baloncesto

La reacción del Casademont Zaragoza pasa por Manresa

El equipo de Fisac está obligado a ganar hoy (17.00) a un rival directo por la salvación para no agravar, aún más, su delicada situación en la tabla.

Javi García ejecuta un lanzamiento durante un entrenamiento.
Javi García ejecuta un lanzamiento durante un entrenamiento.
Guillermo Mestre

El Casademont Zaragoza aspira a terminar la primera vuelta, a la que todavía le restan tres partidos, con «cinco o seis victorias». Así lo manifestó ayer Porfirio Fisac, entrenador de un equipo que de 14 partidos únicamente ha ganado tres. Es decir, para cumplir los pronósticos más optimistas, el conjunto aragonés tendría que hacer un pleno de triunfos los próximos tres fines de semana. La primera piedra de este ambicioso camino llega hoy (17.00) en Manresa, ante uno de los rivales más directos para conseguir la permanencia en la Liga Endesa. El cuadro catalán, actualmente situado en puestos de descenso, firma los mismos guarismos que los zaragozanos: tres victorias y once derrotas, por lo que salir victorioso del pabellón Nou Congost se antoja fundamental para acercarse a la salvación.

«Estamos llegando al final de la primera vuelta y hay que intentar estar lo más cerca posible de esas cinco o seis victorias. Si no, te obliga a hacer una segunda vuelta casi de ‘play off’ para poder salvarte. Estamos lejos de ser ese tipo de equipo», reconoció ayer Fisac, consciente de la enorme dificultad que entraña el reto. Sobre todo, por lo que asoma en el calendario: un Tenerife que ansía ser cabeza de serie en la próxima Copa del Rey y el desplazamiento a la pista del Valencia Basket, que ni mucho menos tiene garantizada su participación en el torneo copero.

El Casademont Zaragoza llega a la cita de hoy después del último tropiezo del curso ante el Río Breogán. La dolorosa derrota del pasado miércoles en el Príncipe Felipe, en un partido donde los gallegos concedieron varias vidas extra al conjunto aragonés para conseguir la victoria, dejó un muy mal sabor de boca en el paladar de los zaragozanos. Sin embargo, fruto de la preocupante situación clasificatoria, la plantilla no tiene tiempo que perder. «Estamos teniendo un mal endémico, no saber jugar y ganar esos finales. Las derrotas duelen, pero tenemos que tener humildad para saber que somos un equipo que está luchando por el descenso. Las derrotas no pesan en la mochila, pesan en la cabeza. Vamos a pasarnos todo el año luchando por no descender, si alguno interpreta otra cosa, está equivocado», advirtió Fisac.

A pesar del delicado escenario en el que se ubica el Casademont, el entrenador aseguró creer «muchísimo» en su plantilla. «No tengo ninguna duda de que este equipo acabará haciendo un gran baloncesto. Solo tengo una preocupación:salvar al club como sea», afirmó.

La primera oportunidad para conseguirlo llega esta tarde ante un equipo «muy asentado» y «con las ideas muy claras», que también viene de perder en el último compromiso liguero, también en la prórroga y también ante un rival gallego, el Obradoiro. «Manresa es un equipo sólido y que corre muy bien al contraataque. El partido será duro, difícil, más complicado que los que hemos tenido en casa», señaló. Sobre el reencuentro con Ferrari, que abandonó el Casademont Zaragoza el pasado noviembre con el técnico segoviano como máximo responsable de su adiós, Fisac aseguró que cualquier jugador que se enfrenta a su exequipo «tiene una motivación especial».

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