Las bandas de Zaragoza tienen una esquina favorita para lanzar sus 'cacerías' nocturnas

Cuatro asaltos violentos durante la misma madrugada y en los que una de las víctimas quedó inconsciente llevan a prisión a uno de los autores.

Imagen de uno de los accidentes ocurrido en Camino de las Torres.
Imagen de archivo de una asistencia sanitaria en el Camino de Las Torres.
Guillermo Mestre

El Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza sentó este jueves en el banquillo de los acusados a Madjin T. B., quien acababa de cumplir los 18 cuando fue detenido por cuatro robos con violencia consecutivos. Todos ellos durante la madrugada del 12 de junio de 2022 y en un intervalo de tiempo de apenas dos horas. Y lo que resulta también muy llamativo, los cuatro en torno a un punto muy concreto de la capital aragonesa: la confluencia del Camino de La Torres con la calle de Lacarra de Miguel. Una esquina que, por la gran cantidad de agresiones y robos registrados durante los últimos meses, parece haberse convertido en la favorita de las bandas juveniles para llevar a cabo sus ‘cacerías’ nocturnas.

El joven argelino no actuó solo, sino en compañía de Fabián M. G., un venezolano de su misma edad que se encuentra en paradero desconocido y no acudió al juicio. La Fiscalía pedía para ambos sendas condenas de doce años de prisión por esta concatenación de asaltos, registrados entre las 4.30 y las 6.30, siempre a las puertas de conocidos bares o discotecas de la zona. Sin embargo, el único acusado presente en la sala reconoció la autoría de los hechos y logró así un acuerdo que rebajará su castigo a cuatro años de cárcel. El pacto entre la defensa, a cargo de los letrados Luis Marcén y Carmen Sánchez, y la acusación pública incluye dos multas de 90 euros por un delito de hurto y otro de lesiones, así como una indemnización de 995 euros para una de las víctimas.

Gracias a la información facilitada por varios de los agredidos, la Policía Nacional pudo detener aquella misma noche a los dos autores materiales de los cuatro robos con violencia. Sin embargo, por las declaraciones de las víctimas y los testigos, todo apunta a que estos delincuentes no actuaron solos, ya que mientras ellos golpeaban y arrebataban sus pertenencias a los denunciantes, otros jóvenes les daban cobertura e impedían mediar a terceras personas.

Como se desprende de esta y otras investigaciones policiales, estas bandas juveniles actúan siempre con el mismo patrón. Además de moverse por la misma zona de Zaragoza, buscan presas fáciles: jóvenes que ponen fin a una noche de fiesta y que por tanto, habitualmente han consumido alcohol, ya que ello limita bastante su capacidad de reacción y defensa. Tampoco tienen reparos en hacer un mayor derroche de violencia cuando lo estiman necesario, como ocurrió en uno de los asaltos perpetrados aquella madrugada del 12 de junio de 2022.

Según el parte policial, sobre las 6.30, los dos acusados vieron salir de la discoteca Chocolat a una pareja. Así que, sin mediar palabra, se aproximaron a la chica e intentaron quitarle el bolso. Su novio intentó impedirlo, a lo que los delincuentes reaccionaron soltándole puñetazos hasta dejarlo inconsciente en el suelo. La víctima, de 26 años, acabó en urgencias del Servet donde le diagnosticaron lesiones de pronóstico menos grave.

Autor de otra agresión diez días antes

Del beneficioso acuerdo firmado por Madjin T. B., actualmente en prisión provisional por hechos similares, no podrá beneficiarse el segundo acusado, Fabián M. G., al que se juzgará en otra vista una vez que se lo localice. Porque este joven, que ahora tiene 20 años, arrastra más cuentas pendientes con la Justicia. De hecho, se le atribuye otro robo con violencia perpetrado también a las puertas de la discoteca Chocolat solo diez días antes y del que fue víctima un joven de 30 años.

En aquella ocasión, Fabián M. G. habría actuado en compañía de un menor, que también acabó detenido. Según la Policía, vieron salir a la víctima del establecimiento y la siguieron hasta el Camino de Las Torres, donde le abordaron por la espalda. Al darse la vuelta, le soltaron varios puñetazos, le robaron el móvil y lo dejaron sangrando de forma abundante por la nariz.

El hombre no conocía de nada a los asaltantes, si bien contó a la Policía que sobre las 3.30 los había visto en la puerta de la Chocolat y escuchó cómo decían "somos de los DDP", "somos de la hermandad" y frases similares. Incluso se rio y les preguntó en broma si "eso existía". Después, cree que lo esperaron en la calle para agredirle y que incluso alguien pudo echarle algún tipo de sustancia en la bebida, ya que solo tomó tres cervezas y dos chupitos y salió muy mareado del bar y andando con dificultad.

La triple paliza de febrero

El ataques más grave registrado este año en el entorno del Camino de Las Torres con Lacarra de Miguel se produjo en la madrugada del pasado 11 de febrero, cuando dos jóvenes de 21 y 23 años y un policía nacional de paisano que intentó defenderlos recibieron una brutal paliza. Como informó HERALDO, el grupo de al menos diez personas que protagonizó la violenta agresión actuó de forma organizada e incluso pudo salir de ‘cacería’. Una de las víctimas y varios testigos explicaron a los investigadores que vieron llegar a los agresores entonando una especie de "himno o cántico". "Uno de ellos, de pelo abultado ‘afro’ era el que gritaba y el resto lo repetía", contaron. Ni los dos jóvenes que acabaron en el hospital ni las dos chicas que los acompañaban conocían de nada a estos individuos, que vestían de oscuro y desde el primer momento les infundieron "bastante de miedo".

La forma de actuar de los atacantes y su indumentaria, unido al hecho de que los testigos los identificaron como personas muy jóvenes y "de origen sudamericano, en su mayoría", llevaron a la Policía a investigar su posible vinculación con alguna de las tres bandas latinas activas en la capital aragonesa: Dominican Don’t Play (DDP), Black Panther (BP) y Trinitarios. Pero las pesquisas siguen abiertas y esto es algo que todavía no se ha podido confirmar. Entre otros motivos, porque ninguno de los dos adultos detenidos por estos hechos -también se arrestó a tres menores de 16 y 17 años- arrastra delitos violentos o de pertenencia a asociación ilícita. El presunto cabecilla del grupo, Osmy Eliu O. A., de 19 años, carece por completo de antecedentes. Sin embargo, la Fiscalía y la acusación particular, a cargo del abogado Marco Antonio Navarro, solicitaron su ingreso en prisión provisional y la jueza de guardia la concedió.

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