Urbanismo

Reforma en uno de los locales más emblemáticos de Zaragoza

Una céntrica oficina del Banco Santander recibe estos días la visita de obreros para transformar su interior.

Los obreros entran material en la oficina de Santander situada en el número 2 del paseo de Sagasta.
Los obreros entran material en la oficina de Santander situada en el número 2 del paseo de Sagasta.
H. A.

Uno de los locales más emblemáticos de Zaragoza se encuentra en un proceso de transformación. Los vecinos del centro de la ciudad presencian estos días el ir y venir de obreros que preparan la reforma del interior de uno de esos espacios por cuya fachada han pasado probablemente todos los zaragozanos en alguna ocasión. 

A la altura del número 2 del paseo de Sagasta se encuentra la oficina de banca privada del Banco Santander, que desde el pasado día 8 de enero recibe la entrada de los obreros para adecuar y reformar su interior. Tal y como anuncia la propia identidad bancaria en la puerta del local, la oficina ha sido reubicada en el Coso, 36, a causa de estos trabajos. "A fin de mejorar nuestras instalaciones y la atención a nuestros clientes, estamos realizando trabajos de reforma en esta oficina. Disculpen las molestias", se puede leer en la entrada, junto a la licencia de obra concedida por el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza.

Según fuentes de la entidad bancaria, se está acometiendo una reforma integral "para adecuar esta oficina de banca privada (clientes con un determinado patrimonio) al nuevo formato que se ha establecido por el segmento". "Son más funcionales, con adaptabilidad para todos, más tecnológicas y más confortables para dar el mejor servicio a nuestros usuarios", añaden. Desde Santander estiman que las labores finalizarán en julio, cuando se reabra el local. Mientras tanto, derivan los servicios en la otra oficina de banca privada, en la calle del Coso, número 36, o a través de la web, la aplicación móvil o la línea telefónica.

Este bajo se emplaza en uno de los edificios más llamativos y simbólicos de la capital aragonesa. Se trata de la esquina de Gran Vía con el paseo de Sagasta, un bloque de viviendas que se construyeron sobre los terrenos del antiguo velódromo sobre el año 1945. Según las fichas de Patrimonio, este complejo arquitectónico tiene un gran valor, gracias a su aire monumentalista. De hecho, sobre el chaflán se alza un grupo escultórico, el 'Monumento al ahorro', obra del escultor Félix Burriel (1945) en bronce, donde también se luce el escudo de Aragón. 

Imagen del interior del local de paseo de Sagasta, 2, durante su reforma.
Imagen del interior del local de paseo de Sagasta, 2, durante su reforma.
H. A.

De hecho, se trata de un bien protegido, por lo que las obras de reforma deberán respetar algunos elementos. Según los documentos de Urbanismo, no se podrá tocar la fachada, la caja de escaleras, las cerrajerías, las carpinterías, las vidrieras o las decoraciones. 

Precisamente, muy cerca de esta localización tuvo lugar un episodio de una reforma muy sonada en la ciudad. Fue el del Cine Elíseos, que se transformó en un McDonalds hace a penas tres años. Sus responsables tuvieron que preservar el valor patrimonial del local, y cumplir con las prescripciones de la DGA y del Ayuntamiento. Incluso, después de su apertura, llegó a cerrar por el desprendimiento de una parte del techo.

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