La negociación en torno a los despidos colectivos de Autobuses Urbanos de Zaragoza (antigua TUZSA) continúa sin avances después de la séptima reunión. Ante esta situación, los empleados de la empresa de transporte urbano han vuelto a concentrarse este jueves por lo que consideran unos despidos "desproporcionados" y una negociación "nula", debido a la falta de predisposición de la empresa.

Así lo señala Javier Anadón, presidente del comité de empresa de Urbanos de Zaragoza (AUZ), que asegura que la empresa "se está negando a que figuren en las actas de las reuniones las propuestas que se les hacen desde el comité". Por el momento, y tras la séptima reunión entre las partes, celebrada durante la mañana del jueves, la negociación siguen estando anquilosada en la propuesta de 175 despidos que puso sobre la mesa AUZ.

En la concentración, que ha reunido a unas 150 personas, el Presidente del comité ha vuelto a reiterar que la negociación "es nula" por parte de la empresa, ya que entiende que "su intención es alargar el proceso hasta el 18 de agosto", fecha en la que la negociación caducaría y el expediente sería gestionado de forma externa.

"Con el recorte de líneas que se ha hecho los despidos, ya sean de 200 o de 175 empleados, es desproporcionado", ha señalado Anadón, que ha afirmado que no hay visos de mejora pese a que las dos partes han vuelto a citarse este viernes para continuar con las negociaciones.

El desculgue colectivo, en manos de la Comisión Nacional

Anadón ha asegurado además que la concentración de este jueves -la segunda que realiza el colectivo desde que empezara el proceso- "es especial", debido a que estaban "especialmente decepcionados tras la última reunión".

El comité había recurrido para esta última cita a la mediación de la Inspección de Trabajo para que aclarara las desavenencias en la formulación de las actas, órgano que según comité y empresa solo puede mediar, sin resolver los problemas planteados por ambas partes.

Ahora, el comité plantea seguir regularmente con sus movilizaciones ante lo que consideran unos despidos que "afectan  tanto a la ciudadanía como a ellos", continuando con su propuesta de resolver el problema con un ERTE, lo que permitiría una reducción temporal hasta final de año, momento en el cual, tras evaluar las deficiencias que pudieran darse en el servicio, se volvería a contar con los trabajadores necesarios.