Ni 'voyeur' ni grabación oculta en los baños de un hospital de Zaragoza

Un juez archiva la denuncia presentada por una empleada de las cocinas que aseguraba haber sido grabada con un móvil cuando orinaba.

Fotografía tomada por la denunciante a través del falso techo del baño en el que se aprecia la silueta de un varón con el móvil en la mano.
Fotografía tomada por la denunciante que dio lugar a la apertura de diligencias judiciales.
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No hay más que investigar, porque “no se constata ninguna intencionalidad de invadir la intimidad de la denunciante”. Así de rotundo acaba de mostrarse un juez de Zaragoza a la hora de dar carpetazo al caso del supuesto ‘voyeur’ del Hospital Royo Villanova. Las pesquisas se iniciaron hace unas semanas a raíz de la denuncia interpuesta por una trabajadora de las cocinas, que al ir al baño escuchó un ruido extraño y miró hacia arriba. Y lo que vio fue la silueta de un hombre con un teléfono móvil en la mano, por lo que dedujo que alguien podía haberle hecho alguna foto o grabado mientras orinaba.

Los hechos se produjeron el pasado 22 de marzo en la planta -1 del centro sanitario, ubicado en el barrio de San Gregorio. Los aseos tienen un falso techo desmontable y las piezas situadas justo encima de los dos cubículos de los retretes femeninos llevaban un tiempo retiradas, pero a la denunciante no le había ocurrido antes nada parecido. Por ello, convencida de que alguien la estaba espiando y de que podría no ser la única víctima, la mujer avisó al 091, que enseguida envió una patrulla al hospital.

Cuando formalizó después la denuncia ante los agentes en la comisaría del Actur, la trabajadora del Royo Villanova explicó que aquel día fue al lavabo sobre las once de la mañana. Según esta, ya estaba sentada en la taza cuando escuchó hablar a alguien por encima de su cabeza, llegando a distinguir la voz de un par de hombres. Se puso muy nerviosa, pero al comprobar que la placa del techo estaba desmontada, se asomó y distinguió la "silueta de un hombre asomado por el hueco y sosteniendo un teléfono móvil". Ella también llevaba su celular, por lo que decidió utilizarlo para tomar varias fotografías entre las tuberías del techo.

Dichas imágenes fueron facilitadas a la Policía Nacional y sirvieron al Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza para abrir diligencias previas por un presunto delito contra la intimidad. Sin embargo, las averiguaciones de los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (Mujer) para aclarar lo ocurrido han llevado finalmente al juez instructor a decretar el archivo provisional de la causa.

No había ángulo de visión

Según el auto de sobreseimiento, lo primero que hizo la Policía fue hablar con el servicio de mantenimiento del hospital, que constató que aquel día existía un parte de intervención para reparar las tuberías del baño que utilizó la denunciante. Los investigadores visitaron los aseos y pudieron comprobar que las placas del falso techo no se pueden manipular desde arriba, sino solo desde los propios baños. Pero en su informe informaron de algo todavía más importante: desde el hueco de las tuberías, la perspectiva permite ver “parte del aseo, pero no la zona en la que está la taza del váter”.

El resultado de la investigación policial lleva al juez a deducir que no hubo ninguna intención de invadir la intimidad de la denunciante. “Consta justificada la actuación del personal de mantenimiento atendiendo al parte de trabajo”, dice en su auto. Pero va más allá para despejar cualquier duda sobre la actuación de los trabajadores del Royo Villanova: “También queda constancia de que las placas del techo del baño no pueden ser manipuladas desde el lugar que estaba el personal de mantenimiento y el ángulo de visión, desde esa zona, no permite ver el váter”.

Según fuentes consultadas por este diario, el centro hospitalario abrió su propia investigación interna a raíz de estos hechos y llegó a la misma conclusión que la Policía. Es decir, que resultaba imposible que desde la zona donde se llevaba a cabo la reparación se pudiese ver la taza del inodoro.

Cabe recordar que tras lo ocurrido la denunciante solicitó la baja médica, que le fue concedida. Contra el auto de archivo provisional cabía recurso de reforma y la trabajadora de las cocinas ha decidido impugnarlo.

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