El cuento de Álvaro Bilbao para ayudar a los padres que tienen hijos con muchas rabietas
El referente de la educación en positivo publica también algunas estrategias para gestionar berrinches o pataletas en niños de 2 a 4 años.
El neuropsicólogo, que lidera la corriente de educar en positivo y es el autor del libro 'El cerebro del niño explicado a los padres', comparte en sus redes sociales una herramienta (en forma de cuento) para apoyar a los padres y las madres que tienen hijos de entre 2 y 4 años en plena etapa de rabietas.
En un vídeo, el neuropsicólogo saca el móvil del bolsillo y lee en la pantalla: "Hola Álvaro, mi hijo de tres años y medio tiene muchas rabietas y lo pasa muy mal. ¿Nos puedes ayudar?". "Sí, claro que sí", responde, "Os he escrito un cuento para que podáis leerlo todas las noches justo antes de apagar la luz".
Este es el cuento transcrito:
“Cuento para un niño con muchas rabietas”
A veces sientes enfado,
solo tienes ganas de llorar,
te sientes muy desdichado/a
y no sabes cómo parar.
A veces no puedo consolarte
ni te consigo calmar,
pero siempre tengo mis brazos
para cuando me puedas abrazar.
No me asusta que te enfades,
no me enfado yo contigo,
mamá/papá es capaz de esperarte
hasta que te sientas más tranquilo/a.
Solo necesitas tiempo
para poder recibir cariño,
papá y mamá te queremos,
siempre eres un/a buen/a niño/a.
Todos sentimos enfado,
todos sentimos rabia,
todo se habrá olvidado
cuando llegue la mañana.
Duerme ahora mi amor,
duerme ahora mi niño/a,
Yo estaré aquí a tu lado
por si te enfadas dormido/a.
Las rabietas, también conocidas como berrinches o pataletas, son reacciones fisiológicas naturales que los niños experimentan entre los 2 y 4 años cuando enfrentan frustraciones intensas. Estas manifestaciones pueden incluir llanto, gritos, pataleos y golpear objetos, siendo una forma de expresar su enfado, frustración o la incapacidad para enfrentar ciertas situaciones.
Estrategias para gestionar rabietas
- Mantén la calma: Es esencial mantener la calma durante las rabietas, ya que los niños son sensibles a las emociones de sus padres. La tranquilidad de los padres puede contribuir a abordar la situación de manera efectiva.
- Empatía y comprensión: Valida las emociones del niño, expresando comprensión. Frases como "Entiendo que te sientas frustrado" ayudan al niño a sentirse comprendido y validado.
- Límites claros y consistentes: Establece reglas claras y explícalas de manera simple. Refuerza positivamente cuando el niño sigue las reglas.
- Enseñanza de autorregulación: Ayuda al niño a desarrollar habilidades para manejar emociones. Anima a expresar verbalmente sus sentimientos y a utilizar estrategias alternativas, como respirar profundamente o abrazar un peluche.
- Comunicación y resolución de problemas: Fomenta que el niño exprese sus necesidades adecuadamente y enseña a utilizar palabras en lugar de acciones agresivas. Facilita la resolución pacífica de conflictos.
- Establecimiento de rutinas: Las rutinas predecibles ayudan a prevenir situaciones desencadenantes de rabietas, proporcionando seguridad al niño.
