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40º aniversario de la primera Copa del Rey del CAI Zaragoza: así fue el partido que cambió el baloncesto español

Este viernes, 1 de diciembre, se cumplen cuatro décadas de aquella gesta. El equipo aragonés se impuso por 81 a 78 al FC Barcelona en el Huevo. 

El CAI Zaragoza (CBZ), nada más conquistar la Copa del Rey de 1983 ante el Barcelona.
El CAI Zaragoza (CBZ), nada más conquistar la Copa del Rey de 1983 ante el Barcelona.
Juan G. Misis/Archivo Heraldo

El Club Baloncesto Zaragoza (CBZ) fue un grande de España. Y protagonizó la primera gran gesta del baloncesto nacional. Lo hizo con la conquista de la Copa del Rey ante el Barcelona, el 1 de diciembre de 1983, en una final intensa y emocionante, sin apenas tregua, que se resolvió en el último suspiro con un suspense de película (81-78). 

El Palacio de los Deportes de Zaragoza (más conocido como el Huevo) estaba lleno a reventar aquel día. Nadie quería perderse aquel encuentro, a pesar de que el Barcelona era el claro favorito. Sin embargo, el CAI Zaragoza eligió ese momento y ese rival para escribir una de las más brillantes páginas de la historia del deporte aragonés. 

Aquel 1 de diciembre de 1983 Zaragoza acogía la primera competición con el formato actual, en el que los mejores equipos se reunían en una ciudad para disputarse el título. Ahora son ocho, y en aquel inicio fueron solo cuatro: Barcelona, Real Madrid, Joventut de Badalona y CAI Zaragoza.

El cuadro aragonés, que ahora celebra el 40º aniversario de aquella gesta, siempre presto al combate, se sobrepuso a una desventaja de 11 puntos para voltear el marcador, ya en los compases finales, ante la sorpresa del gigante azulgrana. Dos grandes acciones defensivas de Fernando Arcega y, posteriormente, una canasta de Charly López Rodríguez, que esta pasada semana recibió la visita de sus compañeros en Leónconsumaron el triunfo de los zaragozanos, que celebraron la hazaña al abrigo de su afición -el partido se desarrolló en el Palacio de los Deportes de la capital aragonesa-.

«Fue algo histórico. De hecho, aquel triunfo supuso un cambio radical en el baloncesto español», afirmaba en una entrevista con HERALDO  el presidente del CBZ, José Luis Rubio, consciente de la «sobresaliente repercusión mediática» que alcanzó la gesta. Hasta entonces, Real Madrid y Barcelona habían gobernado sin apenas oposición las diferentes competiciones nacionales. Pero los catalanes, con una plantilla de ensueño -Epi, Solozábal, Sibilio, Davis, Stracks...-, acabaron cediendo ante el empuje, el entusiasmo y la convicción del conjunto zaragozano, que contaba en sus fila con los hermanos Arcega (Fernando y José Ángel), Magee, Allen, Díaz, Bosch, López Rodríguez y Paco Zapata.

Rubio fue el ideólogo de aquella obra grandiosa, modélica e ilusionante, que acumuló éxitos mayúsculos con plantillas compuestas mayoritariamente por jugadores de la tierra -apuntaladas por los mejores extranjeros de la competición-. Bajo el patrocinio de la CAI, el conjunto aragonés abanderó el espíritu rebelde del baloncesto español. «Tuvimos a los mejores americanos, a los mejores nacionales y también a los mejores canteranos. Y conseguimos llevar el nombre de Zaragoza bien alto por toda España y Europa», añadía el presidente, que también fue uno de los impulsores de la ACB.

«La primera Copa del Rey que ganamos fue fundamental, por supuesto, para la historia del club; pero también para la historia de la ciudad y para la historia de la propia ACB», advierte Fernando Arcega, capitán de aquel histórico equipo que derribó todas las previsiones. «Supuso nuestro reconocimiento en el baloncesto español como equipo alternativa. Nos presentamos en la final tras superar al Joventut de Badalona, que por entonces era el equipo revelación, y luego también sorprendimos al Barcelona para alzarnos con el título. Además fue en Zaragoza. El público estaba absolutamente enfervorizado», recuerda Arcega, cuya contribución resultó capital en el triunfo de los aragoneses. «Después de cuatro décadas de aquella victoria, todavía hay gente que recuerda aquellos momentos con una magia especial», indica el capitán.

Seis años más tarde, el 13 de febrero de 1990, el CAI sumó una nueva Copa del Rey a sus vitrinas. El nuevo éxito se produjo en Las Palmas de Gran Canaria, tras doblegar al Joventut de Badalona en la final (76-69). La exhibición ofensiva de Mark Davis, incontenible desde todas las posiciones, resultó capital en ela victoria de los zaragozanos. El estadounidense finalizó la contienda con 44 puntos anotados, una valoración global de 37 créditos y un porcentaje de acierto muy elevado en sus acciones de ataque: convirtió seis de sus nueve lanzamientos triples; facturó 10 de sus 17 tiros de dos; y presentó una efectividad máxima desde la línea de personal (6 de 6 en los tiros libres).

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