Un año de trámites para desalojar a una cigüeña y su nido de la torre mudéjar de Villamayor
La retirada, que se autoriza por motivos de seguridad por la caída de cascotes, se realizará el 21 de diciembre.
No es sencillo reunir las autorizaciones para poder retirar un nido de cigüeña. Bien lo saben en Villamayor, donde llevan más de un año de trámites para lograrlo. A las complicaciones que llegan del ámbito medioambiental, pues queda prohibido quitarlos del 1 de febrero al 1 de agosto al ser periodo de nidificación, se suman la especial protección de elementos declarados Bien de Interés y Cultural (BIC), y hasta las que emanan de un cambio de Gobierno en el peor de los casos.
Con todo, el jueves 21 de diciembre se desalojará, al fin, a una cigüeña y su nido de la torre mudéjar de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Desde hace semanas, se han producido caídas de cascotes, lo que ha llevado al Ayuntamiento de Villamayor a agilizar la búsqueda de una solución. "Es un peligro. Caen a la terraza de uno de los vecinos, donde vive una familia, y lo que empezaron siendo cascotes son ya casi ladrillos. Además, es un bien cultural y tenemos que protegerlo", explicó Azucena Pascual, concejala socialista encargada de medio ambiente y de patrimonio cultural.
Al cursar la solicitud en la Comisión de Patrimonio del Gobierno de Aragón, tuvieron la "mala fortuna" de que el cambio de denominación de los departamentos por el relevo del cuatripartito por PP-Vox les obligó a registrar la solicitud varias veces. "No les llegaba. Al final, hablamos con la arquitecta y nos dejó que la enviáramos por correo electrónico para que entrara en la reunión de noviembre", detalló Pascual. Tenían que acompañarla, además, de un informe de Bomberos que incluyera cómo se iba a retirar el nido.
Tampoco el operativo es sencillo. Como las calles son estrechas y el nido da al interior, los bomberos no pueden entrar en el pueblo con la grúa. La concejala explicó que se hará desde el interior, desmontando una red, y que cuando lo quiten se tendrán que fijar en "cuál es la situación de la torres", que es del siglo XVI y tiene una especial protección.
La arquitecta municipal realizará, entonces, un informe porque habrá que restaurarla antes de instalar un sistema que impida que la cigüeña regrese. También desde el Arzobispado de Zaragoza se mandará a un especialista que supervise los trabajos.
En la autorización excepcional para manipular el nido cursada por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), se argumenta que hay que retirarlo de la cornisa de la torre "por los riesgos que supone para la seguridad y la salud de las personas". Advierten, además, de una "marcada querencia" de las cigüeñas por construir sus nidos en idénticas ubicaciones en periodos reproductivos sucesivos. "Es previsible que en el futuro se repita la situación que ha motivado su solicitud, por lo que se recomienda habilitar al menos una nidificación similar a la que soportan los nidos", avisan.
Es una posibilidad que se ha contemplado ya. Azucena Pascual explicó que estudian instalar un nido prefabricado de hierro en un camino municipal, detrás de ‘Los Chorros’, un humedal, para intentar que si la cigüeña vuelve al pueblo se vaya directamente allí. "Hay que buscarle un lugar alternativo a la cigüeña", recalcó.
Todos son conscientes de que el tiempo apremia. La autorización caduca el 1 de febrero y falta menos de una semana para que empiecen las fiestas de Navidad.
El jueves 21, por la mañana, los bomberos retirarán el nido supervisados por un agente de protección de la naturaleza, responsables de patrimonio del Arzobispado y del Ayuntamiento de Villamayor, y previsiblemente, decenas de vecinos, al ser una actuación en uno de los elementos emblemáticos de la localidad.
Azucena Pascual confía en que la intervención en la torre no se quede en la retirada del nido sino que, dada la situación, se aproveche también para garantizar su conservación y para arreglar los desperfectos que el nido de cigüeña ha provocado en los últimos meses.
