Las instituciones ya estudian crear una sociedad con el Real Zaragoza para salvar la nueva Romareda
El Ayuntamiento y la DGA se comprometen a alcanzar una solución «en semanas» para iniciar el campo en julio de 2024. Un crédito del BEI o una recalificación son posibles vías de ingresos tras la renuncia del Real Zaragoza a financiarlo todo.
«No hay tiempo que perder». Tras la decisión del Real Zaragoza de no concurrir al concurso de la nueva Romareda, las instituciones ya se han puesto a trabajar en el nuevo modelo jurídico y financiero con el objetivo de abrir y cerrar todo el proceso administrativo de unas obras de 140 millones en solo ocho meses. Sobre la mesa hay varias opciones, pero la que en este momento cobra fuerza es la de una sociedad de tipo mercantil en la que participarían las instituciones y el club.
Altos cargos del Ayuntamiento de Zaragoza y de la DGA ya han mantenido contactos para analizar la situación y buscar soluciones. De hecho, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha encargado al equipo de letrados y de Urbanismo del Consistorio un informe técnico y un cronograma para articular una solución jurídica y financiera que permita llegar a julio de 2024 con las máquinas en La Romareda. Se quiere presentar una fórmula «en semanas», incluso este mismo mes.
Los plazos son muy justos, dado que Zaragoza está inmersa en la carrera del Mundial 2030 y el próximo año se decidirán las 11 ciudades españolas que están en la candidatura. Además, un estadio requiere unos cuatro años de obras, en este caso complejas por desarrollarse mientras se mantiene la actividad deportiva, y es necesario aprovechar los momentos en que no hay competición.
En principio se ha sopesado la posibilidad de articular una solución similar a la del tranvía de Zaragoza, que gestiona una sociedad mixta de capital mayoritariamente privado pero en la que también participa el Ayuntamiento. Pero fuentes consultadas indican que es difícil aplicar esta fórmula al estadio, al ser complicado de encajar la explotación de un campo de fútbol como un servicio público.
Una alternativa es la de que las instituciones construyan el campo y luego se le cobre un canon o un alquiler al Zaragoza. Pero eso requiere abrir un proceso de contratación con los requisitos que se aplican a las administraciones públicas, mayores que los de una empresa privada. Por eso se está analizando la constitución una sociedad en la que participen el Ayuntamiento y la DGA y en la que podría entrar el club. Es por lo que siempre había apostado el presidente de Aragón, Jorge Azcón, cuando era alcalde, al estilo de la entidad que construyó y explota el estadio de San Mamés del Athletic Club de Bilbao.
El presidente del Real Zaragoza, Jorge Mas, se mostró dispuesto a buscar soluciones con las administraciones y situó el nuevo estadio como uno de los «pilares» del futuro de la entidad. En su mano está el anteproyecto de César Azcárate, que debe convertirse en proyecto básico y de ejecución. Está descartado encargar otro, por lo que ir de la mano del Real Zaragoza es imprescindible.
El club estaría dispuesto a participar en el estadio hasta en un 40%, tanto en el capital social de la hipotética sociedad como en la financiación de las obras, aunque este aspecto está abierto. Fuentes de las instituciones indicaron que el club solo participaría en los rendimientos de la infraestructura, estimados en 14,7 millones de euros anuales, en función de su porcentaje en la entidad.
Reunión entre Azcón y Chueca
La clave está en lo que aporten las administraciones y qué parte de la operación asumen.El Ayuntamiento liderará el proyecto, pero la participación económica de la DGA se da por hecha. Esta próxima semana está previsto que Chueca y Azcón, mantengan un encuentro institucional en el que sobre la mesa estará sin duda el campo de fútbol. Está por ver si también lo hace la Diputación Provincial después de las duras críticas a Chueca de su presidente, Juan Antonio Sánchez Quero, que descartó además de inicio hacer aportaciones económicas. El Consistorio, que celebra un pleno sobre La Romareda este miércoles, quiere dirigirse además al Consejo Superior de Deportes.
Otro de los retos que tendrán las administraciones será obtener los recursos económicos para financiar las obras, especialmente el Ayuntamiento. Fuentes municipales dicen que se están estudiando diversas soluciones entre las que sobresale la de sacar rendimientos del suelo público, bien a través de la venta, bien con recalificaciones. El Consistorio ya redactó una modificación del Plan General en 2020 con capacidad para 420 viviendas en varias parcelas que podría generar unos 60 millones de euros. También se está estudiando la posibilidad de acudir a un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El hecho de que el campo se ejecute en cuatro años no obliga a capitalizar los recursos de forma inmediata, lo que facilita la financiación.
