Casademont, campeonas para la historia
El equipo derriba todos los pronósticos y conquista la Copa de la Reina tras completar un torneo sin mácula Las aragonesas se adjudicaron el título ante el Perfumerías Avenida en una apasionante final.
Otro día grande para el patrimonio deportivo aragonés. El Casademont obró el milagro: se proclamó campeón de la Copa de la Reina, con apenas tres años de vida, tras haber completado un torneo colosal, sin mácula, y haber doblegado la resistencia de los dos principales favoritos al título. Y lo hizo en un escenario supremo: en el pabellón Príncipe Felipe y ante la presencia de 10.800 espectadores, lo que supone el récord de asistencia en la historia de la competición. El equipo aragonés, siempre presto al combate, muy seguro de sus fuerzas, tuvo que sobreponerse a numerosos obstáculos para acabar consumando la gesta. Pero remó siempre con tenacidad, sin respiro, sin tregua, con una fortaleza mental admirable, para culminar con éxito -y con justicia- su laborioso recorrido hacia la gloria.
En este sentido, el Casademont ha sido un grupo ejemplar. Por orgullo, carácter, compañerismo, compromiso, pundonor, capacidad competitiva y espíritu solidario. Por la fuerza del grupo, por la implicación de todas los jugadoras en un proyecto común. En la Copa de la Reina, su andadura siempre fue firme, convincente, enérgica, inquebrantable. Valores muy estimables que, junto a su atractivo estilo de juego -un baloncesto ágil, dinámico y creativo, y un desempeño defensivo sobresaliente-, le están proporcionando importantes réditos desde el inicio de la temporada.
Una trayectoria ejemplar
El equipo de Carlos Cantero ha sido el justo vencedor. Doblegó el pasado jueves al Araski (71-50), en la eliminatoria de los cuartos de final, en un duelo que gobernó con mano firme de principio a fin. Sostenido por un sobresaliente desempeño en las labores de contención, las zaragozanas dejaron a su rival en el medio centenar de puntos anotados. Además, el cuadro aragonés se agarró en ataque al dominio de Keisha Gatling bajo los aros, y a la amenaza de Leo Fiebich en la línea exterior. La estadounidense finalizó la contienda con 29 créditos de valoración, fundamentados en 19 tantos, 9 rebotes y 2 recuperaciones de balón. La germana, por su parte, aportó 17 puntos, después de haber convertido 5 de sus 6 lanzamientos triples.
Posteriormente, el Casademont derribó todos los pronósticos en las semifinales: tumbó al Valencia Basket (59-74), actual líder de la Liga Femenina y el gran favorito para adjudicarse el título copero, y lo hizo tras sobreponerse a una desventaja de 14 puntos. El equipo zaragozano nunca dejó de creer y acabó encontrando su justa recompensa: arrolló a su oponente, con un parcial de 18-0 en la recta final, para plantarse por primera vez en su historia en la final del torneo.
Vega Gimeno lideró la remontada del conjunto aragonés. La capitana destrozó a las levantinas con un acierto devastador desde el perímetro, con 6 triples anotados -4 de ellos en los instantes de fragor-. Al margen de sus 18 puntos, Gimeno también se empleó atrás con vehemencia y perseverancia, sin desatenciones, para neutralizar las mejores armas ofensivas del rival. En la faceta ofensiva, el Casademont también dispuso de otras amenazas: Fiebich aportó 16 tantos, 8 rebotes y 4 asistencias, y Tate sumó 11 puntos, 6 capturas y 2 pases de canasta en 25 minutos de juego.
Y en la final, el equipo zaragozano también compitió con seguridad y convicción, con una fe inexorable en sus opciones de triunfo, pese a medirse con el gran dominador del torneo. El Perfumerías Avenida contabiliza 10 títulos de la Copa de la Reina -ocho en las últimas diez ediciones-, y se presentaba a la cita como indiscutible favorito a la vicotia por presupuesto, plantilla e idiosincrasia. El Casademont, sin embargo, sorteó cada una de las adversidades para volver a quebrar todos los pronósticos. Ni siquiera la expulsión de su capitana, Vega Gimeno, le hizo desaparecer de la escena. En esos momentos de desconcierto, otro equipo con menos oficio se hubiera descompuesto sin dilación. No el Casademont Zaragoza, que reaccionó con aplomo para modificar el guión y sumar un triunfo para la historia.
