jugando frente a un grupo de amigos en su Calella natal, la localidad catalana donde la pequeña Mariona se enamoró del baloncesto.

A pesar de la ardiente atmósfera que reinaba en el ambiente del pabellón, la sensación que desprendía Ortiz era de una templanza extrema. "He tratado de pensar únicamente en botar y tirar. Aunque no lo parezca, soy una ‘overthinker’, pienso mucho. En ese instante trataba de tener pensamientos muy simples, en centrarme en pequeñas acciones porque la atención es limitada. Quería centrarme en cada gesto y meterla porque, por encima de todo, deseaba ganar", explicó la gran artífice del triunfo al final del partido.

‘Never too high, never too low’

Pese al enorme éxtasis que se desató en el Príncipe Felipe, Mariona finalizó los 40 minutos impertérrita, ajena por momentos a las innumerables sensaciones que recorrían los cuerpos de sus compañeras. Mientras Holesinska se apresuraba a felicitarla, la catalana enfilaba el banquillo haciendo gala de otro de sus lemas estrella: ‘Never too high, never too low’ (Nunca demasiado arriba, nunca demasiado abajo).

Su entrenador, Carlos Cantero, también se deshizo en elogios hacia ella en la rueda de prensa posterior al choque, donde reconoció que es "un placer" disponer de una jugadora "tremenda". "Somos dos personas muy pasionales, no lo escondemos ni en partidos ni en entrenamientos. Tenemos una buena conexión. Hay muchas ocasiones que, aunque el error no sea de ella, es a quien me dirijo en la pista. Aguantarme en esos momentos también tiene su mérito. Como entrenador, tengo que ser agradecido, muchos de los éxitos que nos llegan son gracias a tener jugadoras como ella en el equipo", destacó.

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